España piensa en Alemania
Vence a Panamá por 101-57
España y Panamá han pasado página a un choque de compromiso y han disputado un partido de guante blanco en la víspera de dos citas vitales para ambas. Con seriedad, pero sin forzar la máquina, la selección española ha despachado una jornada de transición contra un rival al que contaba con derrotar antes de encarar el encuentro ante Alemania que, en la teoría, va a decidir las primeras posiciones del Grupo B.
La defensa sigue dando alas a un equipo comprometido, que sabe trabajar codo con codo para proteger el aro y que, además, hace del juego colectivo en ataque una seña de identidad. El baloncesto de las selecciones americanas, excepción hecha de la estadounidense y la canadiense -ésta no disputa el Mundial-, va a otra marcha. El juego en Europa les exige mucho esfuerzo y Panamá, aunque muy recuperada del bajón físico provocado por la diferencia horaria en el debut ante Angola, no aguantó el paso marcado por los rojos.
España llevó el partido a su terreno con una desbordante naturalidad. Es le producto de una preparación minuciosa, un equipo tocado por la varita mágica de la química y una materia prima de primera calidad. La pizarra del seleccionador, José Vicente Hernández, buscó la pintura panameña para arrancar y acabó con cualquier atisbo de duda en cuatro minutos.
Cinco puntos del Pau Gasol más activo que se ha visto desde el inicio de la concentración premundialista el pasado 10 de julio, seis de Jorge Garbajosa y un triple de Juan Carlos Navarro pintaron un 14-4 en el marcador en cuatro minutos. Tres más tarde la diferencia era de doce (18-6). En ocho ya estaba el banco en la pista.
España se limitaba a hacer un trabajo aseado, sin alardes. Tenía parte de la cabeza en Panamá y parte en Alemania. No forzaba la máquina. Incluso algunas decisiones tácticas fueron pruebas para el choque contra los germanos. Especialmente, a partir del descanso (27-47).
Pau Gasol tuvo tiempo para todo, igual que Navarro. Para jugar con el gusanillo de Alemania rondándole el estómago. Cerró la primera parte con un mate, se gustó en varias acciones delante de Rubén Garcés y grabó más de veinte puntos en su tarjeta final. Le llega la motivación de los momentos importantes.
Pero Pepu Hernández y el cuerpo técnico español miden cada detalle al milímetro. La rotación también buscó la dosificación de todos los hombres. El seleccionador, todo el equipo, manejan los terceros cuartos muy bien. En ese tramo aprovechó, pese a la diferencia en el marcador, que llegó a ser en esa fase de treinta puntos (40-70 m.30), para presionar en toda la cancha con una defensa muy activa sobre los exteriores panameños, que hicieron todo lo que pudieron, pero cuyas citas clave en este campeonato son otras.
El cuarto periodo fue un trámite. La selección española lo tenía todo hecho y Panamá también. Los panameños también esperaban un partido vital en la tercera jornada. El suyo frente a Japón. Ahí van a jugársela. España lo hará, por la otra punta de la clasificación, contra Alemania.
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