Vía libre a la marcha de Cal
El CSD, el COE y la Federación de Piragüismo no realizan contraoferta para evitar que el campeón se vaya a Brasil
David Cal comenzará el camino hacia el objetivo de la sexta medalla olímpica en Brasil. Sólo la firma del contrato que vincula a su entrenador con el comité olímpico del país anfitrión de los Juegos de 2016 le separa de una nueva experiencia que los rectores del deporte español tampoco han querido detener.
Responsables del Consejo Superior de Deportes, de la Secretaría General para el Deporte Gallego, la Federación de Piragüismo y el Comité Olímpico Español se reunieron ayer y determinaron que no harían una contraoferta para que el preparador de Cal, el pontevedrés Jesús Morlán, reconsiderara su idea de hacer las maletas. Entienden además que hay motivaciones personales en la decisión del técnico, que quiere estar cerca de su familia, residente en Colombia. La próxima semana ambos están citados en el Consejo Superior de Deportes para presentar una planificación deportiva y a partir de ahí en cuanto Morlán selle su acuerdo en Brasil empezarán a preparar una ruta que tendrá una primera destacada estación de paso en el Mundial que se celebra en Alemania el próximo mes de agosto. “La idea es acudir, pero vamos a ver cómo llevamos la preparación”, matiza Cal, que siempre enfoca su estrategia a la cita olímpica.
“No es una cuestión económica”, explican tanto Morlán y Cal como los dirigentes deportivos. Pero lo cierto es que las idas y venidas del piragüista encarecerán el coste de su preparación. “Obviamente no es lo mismo viajar a las concentraciones desde Brasil que desde Madrid”, asumen en el Consejo Superior de Deportes, pero entienden que la situación es similar a la que se produce con otros deportistas. Y además Morlán triplicará su salario.
No es una cuestión económica”, explican tanto Morlán y Cal como los dirigentes deportivos
En todo este proceso se han percibido heridas que el tiempo no ha suturado, una tirantez de los protagonistas con su federación, a la que acusan de falta de afecto. “No sé a que se refieren, ni si el cariño tiene que ir acompañado de otras cosas. A mí no me gusta desplazarme a ver o a interferir en el trabajo cotidiano de los deportistas. Los veo en las competiciones”, apunta Juan José Román, presidente de la Federación Española de Piragüismo, al que Cal reprochó poner en duda sus opciones de llegar a Río con garantías. “Él mismo lo dijo el pasado fin de semana: que iba a luchar por estar allí en 2016, pero que no sabía en qué condiciones iba a llegar”, se defiende Román, que reconoce retrasos en los pagos de las becas ADO a sus deportistas en el anterior ciclo olímpico. Hasta siete meses llegaron a deberles. “Lo que puedo garantizar es que no utilizamos ese dinero para otras cosas, fue un problema de justificaciones y libramientos de pagos, pero ya están todos al día”, explica.
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