_
_
_
_
Blogs / Cultura
Del tirador a la ciudad
Coordinado por Anatxu Zabalbeascoa

Iwan Baan: la arquitectura con gente

La arquitectura parecía un escenario vacío, apocalíptico o por estrenar hasta que Iwan Baan empezó a fotografiarla con gente y con uso. Una exposición resume su trayectoria

Detalle de la sede de la televisión China ideada por Rem Koolhaas (OMA) en 
Pekín.
Detalle de la sede de la televisión China ideada por Rem Koolhaas (OMA) en Pekín.Iwan Baan
Anatxu Zabalbeascoa

Iwan Baan (Alkmaar, Holanda, 48 años) documenta el crecimiento de las megalópolis globales y la vida en un rincón urbano. Los edificios y sus usos. Los días y las horas de la arquitectura están más vivos en sus imágenes que en las de la mayoría de fotógrafos. ¿Por qué? Porque este holandés espera el momento.

El Vitra Design Museum inaugura el próximo sábado la primera retrospectiva sobre su obra, que podrá visitarse hasta el 24 de marzo. Es el contexto social, la humanidad de los edificios de Herzog & de Meuron o Kazuyo Sejima lo que podrá verse en Moments in Architecture, una exposición que demuestra cómo un momento detiene el tiempo y cómo ese instante explica otra cara de un edificio y su relación con las personas y con el lugar.

Aunque se ha convertido en el fotógrafo de cabecera de múltiples profesionales, Baan no funciona por sellos estéticos, ni con planificación alguna. Lo hace por marcas vitales. Y por instinto. Su cámara retrata la construcción y la destrucción que acompaña a casi toda obra. Habla no solo de uso y disfrute, también de consecuencias, de comunicación, de convivencia. Y de esfuerzo, dolor y logro.

Su método de trabajo es rápido y preciso, espera, observa y dispara. Más cerca del periodismo de instantáneas que del preciosismo de un retratista arquitectónico, lo que Baan atrapa es más vida de planos, más cambio que estabilidad, momentos, rincones, estados. Le interesan tanto los niños que reinterpretan los lugares como el esfuerzo o el descanso de los albañiles. La sorpresa, la incomprensión. Y la escala. Hay un Baan que indaga en la proporción y se eleva para conseguir imágenes aéreas que todo lo relativizan. Otro que baja hasta el subsuelo para forzar la majestuosidad de un inmueble como manera para explicar su escala.

Vista aérea del Museo Nacional de Catar de Jean Nouvel.
Vista aérea del Museo Nacional de Catar de Jean Nouvel.Iwan Baan

La muestra alemana recorre toda la trayectoria del holandés. Desde sus refrescantes inicios, en el año 2000, hasta su irreverente éxito que cuestionaba todo lo anterior. Y es que Baan es el arquitecto de su propio ojo. Le interesa por igual un poblado chino que una iglesia etíope, apartamentos de El Cairo en construcción y la okupación y destrucción de la Torre David de Caracas. Baan no retrata, cuenta. Y lo hace valiéndose de su intuición.

“No busco tanto imágenes atemporales de una gran arquitectura como el momento específico, el lugar y las personas que se encuentran en él, todos los momentos imprevistos y no planificados en un lugar y sus alrededores”, explica. Quiere contar cómo vive allí la gente y qué historias surgen de la convivencia entre edificios y personas.

Detalle del interior del Museo Teshima en Tonosho, Japón, obra de Ryue Nishizawa.
Detalle del interior del Museo Teshima en Tonosho, Japón, obra de Ryue Nishizawa.Iwan Baan

En 2004 Baan conoció a Rem Koolhaas. Y el arquitecto holandés reconoció a un creativo. Le dio mano libre para que retratara la torre CCTV que, por entonces, estaba terminando para la sede estatal de la televisión China. Sabía que ese edificio plasmaba el progreso de un país y la fuerza de un partido. Y, ampliando el contexto de la imagen, Baan retrató esa ambigüedad, la dificultad de la dependencia que siempre ha relacionado arquitectura y poder.

Por las mismas fechas, los suizos Herzog y de Meuron firmaban el estadio Olímpico de Pekín. Y Baan fue de los primeros en plasmar aquel nido, firmado con Ai Wei Wei, como un edificio vivo. No sólo por el retrato formal. También porque a Baan le interesó tanto el trabajo de los albañiles –explicando el esfuerzo, el riesgo y el proceso de la arquitectura- como la fotografía final del monumento. China se estaba transformando y Baan explicaba los pasos, el sacrificio, los logros y el dolor.

Detalle de la cubierta de la Elbphilharmonie, en Hamburgo.
Detalle de la cubierta de la Elbphilharmonie, en Hamburgo. Iwan Baan

Fue a partir de esas imágenes cuando los arquitectos de renombre del mundo comenzaron a solicitar su trabajo. Y a confiar en él. Toyo Ito, Diller Scofidio + Renfro, Tatiana Bilbao, SANAA o Selgascano. Para Sou Fujimoto ideó retratar la manera de utilizar sus casas, con la gente subida por las paredes o colgada de la fachada. Baan no escatima recursos: alquila un helicóptero o se cuelga de donde considere que se alcanza la mejor vista para, eso sí, retratar normalidad, vida corriente, un ángulo insospechado, pero no forzado. Se esfuerza para captar la normalidad de los lugares.

Escuela Secundaria en Gando, Burkina Fasso de Francis Keré.
Escuela Secundaria en Gando, Burkina Fasso de Francis Keré. Iwan Baan

Intuitivo, astuto y natural, ha retratado el MAXXI que Zaha Hadid levantó en Roma, el Rolex Learning Center de SANAA en Lausana o los proyectos en Ahmedabad de Balkrishna Doshi. Pero también ciudades: Tokio, Sao Paulo, Lagos. Baan es un cronista de los espacios urbanos. De su construcción y destrucción. De la convivencia. De la globalización y de la digestión de la modernidad.

Asia y África, Burkina Faso o India aparecen junto a edificios de arquitectos de renombre. Baan no solo trabaja por encargo. Acude donde su instinto le dicta y mira el mundo desde la perspectiva de alguien a quien todo le sorprende. Por eso documenta verdades, edificios inacabados, destrozos. Y esperanza.

Detalle la cubierta de un lucernario de la Casa H en Tokio de Sou Fujimoto.
Detalle la cubierta de un lucernario de la Casa H en Tokio de Sou Fujimoto. Iwan Baan

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
Recíbelo

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_