Murray cede ante el asedio

En Flushing Meadows, dos forma diferentes de enfrentarse al asedio de los cañoneros. Mientras que Andy Murray repele como puede los zambombazos de Kevin Anderson, pero no puede (7-6 (7-3), 6-3, 6-7 (2-7), y 7-6 (7-0), el suizo Roger Federer, 34 años, no solo consigue neutralizar al gigante local John Isner, sino que pasa al ataque, dispara con elegancia las flechas y sella su pase (7-6 (7-0), 7-6 (8-6) y 7-5) a los cuartos de final del US Open. Cayó el escocés y el torneo pierde a uno de los señalados para discutir la hegemonía del número uno, Novak Djokovic, que esta noche (hacia las 3.00, Eurosport) se bate con toledano Feliciano López por una plaza en las semifinales.

Atraviesa Murray, probablemente, por el mejor momento de su carrera. Excesivamente ciclotímico antes, esta temporada se ha transformado en una bestia competitiva que ya no solo rinde en la superficies rápidas o el césped, sino que también sabe guerrear en la arena. Sus dos primeros títulos sobre tierra batida (Munich y Madrid), lo refrendan. Sin embargo, la pasada madrugada se topó con un tallo de 2,03, kilométrico y ligero (89 kilos), que este curso ya estuvo a punto de dar la campanada en Londres, frente a Djokovic.

Anderson, nacido en Johannesburgo hace 29 años, sometió al escocés a una lluvia de tiros que le conccedió el pasaporte para la siguiente ronda. Los números suponen la mejor descripción de su juego: 81 winners, 58 subidas a las red (41 de ellas con acierto) y 25 aces, además de un porcertaje de acierto del 79% con sus primeros servicios; algunos de estos centellearon a 222 km/h. Es decir, un verdadero bombardeo. Ante eso, a Murray no le quedó más remedio que sacar el escudo.

Desde 2010 (París), el escocés no caía tan rápido en un grande. El sudafricano se cita con Wawrinka

El de Dunblane no se despedía tan pronto en un grande desde 2010. Desde ese Roland Garros, siempre que había pisado un Grand Slam lo había hecho para alcanzar como mínimo los cuartos de final. En esta ocasión, se queda finalmente en el camino. Murray intentó compensar la ofensiva rival a base de control, de evitar el fallo (20 errores no forzados, por los 57 del sudafricano). Cuando tuvo alguna opción, también buscó golpes definitivos (49 ganadores al final), pero se marchó de Queens mucho antes de lo que preveían los pronósticos.

Ahora, Anderson se medirá a Stanislas Wawrinka, verdugo del estadounidense Donald Young: 6-4, 1-6, 6-3 y 6-4 después de dos horas y nueve minutos. Les acompañó Federer. El número tres sigue practicando un tenis que maravilla a todos y su último enfrentamiento deparó una curiosa imagen: contó con el favor y los aplausos de la grada, pese a que al otro lado de la red estaba el estadounidense Isner. “Me he enfrentado al tenista con el mejor saque del circuito, así que ganar es algo especial”, admitió el suizo, que a lo largo del torneo no ha cedido un solo set.

He recuperado mi mejor tenis, estoy bien y creo que puedo ir a más" Roger Federer

Otro día más, Federer volvió a sacar la partitura y a regalar una exhibición. A diferencia de Murray (10,364 kilómetros frente a Anderson), no necesitó esprintar de un lado a otro; sus 5,626 kilómetros fueron suficientes. Él dominó mediante los primeros saques (83% de puntos retenidos) y los envíos, siempre precisos. Rubricó un total de 55 winners (por los 53 de Isner) y apenas cometió 16 fallos (34 de su adversario).

“He recuperado mi mejor tenis, estoy bien físicamente, y creo que puedo ir a más en lo que resta de torneo", concluyó el ganador de 17 torneos del Grand Slam, la leyenda inagotable. El francés Richard Gasquet (2-6, 6-3, 6-4 y 6-1 a Tomas Berdych) le espera. Que se prepare, pues, el galo.