La última lección de Rossi
El piloto italiano de Yamaha corrige su estilo: levanta antes la M1 para salir mejor posicionado de las curvas
Cuando llegó al parque cerrado después de una deliciosa batalla con Márquez por la victoria en la primera carrera del año a Valentino Rossi le recibió un equipo eufórico:
-¿Has visto? Se puede hacer, - le espetó uno de sus técnicos de siempre, Matteo Flamigni. Subir al podio no fue un regalo inesperado. No era circunstancial. Llevaba muchos meses trabajando.
Tiene 34 años. Pero se lo sigue pasando en grande. Sobre todo cuando siente que todavía puede ser un rival a tener en cuenta. Está feliz porque vuelve a acaparar los focos, como en Catar hace unas semanas, señal inequívoca de que su terapia de choque da resultado. Cuando se bajaba la persiana a la temporada anterior, el pasado mes de noviembre en Valencia, Rossi comunicó a su jefe de mecánicos, Jeremy Burgess, que su travesía juntos había terminado. 14 años de convivencia y siete títulos de MotoGP después, el italiano adelantaba unos meses la ya prevista jubilación del técnico australiano. Necesitaba un cambio. Y fichó a un total desconocido: Silvano Galbusera. Y se propuso abandonar a finales de este 2014 si la cosa no funcionaba. Antes, claro, debía hacer todo lo posible para entender si podía ser competitivo, al menos como lo era antes de marchase a Ducati para perderse en dos años en los que no llegó a ninguna conclusión útil y las alegrías fueron muy pocas.
“Sí, dije que quería ver si era competitivo, pero de momento no ha ido mal. Quiero continuar”, declaró a su llegada al circuito de Austin, una plaza tan complicada que la cree crucial para dilucidar cuál será su nivel este curso. Recuerda el italiano que también en 2013 empezó con buen pie en Catar –terminó segundo– para luego caer a la sexta plaza y terminar a más de 16 segundos de Márquez en la siguiente carrera, la de este mismo gran premio de Las Américas. Este año, sin embargo, las sensaciones son diferentes. “Soy más rápido. Y estoy más fuerte. No solo por la carrera de Catar, sino porque ya era rápido en la pretemporada y tengo buenas sensaciones desde los test de Malasia (en febrero) tanto en lo que se refiere a ser capaz de hacer una vuelta rápida, como en el ritmo. Seguro que lo puedo hacer mejor que el año pasado”.
¿Qué ha cambiado? Dice su nuevo jefe de mecánicos que el piloto ha trabajado muy bien durante el invierno. Además, está intentando cambiar su estilo de pilotaje: “Está intentando corregir la posición de la moto porque las nuevas gomas no tienen tanto agarre en máxima inclinación y la moto se mueve ligeramente, así que está intentando mejorar la salida de la curva, modificando su estilo: levantar antes la moto y salir antes, para adecuarse mejor a las gomas. Eso a su edad no es fácil, pero se está empeñando muchísimo”. “Además, la frenada está mejorando gracias a que Yamaha ha cambiado la forma en la que utiliza el freno motor y también a algunos conocimientos que he aportado yo. Caminamos en la dirección correcta”, añade Galbusera, que ya ha recibido toda suerte de halagos de parte del piloto. “En una semana hemos hecho más de lo que hemos podido hacer en un año”, dijo Rossi en Losail, el primer fin de semana de carreras del año.
“Agradezco sus palabras, se nota que Valentino ha encontrado en mi forma de trabajar algo positivo que le ha ayudado también a entender mejor la moto”, dice al tiempo que confiesa que todavía está viviendo un sueño. Este italiano de 57 años, que no tenía experiencia en MotoGP y que conoció a Rossi en unos test con la Yamaha de Superbikes, le ha devuelto la motivación a un piloto con nueve títulos mundiales pero inseguro de sus propias capacidades en los últimos años. “El año pasado no era capaz de tener esta misma confianza con la moto y por eso no podía exprimirla al máximo”, señala. Y añade: “Todos necesitan a gente a su alrededor que crea en ellos, también los campeones, y que toda esa gente del 110% para llegar al resultado deseado. Seguramente el año pasado no tenía este estímulo”.
Galbusera confía en sus posibilidades: “Creo que Valentino todavía puede dar mucho. Con la moto adecuada y la confianza justa todavía puede divertirse y hacer que lo disfrutemos”. ¿Incluso pensar en el título? “¿Por qué no? Yo lo he conocido ahora, pero lo he seguido durante muchos años y creo que el talento no desaparece de golpe”.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.