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La National Gallery concluye que ‘El triunfo de Sileno’ fue pintado por Nicolas Poussin

Los recientes análisis y tratamientos de la obra llevan al museo a afirmar que no se trata de una copia, como se creyó en las últimas siete décadas

Tommaso Koch
'El triunfo de Sileno', lienzo de 142,9 por 120,5 centímetros, de Nicolas Poussin, realizado en torno a 1636.
'El triunfo de Sileno', lienzo de 142,9 por 120,5 centímetros, de Nicolas Poussin, realizado en torno a 1636.National Gallery

Dentro del cuadro, el caos continuará para siempre. Al fin y al cabo, retrata una bacanal. Pero, fuera, la confusión que ha rodeado a El triunfo de Sileno acaba de encontrar una respuesta. Tras décadas de autoría incierta, la National Gallery de Londres ha anunciado este jueves su renovada certeza: los últimos trabajos de conservación permiten afirmar que se trata de una obra original del maestro francés Nicolas Poussin, realizada en torno a 1636, y no de una copia, como se creyó durante buena parte del siglo XX.

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El triunfo de Sileno vuelve así, en realidad, a la casilla de salida. El cuadro fue uno de los primeros en entrar en la National Gallery, en 1824. Tanto que constituyó uno de los pilares de la “fundación del museo”, como recuerda Francesca Whitlum-Cooper, conservadora asociada para pintura entre 1600 y 1800, en un artículo en la revista de arte Burlington Magazine. Y, entonces, fue catalogado como un poussin. Las dudas, sin embargo, se acumularon hasta que en 1946 empezó a ser atribuido a Pierre Dulin, entre otras hipótesis.

“Casi todos los especialistas en Poussin del siglo XX han rechazado su autoría por su [baja] calidad y la debilidad de la composición”, escribe Whitlum-Cooper. Los barnices descoloridos, personajes retratados “de manera grosera” y la sensación de imperfección reforzaron las teorías de que esa obra no podía pertenecer al mayor pintor francés del siglo XVII. Sobre todo, en comparación con la excelencia de otras dos bacanales que Poussin reprodujo esos años: El triunfo de Pan (también en la National Gallery) y El triunfo de Baco (en el Museo de Arte Nelson-Atkins, de Kansas City, en EE UU). De ahí que el original se diera por perdido y la obra expuesta en la sala 29 se terminara aceptando como una copia. Hasta ahora.

“Nunca se puede afirmar con total seguridad que se ha llegado a un punto final, pero encontramos pruebas muy convincentes a favor de la autoría de Poussin”, explica por correo electrónico Letizia Treves, conservadora de la pintura de finales del siglo XVII en el museo. De ahí que el cuadro ya aparezca catalogado como un poussin. Y así podrá verlo el público si el centro reabre el 17 de mayo, como está previsto. “Los conservadores de la National Gallery trabajan junto con los miembros de sus departamentos de conservación y científico en la atribución de una obra, y en ello se pueden tener en cuenta elementos como su procedencia y encargo, su examen técnico, el análisis científico de los pigmentos, los rayos X o el estudio estilístico. Además, el museo, a través de sus contactos, tiene acceso a materiales comparativos de otras colecciones”, agrega Treves. Y señala que lo sucedido es “raro, pero no un hecho aislado”. Hay varias piezas del centro no atribuidas a ningún artista, pero consideradas “de muy buena calidad”, que están siendo objeto de investigaciones parecidas.

'El triunfo de Sileno', expuesto en la sala 29 de la National Gallery de Londres.
'El triunfo de Sileno', expuesto en la sala 29 de la National Gallery de Londres.National Gallery

En el caso de El triunfo de Sileno, fue Whitlum-Cooper quien presionó a favor de que se iniciaran una serie de tatamientos. Treves deja entrever que la atribución era uno de los objetivos: “Se decidió que el cuadro se beneficiaría. Y ciertamente había preguntas que necesitaban respuestas”. En la pintura, el viejo Sileno ha bebido tanto que no consigue ni aguantar en pie. Para evitar caerse, apoya una pierna en el lomo de un tigre mientras, a su alrededor, la orgía de alcohol, placer y violencia no cesa. Y un flautista, en el centro del lienzo, mira al espectador como para animarle a sumarse a la fiesta. Los conservadores de la National Gallery aceptaron la invitación. Y han buceado en el cuadro hasta descubrir múltiples indicios pictóricos e históricos.

Entre los primeros, Whitlum-Cooper cita varios pentimenti (cambios durante la realización de la pintura) que poco sentido tendrían en una copia de un trabajo ya terminado; además, los pigmentos resultan casi idénticos a los empleados en El triunfo de Pan, y el museo Nelson-Atkins descubrió recientemente que los tres lienzos fueron cortados del mismo rollo. La nueva luz que la obra ha adquirido debilita las insinuaciones sobre su baja calidad.

Pero la investigación también se apoya en el contexto. Las tres bacanales fueron encargadas a Poussin entre 1635 y 1636 por el todopoderoso cardenal Richelieu, que las colgó en el gabinete de su castillo en Poitou. En torno a 1741, fueron sustituidas por copias y llevadas a Inglaterra. El rastro de las otras dos se ha podido seguir hasta hoy, mientras que la pista de El triunfo de Sileno se fue perdiendo. Aun así, