Cuba, Florentino y una plata dorada

18/12 Jueves

La noticia del día sin duda es el acuerdo entre EEUU y Cuba para iniciar una nueva etapa en su tortuosa relación. Cincuenta y cuatro años después del inicio del bloqueo económico allá por el mes de octubre de 1960, Obama ha decidido que por ese camino no se va a ninguna parte. Vamos, lo que ya se sabía hace un montón de tiempo. Cuando se acerca el fin de su doble mandato y sin el condicionamiento electoral, Obama parece decidido a dejar huella. Cierre de Guantánamo, reforma sanitaria, reconocimiento de las torturas de la CIA, regularización de inmigrantes o las relaciones con su monstruo particular son algunas de las tareas que se ha impuesto de aquí a que abandone la Casa Blanca.

No seré yo quien defienda al régimen castrista, pero sí señalar que ha sido precisamente el bloqueo uno de los causantes de su enquistamiento. Y también constatar la diferente vara de medir que tienen los países en cuanto a sus relaciones con otros en los que los derechos humanos son maltratados. A unos, tipo China, se les mima y pone la alfombra roja. A otros, como Cuba, servía de coartada para negarles el pan y la sal.

Siempre que sale el tema cubano me acuerdo de dos de sus grandes deportistas. Uno, Alberto Juantorena. Era yo un chaval cuando ganó las pruebas de 400 y 800 metros lisos en los Juegos de Montreal 76, y me impresionó su forma de correr fácil, elegante, de zancada amplia, imperial, basada en unas piernas que se movían como si fuesen ruedas de una locomotora. El otro era Tomás Herrera, alias el Jabao, componente de la mejor selección cubana de baloncesto de toda su historia, y cuyo hito fue lograr el bronce en los Juegos de Munich. Precisamente el debut de mi generación, la del 59, con la selección española fue frente a Cuba, y allí tuve que sufrir a Tomás. Ya en el final de su carrera, mantenía dos cosas inalterables: su simpatía y una verborrea imparable mientras jugaba. Como nosotros éramos unos pardillos recién cumplidos los veinte años, este veterano nos intentaban intimidar rajando sin parar, hablándonos cuanto teníamos el balón, prometiéndonos que nos lo iba a quitar, y cuando lo tenía el, asegurándonos que no teníamos nada que hacer y que la canasta era irremediable. Acababas hasta el gorro, pero no te podías enfadar con un tipo tan majo.

En fin, veremos por donde nos lleva la historia, como se van dando pasos hacia delante y hacia atrás en este conflicto y quien sabe, igual en fecha próxima el deporte cubano recupera espacio y aparece otro Juantorena o Tomás Herrera. Por muchas razones, lo celebraremos.

Termino el día en Barcelona viendo en el teatro a los Especialistas Secundarios dando una nueva muestra de su talento e imaginación. Después de una hora y cuarto jugando con lo absurdo, consiguen que me vaya a la cama bien reído. Y duermo como un tronco.

19/12 Viernes

¡Zasca! ¡Zasca! y ¡Zasca! Punto, juego, set y partido, que diría Juan José Castillo, histórico locutor y famoso por su “entró, entró, la bola del español”. Goles, partido, revancha, medalla. La selección española de balonmano femenino ha derrotado a Montenegro y ya es finalista del europeo. Como no podía ser de otra forma tratándose de este equipo, se ha sufrido más que en un sillón de dentista sobre todo en el segundo tiempo, donde se han pasado más de ¡14 minutos! sin meter un gol. Afortunadamente llevaba una buena ventaja y la defensa ha evitado malos mayores, pero el ver como poco a poco la diferencia iba descendiendo hasta llegar al 18-17 a falta de dos minutos ha puesto a prueba mi sistema nervioso. Eso sí, en mi galería de figuras, he hecho un hueco para poner un poster de Silvia Navarro, la portera española, que ha estado inconmensurable. Cuando a la portería de Montenegro parecía tapiada con una malla invisible, Silvia ha aguantado al equipo con todo tipo de paradas que protegieron el marcador y el ánimo del grupo.

