Las casas ahorcadas: un festival de novela negra a la caza incansable del lector

Sergio Vera es un incansable buscador de lectores. En sus clases, en el club de lectura que dirige y en el festival del que es comisario, Las casas ahorcadas, una cita que celebra su octava edición del 28 al 30 de este mes en Cuenca.

El plantel de autores de renombre es sólido, el programa muy variado y las actividades buscan ir más allá de las meras presentaciones, aspecto que cabe destacar en el empeño de su director. “Para atraer al festival y animar a la lectura a consumidores de ficción criminal en formatos audiovisuales, que denominamos telectores, hemos planteado actos literarios con referencias a películas, series de televisión y juegos, como demanda la sociedad del espectáculo en que vivimos”, asegura el propio Vera en la presentación de este año.

Un homenaje a Mikel Lejarza, Lobo; un Mentes criminales con Paz Velasco, en cuyas manos se pondrán Víctor del Árbol y Mikel Santiago; la presencia del actor Mario de la Rosa (La casa de papel) o el agente del CNI Jaime Rocha; juegos de autoficción o juegos de rol son algunos de los aspectos más destacados de la cita a lo largo de sus tres días.

“Y para atraer al lado oscuro de las letras a lectores generalistas, habrá mesas redondas sobre los límites entre el periodismo y la novela negra con la Premio Hammett 2020 Berna González Harbour, una charla con autores conquenses de género negro vinculados con Planeta como los finalistas del Premio Anabel Fernández y Pedro Manuel Fraile”, comenta su director.

Además, se entregan los premios Tormo Negro Masfarné a la mejor novela criminal leída por las Casas Ahorcadas en 2021 a Aro Sáinz de la Maza por Dócil y el II premio Paco Camarasa a la mejor novela negra de 2021 que los principales festivales de España, entre los que se cuenta Las Casas Ahorcadas, han concedido ex aequo a Ibón Martín por La hora de las gaviotas e Irene Rodríguez Aseijas por El chico del cartón de leche.

El programa entero se puede consultar aquí.

Pero como el principal objetivo del festival es “crear cantera lectora”, a todo esto se añade el viernes 29 un conjunto de actividades en la Universidad de Castilla- La Mancha en las que van a participar más de 300 alumnos. El éxito de los festivales de género en Francia, país al que envidiamos y tratamos de emular en esto, es que los lectores se entregan y acuden en gran número a comprar libros, hablar con sus autores, conseguir sus firmas, etc. En el poblado panorama de festivales de novela negra en España y con la comunidad de lectores que existe, es un milagro que en Cuenca se vaya a celebrar, con este nivel, la octava edición de uno. Celebrémoslo. Vive le noir!