Chile arrolla a Venezuela a domicilio
El último campeón de la Copa América goleó a la Vinotinto 1-4. El técnico local, Noel Sanvicente, insinúa que dejará su cargo en las próximas horas
La selección de Chile llegó a Barinas, la calurosa provincia de los llanos venezolanos, con la urgencia de recuperar como visitante los puntos que perdió como local en la pasada jornada frente a Argentina. Los primeros minutos del partido que disputaron ambas selecciones retrotrajeron a los televidentes al partido de eliminatorias al Mundial de Francia 1998, jugado en esa misma ciudad 20 años atrás. El equipo austral de aquel entonces, liderado por Iván Zamorano, Javier Margas y Sebastián Rozental, apenas pudo empatar en el descuento y jamás pudo acoplarse a una cancha incómoda y a la sofocante temperatura. Hoy, la historia fue bien distinta.
Venezuela, sin ser deslumbrante, tomó el control del partido, presionó en el mediocampo y jugó la pelota a ras del piso. No tenía otra. Había decidido confiar en un equipo de jóvenes técnicos pero bajitos en el que sobresalía el volante del Huachipato chileno Rómulo Otero. A los nueve minutos el mediocampista cobró un tiro libre que tomó mal parado al portero Herrera. El tanto confirmó las sensaciones que de a ratos dejó la Vinotinto en su expedición a Perú el jueves.
Pero luego del minuto 20 apareció Chile y la jerarquía de sus jugadores que compiten en las mejores ligas del planeta. Arturo Vidal, del Bayern de Múnich, y Alexis Sanchez, del Arsenal inglés, comenzaron a pedir la pelota y a ocupar mucho más terreno que el rival que decidió defender al borde de su área. Venezuela perdió marca en el mediocampo con la salida por lesión de Arquímedes Figuera, el mejor del partido hasta ese momento, y comenzó el derrumbe anímico. No solo luchaba contra un rival de contrastada jerarquía, sino contra sí mismo.
Mauricio Pinilla empató el partido a los 33 minutos tras superar a Vizcarrondo y conectar un tiro de esquina lanzado por Sánchez. El final del primer tiempo mostró al campeón de la Copa América volcado al ataque buscando desnivelar el partido. El segundo tiempo confirmó los peores presagios de los hinchas locales. Después de una mala entrega Pinilla, que tenía casi once años sin marcar con la camiseta roja, marcó el 1-2 al conectar un centro servido por Beausejour.
El tercer y el cuarto gol, anotados por Arturo Vidal, fueron el premio justo a las correcciones que supo hacer el equipo de Juan Antonio Pizzi después de aquellos 20 minutos aciagos. Al tirarse el jugador del Bayern un poco más adelante y jugar detrás del tridente ofensivo Chile fue otra. Por ahora ocupa un cupo que da la clasificación directa a la fase final del Mundial.
El seleccionador Noel Sanvicente, mientras tanto, parece ya sin fuerzas para continuar al frente de Venezuela. Estaba abatido en la rueda de prensa posterior. Una campaña desastrosa (un punto de dieciocho disputados en las clasificatorias y la eliminación temprana en la Copa América 2015), una idea futbolística que los jugadores no han sabido interpretar y una crisis extradeportiva que permitió, por ejemplo, que el equipo no pudiese utilizar por fallos logísticos su uniforme habitual color bordó, ha terminado por dejar en la puerta de salida al entrenador venezolano más exitoso en el fútbol local. “Yo ya tengo tomada mi decisión”, respondió cuando le preguntaron si seguiría al frente del grupo. “Pero primero se la comunicaré al presidente de la Federación Venezolana de Fútbol.
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