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La torre Eiffel cierra por tercer día consecutivo por una huelga: “Subirse era nuestro plato fuerte”

Los sindicatos critican el modelo de negocio de la empresa que gestiona el monumento, una de las mayores atracciones turísticas del mundo

paris 2024
Un cartel anuncia la huelga en la torre Eiffel, el 19 de febrero.SARAH MEYSSONNIER (REUTERS)
Sara González

“Por huelga, la torre Eiffel está cerrada. Nos disculpamos”. El mensaje, en español, reluce en una pequeña pantalla negra, colocada en una de las entradas del emblemático monumento. Sus trabajadores protestan desde el lunes, hace tres días, para denunciar un modelo que consideran insostenible. Las críticas se dirigen al Ayuntamiento de París, accionista mayoritario de la sociedad operadora, y subrayan un desequilibrio que existe entre los ingresos y los gastos, que según los huelguistas afecta al mantenimiento de este símbolo de la capital francesa, que atrajo a más de seis millones de visitantes en 2023.

Las puertas de la estructura de hierro, de 330 metros de altura y más de 10.000 toneladas, suelen estar abiertas 365 días al año. Pero incluso cerrado, el monumento atrae a un sinfín de turistas, la mayoría extranjeros. El cierre de estos días es el segundo en dos meses. Y pese a los avisos en la página web, cientos de personas paseaban el martes a su alrededor, frustrados de no haber podido subir y admirar una de las mejores vistas panorámicas de la ciudad. Entre ellas estaban las mexicanas Mildredt, Evelin y Alejandra Hernández, de 32, 29 y 15 años. “Es una pena, porque venimos de muy lejos. Mañana ya nos vamos”, lamentaron.

A unos metros, un grupo de alumnos españoles esperaba impaciente con los boletos impresos en mano. “Estamos muy disgustados”, contaba Amanda Clavell, la profesora de francés que coorganizó el viaje escolar. “Subirse a la torre Eiffel era el plato fuerte”, decía Carla Masegosa, su colega, precisando que lo tenían todo preparado desde octubre. En las entradas, unas azafatas con chaleco rojo explicaban las razones de la huelga a los turistas y decían desconocer hasta cuándo durará. En cinco meses, la capital francesa acogerá los Juegos Olímpicos.

Los dos sindicatos del personal de la torre, la Confederación General del Trabajo (CGT) y Fuerza Obrera (FO), denuncian que la sociedad gestora se preocupa más por ganar dinero que por mantener el monumento, construida por el ingeniero Gustave Eiffel en 1889 para la Exposición Universal de París.

Banderas sindicalistas en los alrededores del monumento.
Banderas sindicalistas en los alrededores del monumento.Associated Press/LaPresse (APN)

En particular, critican el aumento del importe que esta sociedad debe pagar cada año a su accionista mayoritario, el Ayuntamiento de París, en un momento en que sus finanzas se han visto afectadas por la pandemia de Covid-19. La municipalidad posee el 99% del capital de la SETE (Sociedad de Explotación de la Torre Eiffel), que opera el edificio en el marco de una delegación de servicio público. El contrato se firmó en 2017 y se extiende hasta 2030.

Los montos que se deben pagar al consistorio pasaron de ocho millones de euros en 2021 a 16 millones en 2022, y podrán alcanzar los 50 millones en los próximos años, con un aumento del 20% de los precios de entrada, según la CGT. En 2022, el volumen de negocios fue de 106 millones de euros.

Las reivindicaciones de las centrales se producen en un momento clave, ya que la SETE, con unos 350 empleados, renegocia las condiciones con el consistorio. El Ayuntamiento, gobernado por la socialista Anne Hidalgo, ya reforzó el capital de la concesionaria con 60 millones de euros, en respuesta a las pérdidas ocasionadas por la crisis sanitaria, de unos 120 millones de euros.

“Lo que nos preocupa es el mantenimiento”

Denis Vavassori, delegado sindical de la CGT, discutía el martes con dos de sus compañeros a los pies de la torre, visible desde todo París. “A nosotros lo que nos preocupa mucho es el mantenimiento del monumento porque aún hay mucho trabajo que hacer”, explicó el hombre, que es parte del servicio técnico de esta atracción turística. “El gran miedo es que este monto [a pagar al Ayuntamiento] amenace el buen funcionamiento de las obras”, agregó el huelguista, que lleva 21 años trabajando en el lugar.

Los sindicatos hacen hincapié en las inversiones que se necesitarán en los próximos años, sobre todo para los ascensores y la pintura. Y apuntan al sobrecoste que han conllevado las renovaciones. El hierro de la estructura está recubierto por una gruesa capa de pintura, que hay que renovar cada siete años para protegerlo de la corrosión.

Turistas ven de lejos la torre Eiffel cerrada.
Turistas ven de lejos la torre Eiffel cerrada.Associated Press/LaPresse (APN)

El mismo Gustave Eiffel, en un libro, había insistido en la importancia de ello para conservar una obra metálica. De cara a los Juegos Olímpicos, el monumento emprendió una vigésima campaña para volver a lucir el color ‘amarillo-marrón’ que tenía en 1907. Pero hasta ahora, apenas se ha pintado un 30% de la estructura, según la CGT.

“El fondo del problema es el mantenimiento en profundidad del monumento, que está envejeciendo (...). Es realmente urgente actuar en este ámbito”, continuó Vavassori. Desde su inauguración, la torre Eiffel ha recibido más de 300 millones de visitantes. Actualmente, acoge a unos 17.000 visitantes al día y en 2023, el nivel de frecuentación superó al de antes del Covid-19.

Los sindicatos insisten en que se subestiman los costes y que el Ayuntamiento sobreestima los ingresos, basándonos en el número de personas que visitan el lugar cada año. Ni la municipalidad ni la sociedad gestora han respondido a las solicitudes de comentarios de este periódico. Mientras tanto, el emblema parisino sigue siendo un imán para viajeros del mundo entero, que acuden al lugar para tomarse fotos y selfies, con el sonido de fondo de un trompetista.

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