‘Harry’, primer presidente del Racing que cobrará un sueldo del club

Por primera vez en casi 100 años de historia, el presidente del Racing de Santander, penúltimo en Segunda División, e inmerso en una crisis institucional que parece no tener fin, cobrará un sueldo del club. Así lo aprobó este jueves la junta de accionistas tras ocho horas de tensa reunión. Una junta que había sido suspendida el día anterior después de que el máximo dirigente del club, Ángel Lavín, Harry, intentase en vano expulsar a los periodistas que pretendían cubrir el acto. Será el propio Harry el primer presidente en cobrar del Racing: 3.140 euros al mes con 14 pagas.

La segunda jornada, según constatan varios asistentes, fue también bastante tensa, tónica habitual ya en cualquier acto oficial del equipo cántabro. A pesar de que se celebraba a puerta cerrada y que un día antes Harry había intentado evitar que no hubiese prensa en ella, la mayoría de periodistas accedieron a la junta gracias a los títulos que les cedieron algunos de los accionistas.

Haciendo valer los votos de los representantes de WGA, la empresa de Ali Syed, dueño del 99% club, Harry, el único consejero presente en el acto, fue aprobando uno a uno los siete puntos del orden del día. Entre ellos, además del sueldo al presidente, destaca la acción de responsabilidad contra el consejero Manolo Saiz –enemistado con el resto de la dirección desde el pasado verano- y una modificación de los estatutos para que, en el futuro, el consejo de administración pueda estar formado por un mínimo de tres directivos. En tal caso, Harry, y por ende Francisco Pernía, expresidente del Racing y lazo de Ali Syed, tendrían un control aún más estricto del club.

Los gritos y encontronazos  se repitieron hasta las cinco de la tarde, cuando se dio por concluida la junta

La maratoniana reunión de este jueves no estuvo exenta de tensión entre el presidente del club y los pequeños accionistas, que libran una batalla contra el actual consejo desde hace muchísimos meses y que no cesan en su empeño de buscar una salida al club. Los gritos y encontronazos de unos y otros se repitieron hasta las cinco de la tarde, cuando se dio por concluida la junta.

Un día antes, el club había intentado que los periodistas no accediesen a la junta, argumentando que se iban a tratar “asuntos delicados”, en referencia a la denuncia contra Manolo Saiz. A pesar de ello, los informadores acreditados permanecieron en el vomitorio del Sardinero. Varios asistentes aseguran que el secretario del consejo, el abogado Juan Antonio Berdejo, llegó a instar al responsable de los agentes: “Hagan lo que sea necesario para que se vayan”. “Ha sido surrealista, fascista”, aseguraba un periodista cántabro el miércoles por la tarde. Harry, por su parte, rechazaba estos términos: “Somos antiviolencia, no hemos querido echar más leña al fuego, pero es que en Cantabria la prensa parece más del corazón que de otra cosa”.