De Jong da equilibrio a Holanda
El mediocentro, fijo en el esquema de Van Marwijk por su capacidad defensiva, regresa tras haberse perdido la semifinal.
"El fútbol consiste en ganar; la manera de hacerlo no importa". Así se expresaba Nigel de Jong (Ámsterdam; 1984) tras el segundo partido de su selección, Holanda, contra Japón. La oranje había despachado ambos encuentros -contra Dinamarca (2-0) y contra los nipones (1-0)- con un fútbol efectivo pero sin espectáculo. De Jong no se justificaba, estaba defendiendo el modelo de juego de su entrenador, Bert van Marwijk. El modelo que ha llevado a Holanda a su primera final del Mundial desde 1978 y con el que ha ganado todos los partidos desde que empezó el torneo. Hoy, frente a España, De Jong formará parte del once titular, como lo lleva haciendo desde que deslumbrara en la Eurocopa de Austria y Suiza de 2008.
Entonces Holanda jugaba de otra manera, pero De Jong era esencial para permitir que los delanteros tuvieran libertad para atacar. Con él como medio centro defensivo, tenían las espaldas cubiertas. En Sudáfrica, el trabajo es exactamente el mismo. Junto con Van Bommel ejerce las funciones de guardaespaldas del equipo: roba, pelea, hace coberturas a los laterales, faltas técnicas y, aunque no se maneja bien con el balón, no se complica a la hora de jugarlo. Su salida con el cuero casi siempre es correcta.
De Jong proporciona a la oranje un equilibrio esencial entre la defensa y el ataque. Es un portento físico que no se arruga ante los rivales. Ese ímpetu le llevó a ver la segunda amarilla del torneo en el partido de cuartos contra Brasil y a perderse, por tanto, la semifinal frente a Uruguay. Su ausencia se notó. Su sustituto, De Zeeuw, pasó prácticamente desapercibido y el técnico lo cambió en la segunda parte por Van der Vaart. De Jong es uno de los cachorros de la cantera del Ajax. Su equipo favorito de crío, pese a tener sus dudas con el PSV. Allí jugaba su ídolo de entonces, Romario, y allí había jugado su padre, Jerry de Jong, al que admiraba, pese a haber abandonado a su familia cuando él era muy pequeño. El 18 de octubre de 2002, el entrenador del primer equipo, Ronald Koeman, le llamó por teléfono para avisarle de que al día siguiente estaría en el primer equipo contra el AZ Alkmaar. Debutó en la Eredivise con 17 años.
En 2004 lo hizo con la selección, pero no disputó la Eurocopa de Portugal. Una lesión en la rodilla le privó de participar en el Mundial de Alemania 2006. Pero a partir de entonces ya empezó a ser reconocido. Abandonó definitivamente las tareas de lateral y se centró en las de centrocampista defensivo. Su buen trabajo en el Hamburgo, en donde recaló en 2006, llamó la atención del Manchester City, que lo fichó en enero de 2009. Esta temporada ha sido un fijo del técnico Roberto Mancini. En Sudáfrica lo es con la selección. De Jong le da equilibrio.
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