El realismo y la creatividad
A España le avala el juego colectivo y la suma de sus talentos, pero le cuesta marcar goles - Holanda es más selectiva y vertical, y se defiende con mucha intensidad
Un escenario nuevo, un campeón inédito y, además, nunca un equipo europeo había ganado la Copa del Mundo fuera del Viejo Continente. El torneo ha deparado suficientes sorpresas como para que no haya un favorito en la final de Johanesburgo. A Holanda y a España les avala la trayectoria en Sudáfrica y una victoria de impacto contra Brasil y Alemania, respectivamente, motivos sobrados para que ambos se respeten mutuamente a partir de un estilo de juego parecido y una evolución diferente en el campo. Holanda es un equipo aparentemente partido: seis defienden y cuatro atacan, y a España le conviene subrayar la división a fin de manejar el partido desde el medio campo. Los automatismos del juego, la riqueza de recursos y la creatividad avalan a la Roja. España es el finalista bueno de la Copa. El problema es que Holanda ha dejado de mirarse al espejo después de perder dos finales y juega para matar, tiene un punto de fiebre competitivo excelente y dispone de individualidades de peso, jugadores capaces de resolver una final por su propia cuenta. Ahora representa el papel de malo.
- Las virtudes de Holanda. Aspira a rematar una serie de 14 victorias consecutivas desde que empezó la fase de clasificación para el Mundial 2010. Aunque ha perdido fluidez en el juego desde que llegó a Sudáfrica, mantiene su fortaleza física, vigor y rapidez en la ejecución de las jugadas sobresalientes. No pierde el tiempo. Directa y vertiginosa en las transiciones, se maneja con soltura también en las jugadas de estrategia, decisivas contra Brasil. Los papeles del equipo están muy bien repartidos y el equilibrio es manifiesto en la cancha y los números: marca dos goles de media por partido (12 en 6) y recibe menos de uno (5). Acostumbra a ser muy selectiva en ataque, de manera que no necesita muchas ocasiones para meter un gol y es especialmente hábil a la hora de neutralizar al rival con faltas tácticas y tarjetas (15). Ocho de sus jugadores (Boulahrouz, Heitinga, Van Bronckhorst, Van Bommel, Van der Vaart, Sneijder, Robben y Huntelaar) han competido en la Liga española y defiende de alguna manera lo que antes se llamaba realismo alemán, definición acuñada por un holandés universal: Hiddink.
- Los defectos de Holanda. Tiene lapsus de juego, su fútbol es discontinuo, como se apreció en la semifinal ante Uruguay, y a veces concede ocasiones por su mala defensa. La calidad individual no es precisamente el punto fuerte de su zaga. La clave de su rendimiento está en su organización, sincronía y buena mezcla con los dos pivotes defensivos. Van Bommel y De Jong son impermeables en la medular por su fortaleza y capacidad de contención. Aunque Van Bronckhorst marcó un gol espectacular contra Uruguay, los laterales han tenido poco protagonismo, les ha costado alcanzar posiciones de ataque, incluso a Van der Wiel, que fue presentado como uno de los mejores zagueros del torneo y, de momento, no ha respondido a las expectativas. El currículo del portero Stekelenburg es inferior al de Casillas y no estuvo muy fino en el gol que le marcó Forlán, pero no ha sido el punto débil del equipo. Al contrario, su rendimiento es bastante regular y ha demostrado personalidad al sustituir a Van der Sar.
- Las virtudes de España. Ha ganado confianza y juego a la que ha dejado a rivales que le son lejanos, como Chile y Paraguay, y se ha enfrentado a adversarios como Portugal o Alemania. Únicamente ha concedido dos goles, ambos de rebote y durante la primera fase, y sus cuatro zagueros ocupan curiosamente los cuatro primeros puestos de la clasificación de mejores jugadores del torneo de acuerdo con los criterios de la FIFA. La zaga es una garantía y Casillas se ha crecido con el paso del torneo después de parar un penalti a Cardozo y neutralizar un tiro de Kroos a quemarropa.
España es superior a Holanda si puede entrar en juego, acortar y ensanchar el campo, y defender con la pelota. Le avala la posesión, la fluidez y circulación de la pelota que le proporcionan los medios y la profundidad de los extremos. El problema para su fútbol es que Holanda es una selección desagradable por las constantes interrupciones del juego y su capacidad para generar conflictos. Los centrales deberán estar muy atentos a las coberturas de los laterales porque Robben y Kuyt son muy difíciles de defender. Kuyt, peina los saques de Reina en el Liverpool.
