El nuevo Satoransky y su “fiesta” con España

El tiempo escaso y fugaz que estuvo en la cancha durante su primera temporada en la NBA no ha borrado la sonrisa y el talante positivo que caracteriza a Tomas Satoransky. Como no hay mal que por bien no venga, ha aprovechado el largo periodo sin competición desde que disputó su último partido con Washington Wizards, el 15 de mayo, para casarse con su novia Anna Maurer, también jugadora de baloncesto. Saty se ha presentado en una nueva cita con la selección checa con las pilas más cargadas que nunca. Así lo demostró en el estreno ante Rumanía. Propulsó a sus compañeros y firmó unos números sobresalientes: 18 puntos, 13 rebotes y 6 asistencias en 32 minutos. Venció la República Checa por 68-83.

A la sombra de John Wall y en competencia con Burke y Brandon Jennings, Saty apenas jugó en los Wizards una media de 12 minutos en los 57 partidos que disputó durante la última temporada regular en la NBA, y poco más de tres en los playoffs.

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Ronen Ginzburg, el seleccionador de la República Checa, el segundo rival de España este sábado (16.45, Cuatro), se frota las manos. Necesita más que nunca a Satoransky. Jan Vesely, uno de los mejores pívots de Europa, renunció a la cita de la selección. La ausencia del jugador que lideró al Fenerbahce hacia su primer título en la Euroliga, aumenta el peso específico de Satoransky al frente de una selección muy renovada. Faltan la mayoría de los artífices del séptimo puesto de hace dos años en Francia, la mejor clasificación de la República Checa en la historia del Eurobasket: Pumprla, Benda y Schilb, además de Vesely y Balvin, el pívot de 2,16 metros que jugó el tramo final de la temporada en el Estudiantes y recién fichado por el Herbalife Gran Canaria.

“Nuestro principal objetivo es clasificarnos para los octavos de final”, subraya Satoransky. “El partido contra España para nosotros es una fiesta. Concentramos toda nuestra atención en otros rivales. Conozco a casi todo el mundo allí. Es un equipo fantástico y cuenta con muchos jugadores de la NBA”. Uno de ellos es Pau Gasol. Con ocasión del último duelo entre los Wizards y los Spurs, Saty y Pau se reunieron con el expívot rumano de la NBA, Gheorghe Muresan, que nació Cluj y jugó en el equipo de la universidad de esta ciudad de Transilvania donde se dirime el Grupo C del Eurobasket.

Satoransky, a sus 25 años, es consciente de que el juego y las posibilidades de su selección pasan más que nunca por sus manos. “Asumo esa presión, pero la responsabilidad es de todo el equipo y me alegro de tener conmigo a un veterano como Welsch (37 años) que puede aportar su experiencia en los momentos difíciles. Contamos con buenos jugadores que son peligrosos cuando juegan con agresividad”.

Satoransky se ha desempeñado siempre en la posición de base. En ella ha sabido sacar rédito a sus magníficas condiciones físicas. Mide 2,01 metros y pesa 95 kilos, pero es capaz de manejar el balón y dirigir el juego con la soltura de un base al uso. Posee una tremenda capacidad de salto que le permite entrar a canasta y machacar el aro como muchos pívots o aleros.

La insistencia de los Wizards, que lo eligieron en el puesto 32 del draft de 2012 mientras cumplía la tercera de las cinco temporadas que jugó con el Club Baloncesto Sevilla, le decidió a pagar la cláusula de rescisión del contrato que firmó con el Barcelona en 2014 para enrolarse en la NBA.

Scott Brooks, el entrenador del equipo de Washington, está decidido a variar las posiciones y los papeles de sus jugadores. “Queremos tener un sistema con dos bases, dos aleros y un pívot. Incluso se puede argumentar que podemos jugar con tres bases a la vez”, explica. Se extiende sobre el caso específico de Satoransky: “Sé que le gusta haber sido un base toda su vida, pero la forma en que jugamos y la evolución de la NBA, hace que necesites varios playmakers en la cancha. Ya no se trata de ser un ‘uno’ o un ‘dos’, sino de ser jugador de baloncesto. Pienso que puede jugar de ‘uno’, ‘dos’ y ‘tres’; tiene la estatura para ello”, sostiene el entrenador de los Wizards. Eso será la próxima temporada, ahora afronta el reto del Eurobasket y su “fiesta” con España.