El destructor de servicios

Novak Djokovic se clasifica para la final de la Copa de Maestros, donde hoy (21.00, Tdp) le espera Roger Federer -el suizo ganó 7-6 y 6-2 a Andy Murray, por dos cosas: porque Juan Martín del Potro, su rival de semifinales, acaba agotado (4-6, 6-3 y 6-2) y porque el poderoso servicio del argentino, inabordable de inicio, acaba transformado de misil en pistola de agua. El número uno mundial se procura 10 bolas de break y suma el 40% de los intercambios que pelea al resto durante el duelo. Tras Rafael Nadal, cuyas estadísticas están distorsionadas porque una lesión le ha impedido disputar media temporada, el serbio es el mejor en ese arte: gana el 35% de los juegos al resto, convierte el 47% de los puntos de break y hace suyos más de la mitad (56%) de los peloteos que comienzan con el segundo saque de su contrario.

“Juan Martín es un gran sacador... tenía muy claro que iba a ser clave meter tantos restos como fuera posible y obligarle a jugar peloteos largos”, dijo en una rueda de prensa en Londres el número uno mundial, que ya celebró el título en 2008 y que en 2011 pasó sin pena ni gloria por el torneo. “Siempre creí que podía remontar, y cuando recuperé el break [llegó a perder 3-6 y 1-3] comencé a jugar un tenis prácticamente inmaculado”, cerró.

Cuando Nole limó la diferencia y enjugó ese set y break de desventaja, llevó el partido a donde Del Potro no quería: un tercer set tras más de hora y media quemando piernas y energías. Entonces, se empezó a competir a cara de perro, y Del Potro acabó desnudo. Mientras el pulso fue una sucesión de puñetazos, un combate de pesos pesados, el argentino llevó la voz cantante. Cuando el cruce le exigió alternativas, variantes, algo más que el palo y tentetieso, un plan b que protegiera sus agotadas fuerzas, quedó retratado: el número uno llegó a ganar 12 puntos seguidos en el inicio del tercer set. En consecuencia, triunfó Djokovic y reivindicó así su resto y sus pulmones.

Marcel Granollers y Marc López se clasificaron para la final de dobles

“Si no juegas todo el partido a tu mejor nivel, es muy difícil ganarle”, dijo el argentino sobre el serbio, al que derrotó este verano en la lucha por el bronce olímpico en los Juegos de Londres 2012. “Él hizo la diferencia”, se despidió el de Tandil, que estuvo tremendo durante set y medio.

Por otra parte, Marcel Granollers y Marc López se clasificaron para la final de dobles, donde se medirán a Bhupathi y Bopanna, tras eliminar ayer (6-4 y 6-3) a Marray y Nielsen, campeones de Wimbledon 2012. Los doblistas, que el próximo fin de semana participarán en la final de la Copa Davis contra la República Checa, están rompiendo barreras. Ninguna pareja de La Armada se había clasificado para el torneo desde 1994; ninguna dupla nacional había peleado por la Copa desde 1990 (Casal-Sánchez); y únicamente Orantes y Gisbert lo tienen en sus vitrinas (1975). Solo Corretja, el seleccionador, que apostó por ellos, podría haber previsto su éxito fuera de la arcilla: semifinalistas sobre el cemento del Abierto de EEUU y como poco finalistas bajo el techo de Londres.