Hay equipos que te ganan para su causa rápidamente, y esta selección es uno de ellos. Basta con verles un par de partidos para empatizar con ellas, su talento, esfuerzo, capacidad de superación y ese ardor guerrero que se ha convertido en su distintivo mediático. Les queda un peldaño para alcanzar la cima que se llama Noruega, una especie de Dream Team del balonmano femenino. Parece inalcanzable pero no tengo duda que para las españolas el europeo no ha terminado.

Cambiando de tema, en el día de hoy ha pasado a formar parte de los cincuentones el gran Arvydas Sabonis, uno de los mayores talentos baloncestísticos de la historia. Un tipo que antes de su primera grave lesión y sin haber cumplido los veinte años era capaz de coger un rebote como pivot, salir botando la pelota como un base y terminar lanzando de siete metros como un alero. Y todo eso desde sus 2,17 de altura. Sus graves lesiones habrían terminado con cualquier carrera, pero era tan grande su talento que tuvo tiempo para triunfar en Europa, estuviese donde estuviese. Le entrevisté en su etapa con el Real Madrid, cuando parecía estación de término de su camino. Le pregunté por la NBA y me enseñó sus muchas heridas de guerra, como diciendo que ya no estaba para esos trotes. Menos mal, porque terminó yéndose a Portland y durante siete años siguió dando clases ante los mejores. Estoy convencido que si Sabas no se hubiese lesionado gravemente, hubiese estado a altura de los grandes pivots históricos de la NBA pues su combinación de talento para anotar, visión para pasar y físico para intimidar le convertía en algo descomunal. Felicidades Zar.

En otro orden de cosas, escucho al vicepresidente de la Plataforma por Afectados de Hepatitis C, que hoy ha protagonizado un encierro en el Hospital 12 de Octubre para protestar por las reticencias de la administración a la hora de administrar un fármaco que se está mostrando extremadamente eficaz (tasa de curación del 95%) pero que por su elevado coste, es suministrado con cuentagotas. “Hay tratamiento, está en la vitrina y no nos dejan cogerlo por dinero” dice Damián Caballero, y uno se pregunta por el orden de prioridades de los mandatarios de esta sociedad de principios del siglo XXI, por cómo es posible que estemos viviendo esta situación, y como dice Caballero, haya dinero para rescatar a la banca o a las autopistas y no para salvar a estos enfermos. Existiendo una relación tan directa entre recursos y supervivencia, ¿donde puede ser estar el dinero mejor utilizado?.

20/12 Sábado

Desayuno viendo el resumen del Memphis-Chicago, primer duelo de la temporada entre los hermanos Gasol y me alegro de haber sido cobarde y haberme ido a dormir en lugar de quedarme a verlo en directo, pues no tiene pinta de que hubiese merecido la pena. Ganan los Bulls pero ninguno de los brothers tiene una noche destacada. Todo lo contrario que Mirotic, que está ganando las habichuelas cada noche. Su adaptación a la NBA está siendo rápida y certera, haciéndose acreedor de un puesto relevante en la rotación. Nunca se puso en duda su talento, pero siempre hay que abrir el melón para saber si está bueno. Por el momento y al menos en estos primeros meses de temporada, la decisión de Mirotic de dar el salto parece acertada por el momento elegido y el equipo en donde ha recalado.

Como frugalmente para lo que suelen ser estas fechas (sólo dos platos y postre) mientras leo las declaraciones de Sergio Ramos en las horas previas a la final del Mundialito afirmando que si el San Lorenzo es el equipo del Papa, el Madrid es el equipo de Dios y del mundo. Hay que ver el trabajo que le damos a Dios haciéndole de tantos equipos a la vez. Cada vez que asisto a una declaración de este tipo o esas tan clásicas de los vencedores agradeciéndole la ayuda prestada, me imagino al ser superior recibiendo simultáneamente peticiones de ayuda por parte de jugadores y aficionados de los dos equipos contendientes. La decisión no es fácil, pues ayudando a uno, perjudicas al otro. Igual elige por número de pecados de los solicitantes, o quizás lo echa a suertes lanzando una moneda al aire. Eso, claro está, suponiendo que exista, que ante las pocas noticias que tenemos de él (y todas supuestas que diría nuestro líder) quizás resulta mucho suponer.

