Camoranesi, una “notoria torpeza” con un coste de 50.000 euros
El exjugador del Juventus y la selección italiana, condenado a indemnizar a un futbolista aficionado al que lesionó en 1994 de por vida
La entrada fue escalofriante. Mauro Camoranesi, aguerrido exjugador del Juventus y la selección italiana, tenía entonces 17 años y jugaba en el modesto Aldosivi de Mar del Plata. El centrocampista, que apura ahora el tramo final de su carrera en las filas del Racing de Avellaneda y contabiliza ya 35 primaveras, arremetió con violencia contra Roberto Pizzo, un rival del Alvarado. Divisó el control defectuoso de su oponente, tomó carrera y cargó contra su rodilla izquierda, que quedó hecha añicos.
La acción, que truncó la trayectoria futbolística de Pizzo para siempre y desató una gran trifulca, persigue todavía a Camoranesi. Condenado en 2010 ya por la Cámara Civil y Comercial de Buenos Aires, anoche recibió la ejecución oficial de su castigo, ratificado por la Corte Suprema de Justicia bonaerense por el incidente, que tuvo lugar un 14 de agosto de 1994. El centrocampista, por tanto, deberá indemnizar a Pizzo con 32.000 euros más los intereses.
“Si bien no se puede calificar el accionar como intencional, denota una notoria torpeza, un exceso en la práctica del deporte, anormal y evitable y grosero apartamiento de las reglas del deporte”, indicó el tribunal de primera instancia que condenó a Camoranesi, nacionalizado italiano y campeón del mundo con La Azzurra en 2006. Mientras, los médicos diagnosticaron que la rodilla de Pizzo, intervenido en varias ocasiones, redujo su movilidad en un 39 por ciento.
Después de ese episodio, Camoranesi accedió al profesionalismo y jugó en los equipos de los mexicanos Santos Laguna y Cruz Azul, mexicanos. Marchó después a Uruguay, al Montevideo Wanderers, antes de regresar a Argentina, con la camiseta del Banfield. Tomó acto seguido rumbo a Italia, donde desfiló primero en el Hellas Verona y fue reclamado más tarde por el Juventus, en el que permaneció del 2003 a 2007, con 288 partidos a sus espaldas. Probó fortuna en la Bundesliga, en el Sttutgart, y regresó de nuevo a su país. El Lanús y el Racing han sido sus dos últimos destinos.
Después de ese intenso periplo, todavía le persigue su entrada a Pizzo. Ahora debe pagar el precio a una entrada salvaje.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.