Incógnitas y certezas

Wimbledon, por su superficie, es el torneo con más sorpresas y más incógnitas. Aparte de Michael Llodra, de Nicolas Mahut o de Feliciano López, que tienen un juego muy adaptable a esta superficie, apenas quedan especialistas a la vieja usanza, de los de saque-red. Los favoritos ganan porque son muy buenos, porque se imponen donde sea, independientemente de la superficie. Así llegan a Londres los cinco mejores tenistas del mundo, casi igual de favoritos para la victoria si no fuera porque el cuadro de Roger Federer y Rafael Nadal, que se cruzarían en cuartos, es más difícil.

Novak Djokovic. Esta es una una superficie que le gusta. Aunque no se vería con Rafael Nadal, Federer o Andy Murray hasta la final, no debería confiar en que todo va a ser un paseo para él. Por su lado del cuadro están Tommy Haas o Tomas Berdych, dos tenistas que ya le han vencido este año y que no van a dudar como lo harían otros si le pueden ganar, además de David Ferrer. No le cuesta nada en particular en hierba. No tiene ningún hándicap. Campeón en 2011, es uno de los claros favoritos.

Andy Murray. Aunque acaba de ganar el Queen’s,  es una incógnita cómo llega a Wimbledon, por la lesión en la espalda que le ha quitado continuidad en los últimos meses. Pese a que el año pasado llegó hasta la final y se quedó muy cerca de la victoria, este año es incluso más peligroso, porque desde entonces ha ganado un grande, el Abierto de EEUU, y los JJOO, que se celebraron en Wimbledon. Eso demuestra que tiene controlada la presión de jugar en casa. Es tan favorito como el que más. Al ser británico, ha mamado el tenis en hierba. Su juego es muy variado, con mucho slice, buen saque y excelente resto, lo que le ayuda.

Roger Federer. Es de los pocos tenistas del cuadro que vivió la época en la que la hierba era rapidísima, de saque y volea continuo, de pocos intercambios, de pocos puntos largos. Si uno ve un vídeo de hace 10 años, de cuando ganó, se ve la diferencia. Ya casi ni sube a volear, pese a que es de los pocos especialistas que quedan, porque la superficie le obliga a jugar de fondo. Se ha adaptado a la hierba moderna. Este es el grande en el que se siente más favorito, pero le ha tocado el peor sorteo posible. No sé si le veo ganando a Rafa en cuartos, a Murray en semifinales y a Djokovic en la final, su camino si se impone el ránking. El sorteo le hace un poco menos favorito.

David Ferrer. Está ante una muy buena oportunidad de llegar lejos, como en Roland Garros. Nunca ha hecho semifinales en Wimbledon, y tendrá grandes jugadores en el camino (Del Potro, Dimitrov), pero se ha demostrado infalible ante los que no son los cuatro magníficos. Solo pierde ante ellos en citas importantes. En París aprovechó su camino (finalista), como en Miami (finalista), igual que antes en el Masters de París-Bercy (campeón). Es muy fiable. Aunque tiene esa barrera, sin Djokovic, Murray, Federer o Nadal en el horizonte hasta semifinales, y en su maravilloso momento, puede soñar. No tiene que renunciar a nada.

Rafael Nadal. Tampoco ha tenido un buen sorteo, por mucho que le tenga la medida tomada a Federer. En cuartos y en hierba cruzarse con el suizo no es nada fácil, además de tener a Murray en su mitad, siempre hipotéticamente hablando. Hay que ver cómo responde la rodilla en hierba, aunque creo que no tendrá problemas. Llega con muchísima confianza tras su excelente temporada y es competitivo aunque juegue en la Luna. Es tan favorito como el que más.