El Madrid supera al Armani Milán entre el sofoco y la excitación
Los de Laso, penalizados por un destemplado arranque, sufren para imponerse al cuadro italiano en un vibrante final liderado por Llull, Doncic y Carroll
Entre la dosificación y el destemple, el Madrid cometió un error de cálculo ante el Armani Milán y tuvo que superar un sofocón para vencer al cuadro italiano (94-89) en los dos últimos minutos y mantener el liderato de la Euroliga. Llull, Doncic y Carroll (20, 17 y 16 puntos, respectivamente) transformaron los apuros en jolgorio con un final electrizante que corrigió la endeblez defensiva y el desatino en el tiro de la primera mitad del encuentro.
El Milán, con una plantilla de muchos nombres y compleja mezcla, se presentó en Madrid con el impulso renovado que le otorgaron sus triunfos en la última semana ante Galatasaray y Olympiacos después de acumular un pésimo expediente de 10 derrotas consecutivas. Con Simon agitando desde el perímetro y Macvan bregando en la pintura, el conjunto italiano presumió de aplicación en su puesta en escena. Pero, con un poco de Ayón y los primeros fogonazos de Llull, el líder de la competición se apuntó el primer asalto de tanteo (22-18, m. 10). No se vistieron ni Rudy ni Suárez y participó poco Thompkins (que se pasó los primeros 17 minutos de partido pedaleando en una bicicleta estática en un rincón de la pista); a cambio volvió Doncic, tras su descanso por precaución ante el Brose, y tuvo minutos en el tramo final Nocioni, para ir rodando su condición de especialista de cara a la Copa.
Confiado en su repertorio, el Madrid estiró el trote y esta vez gracias a Randolph y a Doncic manejó exiguas ventajas en el marcador hasta el borde del descanso. Pero en un correcalles con poca defensa, muchas pérdidas y ningún gobierno el Armani desató su optimismo. Ocho puntos y dos tapones de videoteca de Doncic fueron de lo poco rescatable del segundo cuarto para el conjunto blanco que jugó amparándose en la inercia. Con Simon siempre al mando y Sanders encargándose de la intendencia de puntos, los visitantes llegaron al entreacto por delante gracias a su notable porcentaje de tiro (46-49, m. 20).
Los 31 puntos concedidos por el Madrid en el segundo parcial constataron la galbana local y desataron cierto desasosiego en el Palacio (50-56, m. 23). Hasta ahí duró el sesteo del líder. Carroll desató un parcial de 12-3 en apenas tres minutos para restaurar momentáneamente el marcador; sin embargo, la iluminación de Simon, la intensidad de Raduljica, los puntos de Dragic y una técnica a Maciulis rearmaron al cuadro italiano antes de la recta de meta (69-73, m. 30). Un puñado de decisiones arbitrales coronadas con otra técnica a Llull caldearon el graderío, pero entre el descontrol y el acicate, los blancos entraron en ebullición. En dos minutos de pasó del 74-79 al 81-79 a falta de 4m 55s. Laso buscó el control con Draper y la excitación con Llull y Carroll y, rodeados de bajitos, se agigantaron Raduljica y Macvan (85-85, a 2m 02s). Lo solucionó una defensa feroz (16 puntos en contra en el último cuarto), Ayón pescando un balón huérfano y Doncic con un mate estratosférico.
El Madrid se ajusta los pedales para comenzar la ascensión a los primeros puertos puntuables de la temporada. Los blancos se pasarán el mes de febrero casi al completo fuera de casa, con la Copa de Vitoria como primer hito. De momento, para cerrar “el mes perfecto” como lo tituló el técnico madridista, también cayó ante el líder el Armani Milán de Jasmin Repesa. El entrenador croata fue durante unos días el principal candidato a heredar el cargo de Messina. Llegó Pablo Laso. Cambió la historia.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.