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Blogs / Cultura
Del tirador a la ciudad
Coordinado por Anatxu Zabalbeascoa
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El espacio cura

Antropólogos, médicos y diseñadores idean, con los arquitectos Clara Murado y Juan Elvira, un módulo adaptable, instalable en apenas diez horas, para tratamientos de leucemia

Vista del pabellón La Aceleradora instalado sobre una cubierta del Hospital La Paz de Madrid.
Vista del pabellón La Aceleradora instalado sobre una cubierta del Hospital La Paz de Madrid.Miguel de Guzman (Imagen Subliminal)
Anatxu Zabalbeascoa

El ejercicio físico puede ayudar a acelerar la curación del cáncer infantil en un 17%. Incrementa las posibilidades de supervivencia, atenúa los efectos secundarios del tratamiento y mejora la autoestima y la calidad de vida de los niños con leucemia. De esa información partió la Fundación Unoentrecienmil. Querían apoyar esa mejora instalando zonas de ejercicio en algunos hospitales de España. ¿Dónde ubicarlas? ¿Cómo hacerlo? ¿Se podía diseñar un módulo adaptable a los diversos edificios? Consultaron con los arquitectos Clara Murado y Juan Elvira. Ellos, por su parte, pidieron ayuda a antropólogos, médicos y diseñadores industriales. Juntos idearon un pabellón industrializado que han llamado La Aceleradora. La primera Aceleradora, el prototipo de tantas otras, se acaba de inaugurar en el hospital La Paz de Madrid.

“El proyecto está pensado de forma modular para que se pueda instalar en distintos hospitales con distintos condicionantes. A partir de un catálogo de unidades dimensionables, acabados interiores en madera de arce y exteriores en chapa metálica y otros “enchufables”, cada Aceleradora se adaptará a las necesidades de cada hospital”, explican los arquitectos. Se trata de una solución común, pero no idéntica. Es flexible y adaptable. Pero hay algo más: el pabellón llega para ayudar y para no molestar. Este primer prototipo se construyó durante dos meses en una nave y se instaló en solo 10 horas, durante una sola noche, para no interferir con el funcionamiento del hospital.

Rampa de acceso al pabellón La Acelaradora.
Rampa de acceso al pabellón La Acelaradora.Rocio Romero Rivas (Imagen Subliminal)

Los interiores de madera buscan alejarse del ambiente hospitalario. En La Paz, para llegar al pabellón, los niños tienen que abandonar la torre a través de una ventana. Una rampa de madera salva esa diferencia de altura y desembarca en el pabellón circular de conexión. Una vez en La Aceleradora, los niños acceden a un programa terapéutico no farmacológico de actividad física.

El trabajo de investigación lo comenzaron los antropólogos entrevistando a pacientes, familias y a técnicos sanitarios e investigadores. A partir de ese estudio comenzó el trabajo.

Los arquitectos propusieron ubicar el pabellón sobre una cubierta para salir del hospital de La Paz, sin salir. Es un espacio exterior convertido en un nuevo interior. Rompe la monotonía del edificio principal, acoge y adentra en una secuencia de espacios contiguos.

El pabellón La Aceleradora visto desde la plaza.
El pabellón La Aceleradora visto desde la plaza.Imagen Subliminal (Imagen Subliminal)

Cada espacio está dedicado a una actividad y tiene cualidades materiales y lumínicas emparentadas, pero diferentes. La suma conforma un espacio único desde el acceso hasta la terraza ajardinada. La secuencia de episodios del pabellón está construida para facilitar las necesidades de todos los que la usan, pacientes, familias y el personal que les atiende.

Llegar a esta primera aceleradora ha sido un ejercicio de convertir un inconveniente en ventaja. Una rampa de madera de arce que zigzaguea desde el corredor perimetral hasta el umbral en la fachada de la torre, rompe el orden cartesiano del hospital y adentra en otro mundo. El primer espacio fuera de la torre es una sala de espera que permite a los pacientes y acompañantes sentarse en un banco semicircular desde el que pueden ver la plaza exterior y los espacios de ejercicio. Esa geometría curva resuelve el contacto entre la rampa y el pabellón principal. La segunda sala, iluminada con tres lucernarios orientados a norte, contiene las máquinas para el ejercicio supervisado. Un laboratorio contiene la maquinaria necesaria para registrar los avances de la investigación. Y el último espacio es una terraza exterior cubierta, orientada a sur, que protege al laboratorio de la incidencia del sol en verano, y que contiene un pequeño jardín de especies autóctonas.

Interior del pabellón La Aceleradora.
Interior del pabellón La Aceleradora.Rocio Romero Rivas (Imagen Sublimina)

Con estructura metálica, panel sandwich y tableros en contrachapado de madera en el interior, los sistemas de climatización emergen al interior mediante perforaciones en los tableros de madera. El pabellón contiene todo el cuerpo de instalaciones en su interior, y sólo se conecta a la red existente de agua, la electricidad y los gases medicinales del hospital. Todas las ventanas de la fachada a la plaza del hospital son fijas y la ventilación cruzada está resuelta mediante óculos ciegos que, al abrirse en las dos fachadas largas, garantizan la renovación del aire.

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