Kuko y los de siempre
El Athletic estrena técnico y apela a la cantera ante la ausencia de fichajes
A Ernesto Valverde le apodaban Txingurri y los allegados le decían “Txingu”. A José Angel Ziganda, le apodaban Cuco y ahora, por su expreso deseo, le dicen “Kuko”. El primero se ha ido al Barcelona, con una estela de triunfo iluminando su palmarés rojiblanco; el segundo llega tras una paciente espera de seis años dirigiendo al equipo filial. Es el cambio más importante operado en el Athletic, que arranca esta temporada sin más caras nuevas que los chicos de la cantera y las ausencias de Iraizoz, el portero más duradero del Athletic desde la retirada de Iribar, y de los poco utilizados Elustondo y Eraso.
La vida para el resto sigue igual. El gol sigue siendo cosa de Raúl García y Aduriz —el primero ha arrancado la pretemporada y la Liga Europa con potencia—, mientras se espera que la progresión de Williams continúe.
La enfermedad de Yeray, tras su recaída, ha debilitado el eje de la defensa donde, sin embargo, ha surgido Unai Núñez con un aplomo sorprendente. Córdoba es otro joven que ha apuntado maneras como extremo en la pretemporada. No habrá grandes sorpresas en el Athletic de Kuko respecto al de Txingurri: presión alta y extenuante y transiciones poderosas en busca de los ilustres veteranos de la delantera y la velocidad de Williams. Sin fichajes tras los fallidos intentos, confirmados o no, con los navarros Monreal, Merino o Berenguer, la cantera de Lezama vuelve a ser el punto de partida y Europa su destino.
