Fernando González vence a Haas y alcanza la final
El chileno no dio opción al alemán (6-1, 6-3 y 6-1) y será el rival de Federer en la final
El chileno Fernando González dejó atónitos a los 15.000 aficionados que se dieron cita en la Rod Laver Arena, jugó como el suizo Roger Federer y se clasificó para la final del Abierto de Australia, la primera del Grand Slam de su carrera, con una victoria apabullante sobre el alemán Tommy Haas. 'Feña' se impuso por 6-1, 6-3 y 6-1 en un encuentro soberbio en maestría y ejecución que hubiera firmado el propio número uno del mundo, con 42 golpes ganadores en los 82 puntos que hizo, y cometiendo únicamente tres errores no forzados en los 91 minutos de exhibición.
González invirtió ocho más del tiempo que necesitó el de Basilea para destruir al estadounidense Andy Roddick en la otra semifinal disputada el jueves, pero un juego menos que él. Ahora retará al mismo Federer en Melbourne, donde se ha convertido en la gran sensación este año, y donde es el segundo chileno que luchará por el título, tras la final de 1998 en la que Marcelo Ríos cayó ante el checo Petr Korda. De ganar se colocaría tercero del mundo, y si pierde, quinto. En ambos casos su mejor clasificación mundial. "Ha sido un gran día, en los cuatro últimos partidos he jugado un gran tenis y estoy muy feliz. Durante muchos años jugué partido en los que terminaba con muchos errores no forzados, pero ahora me siento muy calmado", dijo González a pie de pista. "Roger es el número uno de lejos, pero mañana, perdón el domingo, solo será un partido más", añadió. En el Día de Australia, González maravilló justo antes de que aparecieran los tradicionales fuegos artificiales que se disparan cada año, en conmemoración de esta fiesta nacional, a las orillas del río Yarra. Lo suyo más que un fuego de artificio fue una traca valenciana que impresionó a Haas.
González venció al más puro estilo Federer, con una lucidez en la pista fuera de lo común, apabullando a su rival como el suizo hizo el día anterior al estadounidense Andy Roddick, con un tenis agresivo, potente y sobre todo letal. El banquillo de González vibró con su actuación, tanto su entrenador, el estadounidense Larry Stefanki, como su preparador físico Carlos Burgos. Solo faltó la argentina Gisela Dulko, novia de González que había salido ya con destino a Tokio donde participa a partir del lunes. "Se marchó", dijo Fernando, "es que es una jugadora de tenis", la disculpó. El verdugo del español Rafael Nadal tuvo un comienzo arrollador al ganar los 11 primeros puntos del partido, y acabar el set inicial sin un solo error no forzado. El primero de ellos llegó en el juego de inicio de la segunda manga. Hasta entonces sus golpes ganadores fueron un sacrificio para Haas, semifinalista aquí en 1999 y 2002. Pero a medida que avanzaba el partido, González no bajó su ritmo y eso que Haas no se entregó jamás. La lucidez del de Santiago contagió de emoción a toda la comunidad chilena que se volcó con él con sus tradicionales cánticos.
Haas, mientras, se fue hundiendo paulatinamente. Cometió cuatro dobles faltas, algunas decisivas, y acabó con 21 errores no forzados, escupiendo rabia ante su impotencia. González ganará o no a Federer, con quien tiene un balance totalmente desfavorable en sus nueve enfrentamientos, pero su recibimiento en Viña del Mar, la semana próxima, donde tiene previsto participar en un torneo ATP, y luego en la eliminatoria de Copa Davis contra Rusia en la siguiente, en el Campus Deportivo Universidad del Mar, de La Serena, promete ser espectacular.
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