Tenis o golf, ustedes deciden
Dos deportes con tantas semejanzas y diferencias: ¿cuál es más difícil?
En el mundo del tenis profesional, entre los jugadores, desde hace tiempo siempre ha habido un debate, poco objetivo, sobre qué deporte entraña más dificultad. Se da por hecho que ser un gran jugador en cualquier deporte tiene un mérito enorme y conlleva muchas dificultades. Se habla de golf porque muchos tenistas adoran este deporte y son asiduos practicantes incluso mientras están jugando torneos alrededor del mundo. También porque son dos deportes con muchos puntos en común.
Son deportes individuales, con un ránking que vas ganando cada semana, juegas en igualdad de condiciones con el resto de participantes, compites con un instrumento que manejas con la mano tratando de golpear una pelota, requieren de muchísima precisión y concentración, y en ambos, al no jugarse con tiempo, no puedes tratar de aguantar el resultado a la hora de ganar, sino que tienes que ir a por la victoria.
Pero yo siempre quise profundizar en las diferencias. Hace unas semanas tuve el placer de conocer a Álvaro Quirós, ganador de seis torneos del circuito europeo y actual número 33 del ránking mundial. Y quién mejor que él para debatir sobre varios aspectos que marcan las diferencias entre uno y otro deporte.
Quería diferenciar y explicar cuatro aspectos importantes. Seguro que hay más, pero estos son los que considero más destacables.
1. Sistema de competición. El tenis siempre es por eliminación. Es decir, si pierdes ya no tienes opción de seguir jugando. No así en el golf, donde excepto una vez al año, que es match play, tienes dos días asegurados, y si pasas el corte son cuatro. Eso hace que en el tenis la tensión sea máxima cada día, pero también es verdad que si en un grande vas ganando dos sets a cero te permite relajarte por momentos, más a menudo en el saque del adversario. En golf, relajarte o dosificarte, según Álvaro, es factible en algún hoyo, y eso se traduce en no arriesgar y simplemente ir a por el par, pero generalmente la concentración durante los cuatro días de competición es máxima.
2. Rivales. Tomando como referencia un torneo del Grand Slam en ambos deportes, a pesar de que en el tenis haya 128 participantes, el ganador realmente tiene a siete rivales, uno por ronda. Supuestamente, a medida que vas avanzando los rivales son cada vez mejores, pero tu mentalidad tiene que ser el intentar ser mejor que tu oponente en ese día indicado. En el golf empiezan 120, de los cuales quedan 60 al terminar el segundo día. Tu rival no es solo tu compañero de campo, sino que puedes llegar a tener 8 o 10 rivales al mismo tiempo, además de que las condiciones del campo van cambiando a lo largo del día, favoreciendo un poco a los que salen antes al mismo.
3. Aprendizaje. Para llegar a divertirte y engancharte jugando al tenis, empezando de cero, tienen que pasar un par de años. Es un deporte muy lento en ese aspecto, donde los progresos apenas se ven. Además de que si quieres ser un gran jugador, el físico, en general, es importantísimo. Estos factores, entre muchos otros, descartan a muchos futuros jugadores potenciales. En el golf, el aprendizaje es más rápido y cuenta con una gran ventaja, que es el hándicap. En unos meses, gracias a ello, puedes llegar a jugar con alguien que lleva jugando más de 10 años. Esto hace que mucha gente se enganche. Me sorprendió lo que me dijo Álvaro sobre la edad máxima a la que un jugador de golf debe coger un palo por primera vez. En el tenis, si a los ocho años no has cogido una raqueta, es casi imposible llegar a ser profesional. En el golf, hasta los 15 puedes tener esa opción, aunque obviamente cuando antes lo hagas mejor. También el físico, al importar menos, hace que el abanico de jugadores potenciales sea más amplio.
4. Por último, y muy importante, son los nervios y presión en el momento de ganar. El tenis es un deporte en movimiento con una pelota que a veces te viene a más de 200 kilómetros por hora. Eso hace que tengas poco tiempo para pensar, exigiendo una alta capacidad de reacción y espontaneidad, haciendo que la concentración para golpear la bola sea absoluta, olvidándote de cualquier otro factor que te rodea. Así y todo, cerrar el partido cuando lo vas dominando no es tarea fácil. El golf, por su parte, es estático, con lo cual las variables se reducen, y en el que tienes mucho más tiempo para pensar y tratar de controlar los nervios para que no jueguen en tu contra.
Con estas diferencias descritas anteriormente, no se pretende por mi parte enjuiciar qué deporte es más o menos difícil, sino exponerlas junto a un gran profesional como es Álvaro Quirós, para que todos ustedes juzguen.
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