Neymar tendrá que declarar como testigo en el juicio al Barcelona

Neymar tendrá que acudir a la Audiencia Nacional a declarar como testigo dentro del procedimiento penal por el que se acusa de fraude fiscal al presidente del Barcelona, Josep María Bartomeu, al propio club azulgrana y al expresidente Sandro Rosell. Según adelantó la cadena SER, el futbolista brasileño tendrá que comparecer físicamente en los juzgados en una vista que podría celebrarse durante el próximo otoño. Los plazos de revisión de los recursos presentados por el Barça pueden concluir en junio y el juicio, que duraría una semana, tendría lugar para después del verano. También serán citados varios de los ejecutivos en los que Bartomeu descargó toda responsabilidad a la hora de contabilizar o redactar los contratos, durante su comparecencia judicial. Además, el fiscal propondrá la testifical de los peritos de Hacienda que han detectado el posible fraude de casi 13 millones de euros en el fichaje.

La citación judicial a Neymar se explica porque el futbolista firmó nueve de los 13 contratos con los que supuestamente se fraccionó el coste de su fichaje por el Barcelona en mayo de 2013. Sobre varios de esos documentos hay dudas de su legalidad porque se habrían simulado para ocultar el verdadero importe de la contratación a los socios del club azulgrana y sortear el control de la Agencia Tributaria.

La imputación del actual presidente del Barcelona se basa en un informe de Hacienda que calcula un fraude de 2,8 millones de euros de IRPF. El 30 de enero de 2014, el club debía pagar a Neymar cinco millones de euros por un contrato firmado en junio de 2013, 450.000 euros derivados de un contrato de imagen y 22.500 euros para el padre del delantero. El club tributó por ellos al 24,74% porque en 2013 Neymar no era residente en España. Pero Hacienda discrepa de este criterio y sostiene que debía haber tributado al 52% porque el pago se hizo en 2014, cuando el delantero ya era residente en el país.

El fichaje de Neymar fue anunciado por el FC Barcelona en mayo de 2013, cuando Bartomeu era vicepresidente. En un principio, las responsabilidades habían caído —además de en la entidad blaugrana— en el entonces presidente, Sandro Rosell, que dimitió de su cargo en enero de 2014 salpicado por el escándalo. Sin embargo, el pasado 2 de febrero se hizo público que el juez Pablo Ruz había accedido a la petición de la fiscalía de imputar también a Josep María Bartomeu. El máximo dirigente culé había esquivado hasta entonces su implicación en el caso, a pesar de que su rúbrica aparecía ya en los primeros contratos firmados entre la entidad, el futbolista y el club brasileño Santos. Según la Fiscalía, Rosell habría dispuesto una red de contratos con los que ocultar el gasto real del fichaje del brasileño —con un coste real de 98,4 millones frente a los 57,1 declarados—, por lo que está acusado de dos delitos fiscales y uno de administración desleal.