El periodista tropieza más de dos veces en los pies de foto
Los textos de las imágenes están entre lo más leído y debe extremarse el cuidado en su edición
El pie de foto es el formato de información más pequeño en un periódico. En unas pocas palabras se debe explicar cuál es el punto de atención de la imagen y también dónde y cuándo se tomó la fotografía, porque cuanto más reciente sea, más valor tiene como prueba documental de los hechos. Junto a los titulares, son los textos más leídos en un periódico, por un orden lógico de lectura, y debe extremarse el cuidado en su edición. Sin embargo, cada vez se publican con más fallos, como reconocen varios mandos de EL PAÍS encargados de la revisión de los textos.
Solo esta semana, dos fes de errores han corregido sendos tropiezos en pies de foto de la edición de papel. De uno de ellos, alertó el lector Sixto Jansa: “Hay dos errores; uno, no se trata de la facultad, sino de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Caminos; y dos, dicha escuela no pertenece a la Universidad Complutense de Madrid, sino a la Politécnica de Madrid”. El error procede de que el autor de las fotos trabajó ese día en varios puntos de la Ciudad Universitaria. Al entregar las imágenes, incluyó en todas la misma aclaración de que habían sido tomadas en la Complutense. Para colmo, el pie lo redactó un periodista de la delegación de Valencia, quien no reparó en que el edificio pertenece a otra universidad.
La segunda fe de errores dice: “En la fotografía publicada ayer en la página 19 quien figura junto a María Jesús Montero es Juan Espadas y no Santos Cerdán como señala el pie”. En este caso, la foto original está bien identificada con los nombres de los tres políticos que salen en ella. Pero la imagen se publicó recortada, sin Cerdán porque está de espaldas, y solo quedaron Montero y Espadas. El redactor, al retirar del texto uno de los tres nombres, dejó justo el de quien no aparecía.
En la web, también se producen con frecuencia equivocaciones. Solo que cuando afectan a los pies de foto, lo habitual es que se corrijan, sin admitirlos en una fe de errores. Al buzón de la defensora llegan a menudo mensajes para alertar de ellos. “Quería avisar de que dos de los tres nombres que aparecen debajo de la foto de primera página (edición América) están errados”, escribió Giulia Terzian. “En la foto aparecen Petro, Lula, Sheinbaum y Boric; el pie de foto los nombra como Sheinbaum, Macron y Biden”. O el lector Ángel Álvarez: “Hoy veo escrito (en un pie de foto) Beijing y no Pekín... Esto es como escribir London en vez de Londres”.
“El pie de foto es uno de los elementos críticos de nuestro contenido, tanto en la edición digital como en la impresa”, afirma el subdirector Ricardo de Querol, quien recuerda que en la cadena intervienen distintas personas, desde el fotógrafo que toma la imagen a los editores gráficos, el redactor que la incluye en su pieza, los editores y los jefes que supervisan el proceso, y añade: “Cualquier error en un pie de foto falta el respeto al lector”.
Precisión
De Querol remarca la importancia de ser preciso al identificar a las personas, los lugares y los hechos o circunstancias relacionadas con esa imagen. No se trata solo de ilustrar una noticia, sino de aportarle información complementaria, que no siempre se puede deducir. Por ejemplo, si es la última aparición pública de una personalidad. También, añade, es vital que “la foto sea adecuada”, lo que no siempre resulta evidente, sobre todo cuando no hay una imagen del día y se usan las del archivo fotográfico.
Los errores no se dan solo en las identificaciones; también los causa el descuido en la edición. Por ejemplo, cuando los pies se publican en inglés en la web. Ocurre cuando la imagen la distribuye una agencia extranjera y la información que acompaña a la fotografía no se reescribe. “Brad Renfro during Brad Renfro on the set of “Sleepers”, indicaba el pie de la foto principal de un reportaje de la revista Icon, publicado a mediados de septiembre, uno de los muchos fallos de los que alertan los lectores.
Otro descuido frecuente en la edición digital es que aparezcan varias firmas repetidas. Que el pie de foto incluya información irrelevante para el lector. Que reitere lo que ya muestra la imagen. O que ocupe cuatro o cinco líneas, porque no se ha revisado la información original de la agencia, como en este larguísimo pie de la sección de Comunicación del pasado jueves: “Sergio Calderón, nuevo director de Televisión Española. El periodista Sergio Calderón ha sido nombrado nuevo director de Televisión Española (TVE), un puesto que se recupera en el organigrama de RTVE después de tres años para dotar de un máximo responsable específico a la televisión pública. POLITICA ESPAÑA EUROPA MADRID CULTURA PRENSA, RADIO Y TELEVISIÓN SOCIEDAD RTVE”.
Ocurre a veces que, en lugar de una frase, el lector lee “dvd”, seguido de un número o una fecha, que es la referencia que dan los fotógrafos al documentar las imágenes. O, sencillamente, que se escribe un texto sin prestar atención y resulta redundante: “Fachada del banco del BBVA en la ciudad del BBVA, en Madrid”, en una noticia de Cinco Días, del pasado miércoles.
“Un pie de foto debe cumplir la misma exigencia que cualquier información”, afirma el redactor jefe de Fotografía, Moeh Atitar, quien asegura que es su “obsesión permanente” que los fotógrafos documenten bien las imágenes para que no haya fallos en los pies, aunque admite que no siempre lo hacen. También destaca el trabajo junto al equipo de edición del papel: “Todos los días tenemos conversaciones sobre la información de las fotos, porque son minuciosos y detectan muchos fallos”. Un intercambio, agrega, que no se produce igual en las fotos de la web, donde su sección solo interviene a posteriori, ya que son los redactores los que vuelcan las imágenes en las piezas. “Estaremos más atentos para que la información sea más precisa y trabajada”, añade.
Ricardo de Querol subraya que editar los pies de fotos no es una tarea secundaria. “Los errores que todavía se cometen, y que debemos evitar a toda costa, se explican (pero no justifican) en que el pie de foto suele ser el último elemento que se edita en cada pieza”, agrega. “En algunos casos recibe menos atención de los responsables de la edición que otros elementos como los títulos o subtítulos”. En cualquier caso, insiste, cualquier descuido es un error: “A ningún periodista van a felicitarlo por escribir un buen pie de foto, pero cualquier incorrección será muy visible”.
No solo hay equivocaciones, sino que muchos de los pies que se publican no tienen la calidad exigible y dan una imagen desaseada. Mi sugerencia es que esta situación sirva como el canario en la mina, un aviso de que el proceso de edición del periódico ―desdoblado en dos, uno para el papel y otro diferente para la web― aún no es excelente.
Para contactar con la defensora puede escribir un correo electrónico a defensora@elpais.es o enviar por WhatsApp un audio de hasta un minuto de duración al número +34 649 362 138 (este teléfono no atiende llamadas).
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