- Los defectos de España. En ocasiones le puede cierto ensimismamiento, se recrea demasiado en el juego y le cuesta generar oportunidades. El nudo está en descubrir si trata de hipnotizar al rival con su fútbol o por el contrario le ha dado la dormidera y propicia pérdidas de balón que serían fatales ante Holanda. Le cuesta defender también las jugadas directas, incluso los saques largos del portero, quizá porque los centrales achican mucho el campo. A cambio de apretar muy arriba y buscar la superioridad en la divisoria, no siempre se cierra bien el amplio espacio que queda abierto ante Casillas. Las carreras por la banda de Sergio Ramos exigen una especial atención de los defensores para tapar la zona. Administrar un gol de ventaja, como ha ocurrido en los tres últimos partidos, saldados con un 1-0, siempre supone un riesgo. Tiene poco gol y una dependencia casi exclusiva de Villa, que ha marcado cinco de los siete totales. A España le lleva muchos minutos expresar su superioridad en la cancha y a veces sus ataques son excesivamente largos.
- Los jugadores clave de Holanda. Sneijder, Robben y Van Bommel. Las individualidades avalan a Holanda. Sneijder está en plena forma. Liberado de responsabilidades defensivas, es un jugador profundo, que funciona igual de bien como armador del juego, a espaldas de Van Persie, que como rematador (cinco goles): su porcentaje de acierto es superior al de Villa: 23% por 19%. Van Bommel garantiza el rigor táctico de su equipo y se presenta como el peor enemigo de los rivales. Y Robben se arranca desde el costado derecho para marcar las diferencias con sus conducciones vertiginosas, regates, diagonales y tiro. Un cuarto futbolista fundamental es Kuyt porque soluciona cualquier problema: ataca bien y defiende mejor que el ahora suplente Van der Vaart.
- Los jugadores clave de España. Xavi-Iniesta-Villa. Aunque las individualidades han dejado de tener importancia para favorecer el juego de equipo, la Roja cuenta con tres jugadores vitales para poder desarrollar su plan. Xavi garantiza el estilo y, en definitiva, que el equipo rompa a jugar. El azulgrana es tan completo que aspira a ser nominado el mejor del Mundial como ya lo fue de la Eurocopa: ha recorrido más kilómetros que nadie (65), el 81% de sus 570 pases han sido correctos, solo ha cometido una falta y ha rematado cinco veces.
Iniesta es un jugador capital para ganar posiciones de remate con sus aceleraciones, mano a mano y juego entre líneas. Arriesga en el juego y protagoniza la mayoría de acciones sorpresa. Y Villa es la garantía del gol: 20 de media por temporada en sus equipos y cinco de los siete del equipo en el Mundial. Únicamente un tanto le separa de Raúl: 43-44. Le da remate y profundidad al equipo y funciona como 9 puro. Busquets es igualmente fundamental para el control con su aseado juego de posición: ha cometido siete faltas y ha recibido 18, excelente en las coberturas y certero en la distribución del pase con un acierto del 88%.
- Mejores alternativas de España. El equipo de Del Bosque tiene una mayor profundidad de banquillo que Holanda. El técnico ha utilizado a todos sus jugadores, a excepción de los dos porteros, Reina y Valdés, y del lesionado Albiol. Tiene más recursos y repertorio, y a cada partido se ha encontrado con un futbolista sorpresa que ha sido decisivo para el resultado. Van Marwijk es mucho más previsible y está más limitado con los cambios.
El entrenador holandés aguarda el resurgimiento de Van Persie y el español confía en Torres como ya pasó en la Eurocopa. ¿Quién será el jugador número 11 en la final de hoy? Al igual que ya pasó contra Alemania, puede que a España le convenga apostar por un tercer delantero dinámico y evitar que Holanda tenga un ariete poste de referencia para la marca. La clave está en ser rápidos y agresivos con la pelota, tirar buenos desmarques, buscar el uno contra uno con los centrales e incidir en los ataques cortos.
- El árbitro de Suiza. El inglés Howard Weeb, juez en el debú ante los helvéticos, suele ser tolerante con el juego de contacto, habitual en la Premier.
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