El sueño del ‘escarabajo’ Esteban Chaves en la Vuelta a España
El colombiano, líder de la ronda, estuvo cerca de retirarse por un accidente en 2013
Al despertar Esteban Chaves una mañana, tras un sueño intranquilo, se encontró en su cama convertido en un monstruoso insecto: un escarabajo rojo. El corredor bogotano de 25 años, líder de la Vuelta a España en las tres últimas jornadas, estuvo cerca de dejar el ciclismo por un grave accidente en 2013. Una caída en el Trofeo Laigueglia por un golpe contra una señal lo dejó hecho añicos: tuvo traumatismos en el cráneo, el costado derecho de la espalda y una contusión pulmonar. Se fracturó la clavícula derecha, un hueso diminuto del oído izquierdo y tres huesos de la cara y el cráneo. Cuando despertó del agitado sueño, ocho meses después, el australiano Orica GreenEdge lo había fichado, había vuelto a competir y estaba listo para ser líder de la Vuelta dos años más tarde.
“Hablo mucho con Neil [Stephens, director deportivo] y me ha dicho que la idea es creérselo. No he llevado por casualidad el maillot rojo durante tres días”, declaró este martes Chaves en rueda de prensa. Mantener su frágil ventaja va a ser difícil. Sigue primero en la clasificación general, con el holandés Tom Dumoulin a solo cinco segundos. Valverde, ganador de la etapa, Purito Rodríguez, Nairo y Froome le acechan. “Hoy me puse algo nervioso en el último repecho, pero una vez más el equipo se portó a la perfección y me metieron entre los diez primeros al inicio de la subida”, apuntó. Ya había corrido la Vuelta el año pasado como gregario de Michael Matthews, que fue líder por tres días. Este miércoles buscará una cuarta jornada de gloria personal vestido de rojo.
Los corredores colombianos se conocen como escarabajos por sus cualidades como escaladores. Un escarabajo trepa, escala, se curte en los Andes para ganar en los Alpes y los Pirineos. Chaves se forjó en la altura de Bogotá, a 2.600 metros de altura. Empezó a correr a los 14 años en un club local, el Monserrate, homónimo del cerro más conocido (de casi 3.200 metros) entre los 10 que bordean la ciudad por el oriente, y lugar de peregrinación religiosa por la iglesia que hay en su cumbre.
3.300 metros de altura
Los ciclistas más avezados de la capital aprovechan la rudeza de las montañas de los alrededores para entrenarse: puertos de cerca de 40 kilómetros que ascienden desde los 400 hasta los 2.800 metros de altura sobre el nivel del mar, como el Puerto del Vino, al occidente de Bogotá. O el Alto del Romeral, al sur, con sus 7,2% de promedio de pendiente y un trazado de 10 kilómetros —de estilo europeo por su distancia corta—, pero que termina en 3.300 metros de altura, donde el oxígeno se vuelve otro corredor esquivo.
La primera gran victoria de Chaves fue en el Tour de l’Avenir en 2011, la prueba gemela del Tour de Francia para ciclistas menores de 23 años. El español Miguel Indurain, cinco veces ganador del Tour y dos del Giro, fue campeón en 1986. Nairo Quintana lo consiguió en 2010. Para esa época el ciclista bogotano creó un club de formación ciclística que lleva su nombre; 10 corredores de la escuela participaron en la delegación de Bogotá que conquistó este año el campeonato nacional de ciclismo en pista.
“Cuando estaba lesionado hablaba con él y veía a un chico que valía la pena. Cada día que pasas a su lado te das cuenta de que hay que apostar por su futuro”, señaló este martes Neil Stephens, director deportivo del Orica. En 2013, ocho meses después del accidente, la escuadra australiana lo fichó. Su desempeño en Tour de l’Avenir y el Gran Premio Ciudad de Camaiore en 2011 —una carrera italiana de un día semejante a la del accidente—, le valieron para llegar a un equipo de primera categoría, procedente del Team Colombia. En ese momento comenzó el verdadero sueño del escarabajo.
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