El ‘déjà vu’ del Real Madrid de Laso

En los tres meses que se llevan disputados de competición, el Real Madrid de Pablo Laso suma ocho derrotas en 28 partidos oficiales —una en casa, una en cancha neutral y seis a domicilio—, cuatro de ellas en diciembre. “No supimos cerrar la victoria. Por corazón, ellos fueron superiores”, explicó el entrenador madridista tras caer ante el Betis (86-85), el tercer pinchazo de su equipo en los últimos cinco encuentros. “Empezamos bien, pero después no hemos respetado al rival. Pocas lecciones positivas podemos sacar, por no decir ninguna. Pero debemos aprender de estas cosas. Con todos los respetos al Betis, perder aquí no entraba en nuestros planes”, apuntó Sergio Llull liderando la autocrítica del vestuario tras el tercer final en el que los blancos caían por un punto (CSKA, Fenerbahçe y Betis).

La temporada pasada el Real Madrid sumó nueve derrotas antes de final de año, tan solo una más que ahora. Pero el atolladero actual presenta más paralelismos con el que sufrieron los blancos en el histórico curso 2014-2015, el de los cuatro títulos. “De aquella temporada recuerdo un día en diciembre pensando que todo era un absoluto desastre”, rememoraba Laso hace tres semanas en EL PAÍS, antes de su partido 400. “Habíamos ganado la Supercopa, pero aquello no evolucionaba como yo quería. A solas en casa, lo veía muy difícil. No progresábamos. A partir de enero cambió todo y la sensación llegó a ser de una fortaleza infinita. No se lo decía a mis jugadores, pero todos teníamos la sensación de que ganábamos cuando queríamos”, contaba el entrenador del campeón de Liga.

Ese curso, el Real Madrid comenzó con un notable balance de 12 victorias y ninguna derrota en mes y medio de trayecto. Sin embargo, a mediados de noviembre comenzó una crisis de resultados con ocho victorias y seis derrotas antes de acabar el año. El Real Madrid cerró aquel 2014 perdiendo de forma consecutiva ante Barça y Unicaja, rumbo al diván del que apenas había salido tras la depresión del final del curso anterior. “Aquel año aprendimos a competir definitivamente”, señalaba Laso. “Aprendimos a saber diferenciar que hay días más importantes que otros y a ser capaces de respirar para llegar bien a las citas importantes aunque te dejes algo en el camino”, cerraba el técnico en su repaso del año del pentacampeonato.

Entre la desconcentración y la dosificación, el Real Madrid ha reproducido la primera parte, la negativa, de la secuencia que vivió en su temporada más gloriosa. “Juegan tantos partidos que hay días que no están concentrados. Les pasa a todos los equipos grandes. Saben que para luchar por todo tiene que estar bien en abril, mayo y junio”, señala el técnico del Betis, Zan Tabak, segundo de Laso aquel año. Esta tarde en Estambul ante el Efes (18.00, Movistar+), el Real Madrid cierra el 2016 y una ráfaga de seis partidos en 15 días.