Millar admite que se dopó para ser campeón del mundo y acusa al médico del Euskaltel
El escocés del Cofidis también ha culpado a su compañero Lelli, que fue "quien me enseñó cómo inyectar el EPO" y podría ser desposeído de su título de contrarreloj
El ciclista escocés David Millar, procesado en Francia por dopaje, ha confirmado que se dopó para ser campeón del mundo de contrarreloj y ha acusado a su ex compañero en el Cofidis, el italiano Massimiliano Lelli, y al médico del Euskaltel, Jesús Losa, de facilitarle EPO. Así lo relata en su comparecencia ante el magistrado Richard Pallain, encargado del caso Cofidis, según el acta judicial de la que este martes publica varios extractos el diario L'Equipe.
Millar, que milita en la formación francesa desde hace siete años, explicó detalladamente al juez su trayectoria deportiva y personal y aseguró que empezó a doparse porque "no era feliz". Según el ciclista, sus relaciones con el EPO comenzaron tras el Tour de 2001, cuando Lelli le sugirió que debían "preparase bien" para la Vuelta a España. "Me veía mal con el equipo y conmigo mismo" y "entendí lo que quería decir. Permanecí con Lelli en su casa (en Italia) dos semanas en agosto de 2001 e íbamos a comprar EPO a distintas personas. Yo me quedaba en el coche y le daba 400 francos por cada jeringa. Era él quien lo compraba y quien me enseñó cómo inyectarlo", ha relatado Millar.
El ciclista, que aseguró haber empezado a doparse por la necesidad de lograr buenos resultados -"nadie me metía presión, pero yo la sentía"- explicó que tras inyectarse EPO durante la Vuelta a España "me sentía mal, como un estafador, había traspasado la línea". En febrero de 2002, tras varios meses sin correr, el ciclista contactó con Losa porque "buscaba un entrenador-médico". "Él me aplicó un protocolo a base de b12, prefolic y tadionil", explicó, tras lo cual ganó una etapa en el Tour de Francia, "pero terminé muy mal la temporada". Según Millar, Losa "no me prescribió EPO, fui yo quien le pedí que me lo diera. Hice tratamientos en mayo y agosto de 2003, puse mi vida y mi carrera en sus manos y le daba 12.000 euros al año", ha afirmado.
Podrían quitarle el título de contrarreloj
David Millar ha confesado que se dopó para ser campeón del mundo de contrarreloj y "lo conseguí, pero hice trampas". "Las dos jeringuillas (con restos de EPO) que se encontraron en mi domicilio son con las que me inyecté cuando estaba en Manchester. Me las traje a mi domicilio para no olvidar nunca que fui campeón del mundo habiéndome dopado", ha reconocido. El escocés podría ser desposeído de su título de campeón del mundo. El reglamento de la Unión Ciclista Internacional (UCI) prevé que una confesión de dopaje se corresponde con un positivo, pero para que pierda el título el comité disciplinario de la federación británica debe poder utilizar sus confesiones. Sin embargo, algunos corredores fueron sancionados en su día por la justicia deportiva sin que hubiera concluido el proceso penal. Si Millar pierde el título de campeón del mundo, el jersey arcoiris se lo enfundará Michael Rogers, segundo clasificado.
El nombre de Millar había sido citado durante los interrogatorios a algunos de los ciclistas implicados en el caso Cofidis, en concreto fue el francés Philippe Gaumont quien le implicó en la red de dopaje formada entorno al Cofidis. El caso Cofidis, que saltó a la luz a principios de año, podría afectar a otros ciclistas profesionales, según han indicado en varias ocasiones fuentes próximas a la investigación citadas por medios locales. Por el momento, además de Millar y Gaumont, están procesados los corredores Cédric Vasseur, Robert Sassone, Médéric Clain, Marek Rutkiewicz y Daniel Majewski, además del masajista polaco Bob Madejak, considerado el cerebro de una red de tráfico de sustancias dopantes, y el director del equipo de tercera división Oktos, Oleg Kozlitine
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