El Murcia bajará a Segunda B

El Real Murcia no jugará esta temporada en Segunda División. La Liga de Fútbol Profesional (LFP) ha decidido no inscribir al club pimentonero en la competición de la temporada 2014/15 por incumplir los requisitos financieros debido a su elevada deuda. La medida aboca al equipo presidido por Jesús Samper al descenso a Segunda B. Su plaza en la Liga Adelante la ocuparía el Mirandés.

En el caso del Racing de Santander, el otro club en peligro por su situación económica y sus deudas con Hacienda, la LFP le ha dado un plazo de cinco días naturales para que le aporte información económico-financiera adicional, ya que considera insuficiente la que le remitió el pasado 31 de julio, antes de decidir sobre su inscripción.La LFP comunicará su decisión definitiva a ambos clubes en la reunión que mantendrá el próximo jueves, 7 de agosto.

La LFP entiende que el Murcia ha incumplido los requisitos del ratio de deuda sobre ingresos previstos que no puede superar las 4,5 veces, como constató la auditoría de Grant Thornton. En el caso del club murciano esa cifra se dispara hasta los 5,8, ya que su deuda se eleva a 35 millones de euros de deuda y los ingresos solo a seis millones para esta temporada.

El presidente de la LFP, Javier Tebas, ha indicado que, a diferencia del Racing, el Murcia no tiene margen de maniobra ya que casi toda su deuda es con Hacienda, por lo que la única tabla de salvación es que consiga en cinco días un aplazamiento de su deuda con Hacienda, que se eleva a 12,5 millones. “Es el propio Murcia quien reconoce que no puede cumplir los ratios”, indicó Tebas.

El Murcia se queja del trato de Hacienda y del escaso plazo que les ha dado la Liga

Un acuerdo que se antoja difícil por no decir imposible. La Agencia Tributaria se ha mostrado inflexible con los aplazamientos de deuda. Ayer volvió a advertir que “si un equipo de fútbol desciende de categoría se debe a una norma interna de la LFP, integrada por los propios clubes y, en ningún caso, al grado de cumplimiento de las obligaciones de pago con la Agencia”.

El Real Murcia admite ese incumplimiento pero se queja del trato de Hacienda y del escaso plazo que les ha dado la Liga. El gerente del club, Víctor Alonso, en declaraciones a Efe, explicó que la exclusión es algo que “no nos sorprende” porque reconocen que en la documentación no cumplían con los ratios, aunque intentaron justificar su situación.

Por eso, el club murciano ha remitido un escrito a la Comisión Delegada de la Liga, que debe decidir el día 7, para que deje sin efecto de forma transitoria ese requisito financiero, hasta que el club pueda reducir su deuda para cumplirlo.

El club no ha podido conseguir aplazar la deuda con Hacienda, y ha presentado un recurso ante el Tribunal Económico-Administrativo contra la decisión de la Agencia Tributaria de negarle el aplazamiento. Sin embargo, afirmó haber saldado la deuda con los jugadores, que ascendía a 700.000 euros. El jueves un millar de aficionados del Murcia se concentraron frente a la Delegación de Hacienda para reclamar el aplazamiento del pago de la deuda por parte del club.

La situación del Racing es muy distinta, según la opinión de la Liga. Ha conseguido alargar su deuda gracias al acuerdo con acreedores privados —entre ellos, los jugadores— “y ahora tendrá que acreditar cómo y de qué forma lo ha conseguido”, dijo Tebas, que se mostró optimista de que el club cántabro pueda competir esta temporada en la Liga Adelante. El conjunto racinguista debe a Hacienda 6,5 millones de euros.

Además de las implicaciones deportivas, el conflicto se ha trasladado a la LFP y la Agencia Tributaria, que se responsabilizan de la situación de los clubes. Tebas volvió a ayer a cargar contra los actuales responsables de la AEAT, recordándoles que, con la misma ley vigente de 2012, se hicieron aplazamientos a clubes y que ha habido un cambio de postura desde el pasado 1 de enero, en referencia a la nueva directora de recaudación, Soledad García, a la que los clubes han acusado de intransigencia.

Tebas también replicó el argumento de la AEAT de que no tienen nada que ver con el reglamento de la LFP, recordándole que la Ley del Deporte les otorga un control sobre la deuda de los clubes y, por tanto, tienen que mantener una armonización con Hacienda en esta materia.

“No es un tema de un certificado, es un problema de viabilidad y para que los clubes lo sean es fundamental tener el aplazamiento aprobado por la AEAT porque si no la LFP no puede admitir a los clubes que no pueden pagar porque lo tienen todo embargado por la Agencia Tributaria”, añadió Tebas.