El efecto Barea

Miami acababa de recuperar el factor cancha en la primera oportunidad. Tras la gran remontada de Dallas en el segundo partido de las finales de la NBA, los Heat habían devuelto el golpe moral asaltando el American Airlines Arena y colocando el 2-1 en la eliminatoria. Rick Carlisle, el técnico de los Mavs, decidió entonces que necesitaba dar un giro al equipo, saltándose todos los manuales de estilo.

Hasta ese momento, Dallas había disputado 100 partidos durante la temporada. Únicamente en dos de ellos el base, Juan José Barea, había formado en el quinteto inicial. Pese a ello, y contra la ortodoxia que recomienda no buscar soluciones en el tramo final de la temporada que no hayan sido probadas durante el curso, Carlisle dio la titularidad a Barea, habitualmente encomendado a ejercer de revulsivo. El resultado: tres victorias consecutivas para los Mavericks y el anillo de campeones.

"Es una de las mejores relaciones que he tenido con un entrenador en mi vida. Él ha tenido confianza en mí y yo me la he ganado. Le he demostrado que puedo. Lleva todo el año poniéndome en situaciones importantes, para que jugara bien", dijo Barea sobre el nuevo papel que le asignó Carlisle, tras ganar el campeonato.

El técnico tejano se mantuvo fuerte en su apuesta por el menudo base (1,77 metros) pese a que en la victoria del cuarto partido Barea no cuajara un buen encuentro -8 puntos, con tres de nueve en el lanzamiento-. Y acertó. El puertorriqueño trasladó al cinco inicial sus habituales las virtudes de desatascador, con una enorme valentía de cara al aro. Compartiendo pista con Jason Kidd, el base titular, era muchas veces Barea el encargado de buscar el primer desequilibrio gracias a su escurridiza velocidad. "Estuvo fenomenal atacando el arto, anotando tiros difíciles y generando otros para el resto", ha asegurado Dirk Nowitzki. Solo el ala pívot alemán y Jason Terry han anotado más en los dos últimos choques que Barea, que ha acumulado 32 puntos.

"Fue una canasta gigante, una canasta gigante. La quería, la busqué. Necesitábamos una gran canasta en ese momento y la conseguí", explicó Barea sobre el triple que anotó en el último cuarto del sexto partido, en el que junto a Terry sostuvo ofensivamente a Dallas mientras duró el desacierto del ala-pívot alemán, que no dudó en explicar la importancia del boricua: "Ha sido un apoyo excepcional para nuestro equipo. No tengo ninguna duda que la gran diferencia a partir del cuarto partido fue la titularidad de J.J [Barea]".