Argentina introduce el fútbol en las aulas

Cuatro provincias argentinas permitirán a sus alumnos seguir desde clase y por televisión los partidos que la selección albiceleste dispute en la Copa del Mundo de Alemania que se celebra a partir de junio. La decisión, secundada por las regiones de Cordoba, Mendoza, Santa Fe y Formosa, ha generado un intenso debate en una sociedad en la que el fútbol es un referente de casi todo, informa la BBC.

La corriente a favor, que cuenta con el respaldo explícito del Gobierno de Néstor Kirchner, argumenta que permitir a los chavales animar desde los pupitres a sus ídolos del balompié será una buena manera de que aprendan de las distintas culturas de sus rivales. Los más críticos en cambio aseguran que entre los fines pedagógicos de las escuelas -estudio, responsabilidad, sacrificio, etc- no figura el fomento de iniciativas como ésta, y también recuerdan que experiencias parecidas en el pasado nunca han dado buenos resultados.

Pero lo cierto es que en un país como Argentina, donde la pasión por el fútbol no conoce límites, muchos son los que piensan muy seriamente en subirse a este tren. Así, las autoridades educativas de otras provincias debaten estos días si levantan la mano y toleran los partidos en vivo durante el horario lectivo. Si sirve de ejemplo, en Buenos Aires, la región más populosa del gigante suramericano, se ha dejado a cada centro la libertad para decidir en un sentido u en otro.

El Gobierno, a favor

El Ministro de Educación, Daniel Filmus, firme partidario de esta iniciativa, ha apelado a la fiebre que contagia el fútbol en Argentina para justificar la medida: "No encuentro ningún inconveniente. Las escuelas no deberían vivir al margen de un acontecimiento tan importante para nuestra sociedad". Por si no quedara claro, el ministro ha anunciado el próximo lanzamiento de un libro publicado conjuntamente por las autoridades argentinas y la Embajada alemana en Buenos Aires que sirva como guía para los profesores a la hora de abrir un debate en las aulas al término de los encuentros.

En el otro lado de este disputado partido se encuentra el rector de la Universidad de Buenos Aires, Guillermo Jaim Etcheverry, que ha criticado con dureza la decisión de introducir el fútbol también en las escuelas. "¿Qué será lo próximo?", se pregunta con estupor este responsable universitario. "¿Acaso deberíamos suspender las actividades escolares para ver partidos de hockey o de tenis?". Y puestos así, "¿por qué no la opera o el cine?", ha dicho.

En lo que no hay debate y todos los argentinos hacen piña es en el deseo de que su selección vuelva de Alemania con la corona de campeona del mundo, algo que no ocurre desde el Mundial de México 1986, cuando Maradona capitaneó a un grupo cuajado de estrellas. Si el recorrido mundialista de Argentina termina como hace cuatros años -con la eliminación por sorpresa en el grupo inicial-, se terminará el debate que ahora agita los corrillos de la sociedad argentina.