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Marruecos replica a Munir: “El patriotismo ni se compra ni se rechaza”

Las autoridades futbolísticas marroquíes lamentan la decisión de la familia Haddadi de que juegue con España

Javier Casqueiro
Munir en su debut con España contra Macedonia.
Munir en su debut con España contra Macedonia. ALBERTO IRANZO (DIARIO AS)

Fueron apenas 13 minutos los que jugó el pasado lunes en Valencia frente a Macedonia pero determinarán su vida y su futura carrera profesional y han abierto una grieta más allá de lo sentimental con el país de origen de sus padres. En Marruecos se han tomado muy mal la decisión del jugador del Barça Munir El Haddadi, de 19 años, nacido en San Lorenzo de El Escorial (Madrid), de preferir la nacionalidad y la selección de fútbol de España. Faouzi Lakjaa, el presidente de la Federación de Fútbol de Marruecos y, sobre todo Badou Zaki, el nuevo seleccionador nacional, han sido duros al acusar al futbolista y a su familia de actuar así solo por conveniencia, se supone que económica. Zaki fue contundente: "El patriotismo ni se compra ni se alquila. La ciudadanía no se rechaza". Luego le deseó mucha suerte.

"Juegue con la camiseta de la Roja o con la de los Leones del Atlas (sobrenombre como se denonima a la selección marroquí) Munir El Haddadi seguirá siendo un abanderado de Marruecos". El titular figura en primera página del periódico Al Bayane bajo la foto a cuatro columnas del jugador regateando el lunes a un contrario de Macedonia. Los artículos, las fotos y las declaraciones sobre el porvenir del joven se han reproducido mucho estos días en Marruecos.

El que peor se lo ha tomado ha sido el nuevo seleccionador nacional, Badou Zaki, exjugador del Mallorca, nombrado en mayo pasado y que tenía grandes esperanzas en la nueva perla del Barça sobre todo ante la Copa de África que Marruecos albergará este invierno. El sábado, además, Marruecos se enfrentaba en Marrakech a la Libia de Javier Clemente. Ganaron 2-0. Tras el encuentro Zaki replicó duramente más que a Munir a su padre, Mohamed El Haddadi, que es el que ha actuado muchas veces como su portavoz y el que se está llevando más palos.

Mohamed El Haddadi, ahora cocinero profesional en España y que llegó al país sin papeles y en patera el 1 de junio de 1966 con 18 años, ha revelado estos días varias veces que el criterio para optar por cuál selección debía jugar su hijo tenía que ver con la rapidez de la llamada: "España ha llamado primero y ha seguido llamando. Si Marruecos lo hubiera convocado él hubiera igualmente respondido a la llamada. Siempre le dije que eligiera el primer equipo que llamase a la puerta".

El presidente de la Federación ha asegurado que él contactó con la familia. Y el seleccionador marroquí también rechaza haberse olvidado de Munir: "Antes de que yo fuese nominado entrenador otros responsables han contactado con el jugador y sus padres". También advirtió, antes del partido clave de este pasado lunes, que si entraba en el equipo de Vicente del Bosque ya no habría marcha atrás. El responsable marroquí que tanteó a Munir y su padre la primavera pasada fue Said Chiba, ahora adjunto al seleccionador. Todo parecía atado.

Pero Munir El Haddadi aún no había explotado entonces futbolística y mediáticamente del todo. El chaval, fan en su juventud del Real Madrid, nació en El Escorial el 1 de septiembre de 1995, pasó por las categorías inferiores del Galapagar, el Rayo Majadahonda y luego arribó, aconsejado por el chef vasco Iñaki Ongay, jefe y mentor de su padre, a La Masía y al Barça sub19. Con ese equipo fue campeón de Europa, dio cinco asistencias y metió 11 goles.

Este verano fue el máximo goleador en la pretemporada con el Barça grande ya de Luis Enrique (cuatro tantos) y forzó la cesión de su competidor en el puesto, Gerard Deulofue, al Sevilla. Luego fue convocado y jugó para La Rojita de Albert Celades y el 24 de agosto salió de titular en el Nou Camp frente al Elche (3-0), con Messi al lado. En el palco le observaba atentamente el ministro de Deportes de Marruecos, Mohamed Ouzzine, que aún creía que podría hacer algo para retenerle.

Los seleccionadores españoles han negado que tras este apresuramiento en citarle para ambas escuadras estuviera detrás una intención declarada de fastidiar a Marruecos. Celades rechazó ningún tipo de complot y aludió a la voluntad del jugador. Del Bosque fue más salmantino: "Munir es español y nació en Galapagar". El delantero, tras semejante vorágine, desmintió haber recibido ninguna presión: "Yo nací en España y desde pequeñito quise jugar con España. Se lo he dicho a los responsables de Marruecos. Jugar con España ha sido un sueño hecho realidad".

En Marruecos, tras la batalla perdida, se ha insinuado que el jugador o alguien de su familia pudiera tener problemas con el pasaporte. No se ha precisado más la acusación. El entrenador nacional sí ha tomado nota del agujero y prepara un viaje relámpago a Alemania para convencer a Karim Bellarabi, delantero del Bayer Leverkusen, de madre alemana de origen ghanés y padre marroquí, para que se convierta en una de sus promesas de futuro.

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Sobre la firma

Javier Casqueiro
Es corresponsal político de EL PAÍS, donde lleva más de 30 años especializado en este tipo de información con distintas responsabilidades. Fue corresponsal diplomático, vivió en Washington y Rabat, se encargó del área Nacional en Cuatro y CNN+. Y en la prehistoria trabajó seis años en La Voz de Galicia. Colabora en tertulias de radio y televisión.

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