A Paco Jémez le falta gol
El entrenador de Cruz Azul propone uno de los estilos más atractivos del fútbol mexicano, pero no le sirve para ganar
Pasan las semanas y el semblante de Paco Jémez se aflige cada vez más. Su equipo, el Cruz Azul, no transita nada bien en la liga mexicana. En cinco fechas ha cosechado una victoria, dos derrotas y un par de empates, el último, 1-1, fue contra un atribulado Querétaro que despidió a su entrenador en la semana. El exestratega del Rayo Vallecano vive un deslucido torneo.
Jémez enfrentó un problema en su once inicial: no podía contar con el intermediario entre el equipo y la afición, Christian Giménez, el último ídolo de un Cruz Azul carente de alegrías en los últimos años. Para ello prefirió contar con el chileno Martín Rodríguez, uno de los refuerzos que el club le dispuso. Contra los de Querétaro planteó, fiel a su estilo indeleble, un juego volcado al ataque. Su mejor hombre fue Joao Rojas, un espigado ecuatoriano que no paró de correr por las bandas.
Durante gran parte de los minutos jugados, Cruz Azul fue una fábrica de opciones a gol. Por izquierda, por derecha, por jugadas colectivas. Poco importaron las formas, pero el balón intentaba llegar al área. Rojas, Rodríguez y el delantero Martín Cauteruccio fueron neutralizados por el guardameta Tiago Volpi.
Nada podía vencer la meta de Querétaro, a pesar del asfixio de la máquina. Jémez comenzaba a tirar de gritos a sus jugadores, las cámaras de televisión estaban al pendiente de cualquiera de sus indicaciones y regaños. Fue en una jugada al minuto 57 cuando el insistente Joao Rojas tiró un centro para un desesperado Cauteruccio, pero la trayectoria fue desviada por el botín de Luis Noriega, jugador de gallos blancos, para marcar en propia. El gol, el 1-0, le cayó de sorpresa a los chicos de azul.
Si algo le ha costado a Cruz Azul, mucho antes del desembarque de Jémez, es mantener la ventaja en el marcador. El Querétaro probó con algunos latigazos al ataque y, en una distracción de la zaga de defensas celestes, Ángel Sepúlveda tiró un centro al área y Noriega se redimió con su equipo y definió el marcador al minuto 74, un 1-1.
Los últimos minutos fueron de un equipo celeste desbocado. El entrenador mandó a otro de sus delanteros, Jorge Benítez, aunque no estuvo fino el instinto de caza goles. En los cinco partidos de liga, Cruz Azul solo ha marcado dos veces contra Necaxa (1-0), gracias al lateral Adrián Aldrete, frente a Monterrey (2-2), con uno de Ángel Mena y otro más gracias a un autogol.
El equipo del español puede jugar muy bien al fútbol, buscar tener el balón y volcarse al ataque, pero no le garantiza el gol. Sus extremos han perdido la habilidad para dar una buena asistencia; sus delanteros tienen la pólvora mojada. Su defensa es endeble y el guardameta Jesús Corona ha quedado a la deriva de los ataques rivales. El fútbol mexicano todavía no entiende el estilo de Jémez.
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