El Atlético blinda a Griezmann, la joya de la corona

Antoine Griezmann corría y corría y el Profe Ortega, impertérrito, le gritaba y le gritaba. Porque al francés, el fichaje que más ilusión despertó en la afición del Atlético en el verano de 2014, y por el que el conjunto rojiblanco desembolsó los 30 millones de su cláusula a la Real Sociedad, le quedaba mucho por aprender. Aun así, desde la secretaría técnica del Atlético consideraban que Griezmann poseía las virtudes necesarias —velocidad, desmarque y remate— para neutralizar la baja de Diego Costa, traspasado al Chelsea.

El interés del PSG y el Manchester United por el francés había generado cierta incertidumbre en el club

Dos temporadas, después el alumno se ha licenciado con nota, y seguirá formando parte del Atlético hasta 2021, una temporada más de lo que tenía firmado, y con un aumento considerable de la cláusula de rescisión, que se sitúa en los 100 millones de euros, tal y como dio a conocer ayer el club. Y es que aquel recién llegado que sudaba sin parar en cada entrenamiento es hoy un símbolo, un imprescindible para Simeone, con todo lo que ello significa.

“Estoy muy feliz de seguir en esta familia y en este proyecto. Cada año busco mejorar y el club, el técnico y mis compañeros me lo permiten”. Las palabras de Griezmann resumen todo lo vivido por el jugador en tan solo dos temporadas. En Simeone ha encontrado no solo un mentor deportivo, también una referencia paterna a la que pedir consejo. “Me molestaría mucho que se fuera, porque necesito seguir aprendiendo de él”, aseguró el jugador cuando la continuidad del argentino en el banquillo parecía en el aire. “Es uno de los tres mejores jugadores del mundo”, ha llegado a asegurar el técnico. Ambos comparten zona residencial, la lujosa urbanización de La Finca, en Pozuelo, a las afueras de Madrid, y viven tan cerca el uno del otro que pueden verse desayunar por las mañanas. “Por suerte su casa está en una zona algo inclinada y tengo algo de más de intimidad”, bromea el jugador.

Si bien las renovaciones de ambos no han coincidido en el tiempo, sí ha existido una relación directa entre ambas. La presencia del argentino se antojaba fundamental para que Griezmann aumentase su estancia en el Atlético y viceversa. El interés del PSG y el Manchester United por el francés había generado cierta incertidumbre en el club. De hecho, la gran temporada de Griezmann, que ha marcado 32 goles en 54 partidos, le ha convertido en una pieza de difícil reemplazo teniendo en cuenta la composición actual de la plantilla. El infructuoso fichaje de Jackson Martínez y el mal acople de Luciano Vietto han generado una dependencia goleadora impensable a principios de temporada.

Madurez personal

“Es un jugador muy querido y valorado por nuestro técnico y por sus compañeros, y admirado por los aficionados. El club tiene una firme apuesta por mantener a sus futbolistas claves y Antoine es uno de ellos”, valoró José Luis Pérez Caminero, director deportivo del Atlético, que ha logrado blindar a otro de los futbolístas más deseados. Antes lo hicieron Saúl y Thiago. Lo cierto es que Grizzie, como le apodan sus compañeros, se ha acostumbrado a la dureza de los entrenamientos y a tener que pesarse ante la mirada firme del preparador físico uruguayo todas las mañanas. Padre de una niña a la que ya ha dedicado más de media docena de goles, Griezmann ha encontrado su hogar en Madrid. Lejos quedan ya aquellas escapadas nocturnas que le mantuvieron lejos de la selección de Francia durante un año. “Si echo la vista atrás ya ni me hace gracia”, concedió el jugador en un medio francés. Porque Antoine, a sus 25 años, ha cambiado para quedarse tal y como está.