Gorka Villar, a la derecha de Dios Padre

La estrategia con la que su padre le ayudó a abrirse paso en el mundo jurídico del fútbol español e internacional ha terminado por situar a Gorka Villar en el epicentro de corrupción de la FIFA. Desde diciembre de 2014 ocupa el cargo de director general de la confederación sudamericana (Conmebol), donde se centra gran parte de la trama. La ascensión en su carrera, empujada por los contactos de su progenitor en la FIFA, le han llevado a mantener una estrecha relación con Nicolas Leoz, José María Marín, Ricardo Teixieira, Eduardo Deluca, Eugenio Figueredo, Eduardo Li, Rafael Esquivel, Alejandro Burzaco o los hermanos Jinkins, el núcleo duro de los investigados por el FBI.

 “Villar está tranquilo, yo estaría preocupado, pero por su hijo”, comentó un dirigente federativo días atrás. Según tres fuentes, si alguna vez pudo estar preocupado Villar por su hijo debió ser cuando fue retenido en el aeropuerto de Ezeiza, en Buenos Aires, por intentar sacar de Argentina más divisas de las permitidas, fijadas en 10.000 dólares en la actualidad. “No era mucho más del tope establecido”, relata una de las fuentes conocedoras del incidente.

En la Federación sitúan el comienzo del despegue de Villar júnior en 2004. ]“Voy a acabar con todos los empleados que hacen sufrir a mi padre”, cuentan que le escucharon vociferar al poco de que su progenitor ganara las elecciones a la presidencia de la Federación de 2004.

Después de esos comicios, en los que la oposición a Villar padre surgió desde el mismo seno federativo a través del secretario general Gerardo Otero, su presencia en las instalaciones federativas fue a más. “Villar no se fía de mucha gente y desde entonces ha tirado de su hijo para asuntos importantes como el caso Federación o en la organización de las elecciones”, aseguran desde la Ciudad del Fútbol de Las Rozas.

Villar hijo nunca fue empleado de la Federación, pero en muchas ocasiones se desenvolvió como si lo fuera y su lugar de trabajo estuviera en la Ciudad del Fútbol. Colaboró en la candidatura Ibérica con la que España y Portugal optaron a la organización del Mundial 2018, ahora bajo investigación de la justicia suiza. También ha trabajado como abogado para algunas territoriales, aunque su padre nunca fue partidario de que participara en pleitos del fútbol nacional. “Me ha llevado dos expedientes, y lo hizo a plena satisfacción mía porque su padre no quería”, admite Marcelino Maté, presidente de la territorial de Castilla y León.

El PAÍS ha accedido a cartas remitidas a nombre de Gorka Villar y dirigidas a la sede de la Federación en Las Rozas. Una de ellas fue enviada por la Federación Peruana de Fútbol para confirmar los ponentes de un curso en Colombia. En los congresos sobre derecho deportivo en los que ha participado por toda Sudamérica, Gorka Villar ha compartido ponencias con algunos de los investigados, a los que también ofreció servicios de asesoría en sus respectivas federaciones. Algunas de las minutas oscilaban entre los 25.000 y los 30.000 dólares.

Según las cuentas consultadas por este periódico, Sports and Advisers, el despacho de abogados en el que figura como administrador único, ha obtenido desde su puesta en marcha en 2011 beneficios cercanos al millón de euros.