Una estupenda tarde de fútbol
Al Espanyol sólo le faltó pegada para cuadrar su partido ante el Villarreal
Al Espanyol se le escapó por el dedo meñique un partido muy bien jugado contra el Villarreal . Tuvo fútbol, también llegada y apuntó reiteradamente a Diego López. A veces le faltó puntería y hubo ocasiones en que no tuvo la pegada de los mejores equipos. A cambio, fue ambicioso, sobre todo cuando se quedó en inferioridad numérica por una niñería de Callejón, que se ganó la segunda tarjeta amarilla y la expulsión por simular un penalti después de superar una falta fuera del área.
El plantel es todavía muy joven y los futbolistas se portan a veces como críos, sin malicia, expuestos al gatillo de los que no perdonan. No fue ayer el caso del Villarreal, que se abandonó cuando tenía el encuentro franco en el último tercio, cosa sorprendente si se atiende a que antes protagonizó un estupendo intercambio de golpes con los españolistas.
Espanyol 0 - Villarreal 0
Espanyol: Kameni; Chica, Forlín, Víctor Ruíz, Dídac Vila; Javi Márquez (Raúl Baena, m. 88), Moisés Hurtado; Luis García (Fernando Marqués, m. 57), Verdú, Callejón; y Osvaldo (Iván Alonso, m. 84). No utilizados: Cristian; Pillud, Roncaglia y Ben Sahar.
Villarreal: Diego López; Ángel, Gonzalo, Godín, Capdevila; Fuster (Escudero, m. 88), Senna, Bruno, Ibagaza (Cani, m. 52); Nilmar y Joseba Llorente (Rossi, m. 73). No utilizados: Oliva; Javi Venta, Musacchio y Pires.
Árbitro: Ramírez Domíguez. Expulsó a Callejón por una doble tarjeta amarilla, la última por simular una caída en el área del Villarreal (m. 76). También amonestó a Senna, Fuster, Bruno, Javi Márquez y Cani. Callejón y Márquez no podrán jugar la próxima jornada en Tenerife.
Cornellà-El Prat: 26.345 espectadores.
El marcador fue mezquino con el juego, muy generoso, ya desde el inicio de partido. Había mucha electricidad en el campo y los dos equipos se batieron con vértigo. Los porteros respondieron magistralmente a los remates de los delanteros. Kameni y Diego López fueron exigidos de forma reiterada y los dos exhibieron un buen repertorio. El empate fue consecuente, en cualquier caso, con el gasto del Espanyol y del Villarreal. Ocurre que al grupo de Garrido se le suponen más recursos e individualidades que al de Pochettino. Tampoco supo meterla el Villarreal en el arco blanquiazul y desfalleció cuando las circunstancias jugaban a su favor al final de la contienda.
Al Villarreal le ocupan ahora cosas que se daban por sabidas, como el estilo. Le puede aún la confusión y descolocación en la clasificación. Pochettino, por contra, no tiene dudas y está armando un buen equipo, dinámico y primaveral, estirado. El Espanyol empieza a tener detalles interesantes, con y sin el balón, independientemente del rival que enfrenta. El día que consiga que sus distintos delanteros centro sumen uno solo será un señor equipo.
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