Y ceno viendo a Casillas levantar la copa después de un partido entre regular y malo que no justificó el haber dejado a medias un capítulo de la cuarta temporada de Homeland, una serie que como el ave fénix, ha resurgido de sus cenizas después de una olvidable tercera temporada para recuperar todo su esplendor en la cuarta, que me tiene con en vilo hace semanas. El San Lorenzo elige la vía holandesa de la final del Mundial de Sudáfrica y se dedica a repartir estopa que no le sirve finalmente para nada. El Madrid completa un año espectacular, su futuro se presenta prometedor, Ancelotti es un artista y Florentino Pérez no cabe en su traje viendo triunfar a un colectivo que entiende estar hecho por él. No le falta razón pues altas y bajas llevan su firma. Eso sí, debería poner en un altar a Carletto, ese mismo del que cuentan que estaba defenestrado si Ramos no hubiese metido ese cabezazo en Lisboa. Porque me río yo de las habilidades del Doctor Frankenstein. Lo que ha hecho el italiano ha sido un cuerpo que funciona muy bien con partes que en principio no propiciaban una anatomía al completo por la repetición de ciertos órganos y la ausencia de otros. Pero al final la criatura goza de una envidiable salud y es la envidia del resto. Aunque haya sido por un camino poco convencional, enhorabuena a los premiados.

21/12 Domingo

Dos personas disparan a Carl Herrera cuando le intentar robar en un restaurante de la isla venezolana de Margarita. A pesar de una herida de bala en el brazo y otra en el pulmón, está fuera de peligro. Es noticia aquí porque Herrera jugó una temporada en el Real Madrid, allá por la temporada 90-91. Eran tiempos complicados en la sección blanca, con la muerte de Fernando Martín todavía reciente, la marcha de George Karl y la llegada como entrenador de Wayne Brabender. Herrera acababa de salir de la universidad, fue elegido en segunda ronda por Miami, que traspasó sus derechos a Houston, pero antes de saltar a la NBA prefirió terminar su formación en el Madrid. No se puede decir que le fuese bien, pues su fichaje fue discutido desde el inicio, y la temporada resultó decepcionante tanto individual como colectivamente. Eso sí, años después estuvo en el momento justo en el lugar indicado, y así puede presumir de dos anillos, los que ganó en su etapa NBA en los Rockets de Houston de Olajuwon y Clyde Drexler. Cuentan los que compartieron vestuario con él que era un tipo tímido y discreto, pero un buen tipo que quizás en otras circunstancias hubiese encajado mejor que lo que lo hizo. Desde aquí le deseamos una rápida recuperación.

Como es tiempo de celebraciones, una multitudinaria comida de amistades con sobremesa interminable me hace olvidar que España juega la final de balonmano pero conecto a tiempo para ver el segundo tiempo. Como había sospechado, nuestras chicas no se conforman con la plata y se lo ponen muy difícil a las abusonas noruegas, que tienen que sudar de lo lindo para hacer cumplir el pronóstico. Al final el oro se escapa por poco, pero nuestra admiración hacia ellas, estando muy alta, sube un peldaño más. Televisión Española hace honor, al menos por una vez, de su condición de televisión pública y retransmite por la 1 la final, que congrega a más de un millón cuatrocientas mil personas, un número estratosférico tratándose de balonmano femenino y que es la constatación del impacto conseguido por este equipo. Se han traído la plata para España, y lo más importante, se han ganado la admiración de todos. Mi más cordial enhorabuena.

Os dejo que tengo que mirar si me ha tocado el gordo de la lotería. El jueves os lo cuento.

Buena semana a todos y Feliz Navidad.