El Valencia aparta a Miguel
El defensa portugués llega tarde una vez más a una sesión de entrenamiento
Cansados de sus actos de irresponsabilidad, el Valencia ha decidido apartar de manera indefinida a Miguel Brito, que, una vez más, llegó tarde a una sesión de entrenamiento. Un escueto comunicado oficial del club así lo ha anunciado tras reunirse su consejo de administración con Manuel Llorente a la cabeza y el cuerpo técnico con Unai Emery al frente. A pesar de la densidad del calendario, que en las próximas dos semanas obligan al Valencia a disputar cuatro partidos de Liga y la vuelta de los octavos de final de la Champions en Gelsenkirchen ante el Schalke, la cúpula valencianista acordó que Miguel, al que se le ha abierto un expediente disciplinario, trabaje al margen del grupo y no participe en la competición.
Ciclicamente, a Miguel le da por cometer actos de indisciplina inapropiados para un deportista profesional. Una vez más, el lateral llegó tarde, esta vez una hora, a la sesión de entrenamiento del Valencia cuyo inicio estaba previsto para las 10.30 horas de la mañana y a la que los jugadores tienen que acudir obligadamente media hora antes. El internacional luso llegó con prisas a la Ciudad Deportiva de Paterna, a eso de las 11.20 horas. "Cada uno es ya bastante mayorcito y responsable de sus actos", declaró el portero Guaita, preguntado al respecto. Miguel, a la salida del lugar de trabajo con su vehiculo, requerido por los periodistas y preguntado por su retraso, espetó con cierta soberbia "¿tú crees?".
A su rendimiento deportivo inconstante, Miguel resulta reincidente en el desorden horario. La temporada pasada acumuló dos demoras en la llegada a sus obligaciones. En una de ellas, llegó tarde a la fotografía oficial del equipo. Propósitos de enmienda y de reinserción por parte del portugués, multas económicas impuestas por el club y pérdida de la titularidad y del favor de la grada, ha sido el precio que ha pagado Miguel en repetidas ocasiones por su apego a la cama.
Cuestiones menores comparadas con los problemas que tiene pendientes con la Fiscalía de su país, que le acusa de tenencia ilícita de armas tras un altercado sucedido en una discoteca de Lisboa en las navidades de 2009 y donde, al parecer, Miguel anduvo de por medio. El fisco luso también reclama deudas al defensa.
Dos temporadas atrás, otro portugués del Valencia, Manuel Fernandes, en la actualidad cedido al Besiktas turco, junto a unos amigos, resultó detenido y pasó una noche en la comisaría de Valencia, tras una multitudinaria discusión en un local de copas. A Fernandes, cómo no, lo acompañaba Miguel.
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