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Un muerto sin explicación

Fallece el joven herido tras el partido Athletic-Schalke del jueves Familiares y amigos discrepan con la Ertzaintza sobre lo ocurrido durante los disturbios El consejero de Interior, Rodolfo Ares, comparecerá este viernes en la Cámara vasca

Amigos y familiares de la víctima expresan su dolor.
Amigos y familiares de la víctima expresan su dolor.MIGUEL TOÑA (EFE)

Iñigo Cabacas Liceranzu, el joven de 28 años herido tras los incidentes ocurridos al término del encuentro del jueves entre el Athletic y el Schalke, correspondiente a la Liga Europa, murió ayer al filo de la una de la tarde en el Hospital de Basurto, en el que permanecía en coma por una lesión cerebral. Desde que se produjeron los incidentes hasta ayer, aún no existe ninguna versión oficial sobre las causas que motivaron el trágico acontecimiento. Según las primeras explicaciones del departamento de Interior del Gobierno vasco, la Ertzaintza recibió una llamada alertando de la presencia de un joven herido en una calle de los aledaños de San Mamés. Según Interior, la policía recibió varias llamadas en las que se comunicaba que había “una persona herida, semiinconsciente y sangrando por la cabeza junto a la herriko taberna [sede social de la izquierda abertzale] en María Díaz de Haro. Según los agentes, cuando llegaron al lugar del suceso, fueron recibidos por un grupo numeroso de jóvenes radicales que les lanzaron objetos, a lo que respondieron con material antidisturbios.

Más de mil personas

La versión de los familiares, amigos y compañeros del joven fallecido difiere absolutamente de la que alegan desde la Ertzaintza. Afirman que Iñigo cayó herido a raíz de la intervención policial y aseguran que el coma y la muerte se deben al impacto de una pelota de goma lanzada a muy corta distancia por los agentes durante los disturbios. Después de tres días en estado de coma, conectado a la ventilación mecánica, los médicos que atendían a Iñigo en el hospital bilbaíno comprobaron, al retirarle la sedación, que se había producido la muerte cerebral.

Lo que más extraña en este caso es que, a pesar de que los sucesos se produjeron el jueves, no existe ninguna conclusión oficial sobre lo sucedido. El consejero de Interior, Rodolfo Ares, ha registrado hoy, a petición propia, su solicitud de comparecencia urgente para dar explicaciones en la Cámara vasca. La Comisión parlamentaria ha fijado la intervención del titular de Interior para este viernes 13 de abril a las 11.00 horas.

Ares, que el pasado viernes ordenó abrir una investigación, aseguró que esta llegará "al fondo del asunto", pero que requiere tiempo para llegar a una conclusión definitiva. "Por ello nos ponemos a entera disposición del juez”, explicó el consejero.

Por otra parte, se espera que la autopsia del cadáver pueda ofrecer más datos sobre el motivo de la muerte y esclarecer si se produjo antes o después de que llegara la Ertzaintza al lugar de los hechos, así como el objeto o la circunstancia que causó el fallecimiento del joven.

El consejero de Interior asegura que la investigación “llegará al fondo del asunto”

Precisamente en la callejuela donde se produjeron los hechos se concentraron ayer más de mil personas en un emotivo homenaje a Iñigo presidido por una pancarta que rezaba "No hay derecho". Sobre una bandera de la peña Piratak, del Athletic, a la que pertenecía el joven, familiares y amigos colocaron flores y velas en un ambiente solemne en el que se pidió “absoluto respeto”. Durante 15 minutos la multitud guardó un silencio roto apenas por los sollozos ahogados de los allegados de la víctima, que no podían contener la emoción. Dos de ellos llegaron a desvanecerse por unos instantes, acusando la tensión acumulada después de los días en que Iñigo estuvo en coma. Al finalizar el cuarto de hora de recogimiento, los cientos de personas concentradas prorrumpieron en aplausos. Algunos espontáneos en la retaguardia comenzaron a corear “Herriak ez du barkatuko” (“El pueblo no lo perdonará”), consigna que apenas se repitió tres veces ante el rechazo frontal de los amigos del fallecido: “¡Ni un grito! ¡Silencio!”. Bajo esa premisa se fueron dispersando los asistentes. Algunos de los amigos, que rehusaron dar sus nombres, sugirieron inminentes concentraciones en repulsa por lo que consideran “una brutal actuación policial”, una vez que se conozcan los resultados de la autopsia.

Representantes de todos los partidos de la coalición abertzale Amaiur no esperaron a las versiones documentadas de los hechos. En una rueda de prensa celebrada ayer en Bilbao pidieron la dimisión del consejero de Interior, Ares, a cuyo entorno acusaron de “ocultar y manipular los hechos”. Según Amaiur, el joven es “la última víctima de la cruda violencia policial” que Euskadi “viene sufriendo en las últimas décadas” y exigieron la “inmediata investigación y depuración de responsabilidades”.

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