Villar, una candidatura rodeado de pleitos
Los conflictos que afectan al dirigente español ponen a prueba la regeneración del fútbol tras el ‘FIFAgate’
Un salto al vacío, una huida hacia adelante promovida por su instinto de supervivencia para dar su penúltimo gran golpe de estratega electoral. Los escándalos y los conflictos judiciales que rodean la candidatura de Ángel María Villar a la presidencia UEFA han desatado numerosas interpretaciones. Una de ellas corresponde a una de las empresas subcontratadas por la FIFA para gestionar la crisis desatada por los escándalos de corrupción que toma a Villar como ejemplo de lo complicado que es pasar página y afrontar una renovación directiva como pretendía o decía pretender el actual presidente de la FIFA, Gianni Infantino. Las conclusiones del análisis apuntan a Villar, que tiene 66 años y lleva 28 al frente de la Federación Española, como un hombre perteneciente al sistema que reventó tras los escándalos del FIFAgate y que no solo permanece, sino que pretende además acaparar más poder.
La candidatura de Villar a dirigir el fútbol europeo es una prueba de resistencia para la regeneración del fútbol tras las inhabilitaciones de Joseph Blatter y Michel Platini, a los que Villar fue fiel, las condenas a la cúpula de la Conmebol y las investigaciones y las detenciones del FBI y la justicia suiza. Villar se presenta con numerosos frentes abiertos en la justicia ordinaria y en la deportiva que también ponen a prueba los requisitos de integridad de la FIFA.
‘FIFAgate’ y su hijo Gorka
Villar no se ha visto salpicado de manera directa, pero como vicepresidente de FIFA debió de estar al tanto de las corruptelas y los pagos de mordidas que realizaron la gran mayoría de altos dirigentes de la Conmebol, muchos de ellos amigos suyos y casi todos inhabilitados o condenados. Villar fue testigo en innumerables ocasiones del alto tren de vida que llevaban los Nicolás Leoz, Ricardo Teixeira, Eugenio Figueredo, Eduardo Napout y demás dirigentes sudamericanos envueltos en los escándalos de corrupción. Hay quien asegura que la gran suerte de Villar fue el fallecimiento de Julio Grondona, el tenido como cabeza pensante de la corrupción en la FIFA, el hombre que colocó a su hijo Gorka al frente de la dirección general de la Conmebol en 2014 y que podría haberle comprometido de haberle podido tomar declaración el FBI o la justicia suiza.
De manera indirecta, el FIFAgate le ha tocado a Villar porque su hijo Gorka se vio implicado tras la declaración de Figueredo, que le acusa de extorsionar a los clubes uruguayos utilizando la influencia de su padre en FIFA. El vástago de Villar abandonó el lunes su cargo en la Conmebol tras haber organizado la Copa América del Centenario, pero se vio forzado por el cuestionamiento hacia su figura tras ser elegido por Grondona y por estar pendiente aún de la justicia uruguaya.
Querellas
Miguel Galán, candidato a la presidencia de la FEF, le ha interpuesto dos querellas a Villar, la primera por presunta prevaricación en el retraso del calendario electoral de las elecciones federativas, que ya ha sido admitida, y por la que ha sido llamado a declarar el 15 de septiembre, solo un día después de las elecciones de la UEFA. El lunes, la comisión directiva del Consejo Superior de Deportes (CSD) volvió a rechazar la propuesta de calendario electoral elaborada por Villar y sus asesores porque no ha modificado ni en una coma las propuestas que ya le fueron rechazadas tanto por el Tribunal Administrativo del Deporte (TAD) como por el propio CSD al no cumplir con cerca de 20 puntos de la Orden Ministerial que regula las elecciones federativas. El retraso en los comicios le ha permitido a Villar aspirar a la presidencia de UEFA y, si se retira o pierde las elecciones poder presentarse a las de la FEF.
La segunda querella, por los presuntos tratos de favor al Recreativo y al Marino, aún no ha sido admitida a trámite. En el primer caso, el Recreativo de Huelva pudo competir tras saldar la deuda que mantenía con su exentrenador José Luis Oltra gracias a un préstamo de la Federación concedido a través de la Asociación Nacional de Entrenadores para eludir el embargo de la Agencia Tributaria sobre el club decano del fútbol español. Además, el Recreativo también pudo entrar en competición tras no presentar el aval correspondiente. En el caso del Marino, al club también le fue concedido un préstamo para saldar una vieja deuda con jugadores que le permitió competir. En ambos casos, también se denuncia un agravio comparativo con otros clubes que sí fueron descendidos. Ambas querellas, aunque estén en trámite, también pueden pesar en el control de integridad que Villar debe pasar.
El escándalo del TAD
Los casos del Marino y del Recreativo fueron enviados por el CSD al TAD para que abriera expediente a Villar, que dinamitó al tribunal amenazando a sus miembros con querellarse. Villar también interpuso una querella contra el presidente del CSD, Miguel Cardenal, que tras ser rechazada en primera y segunda instancia compromete más aún el estatismo del TAD. En este tribunal las recusaciones también han aflorado tras desvelar EL PAÍS que Villar había contratado a un abogado que colabora con el despacho de uno de sus miembros, Tomás González Cueto.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.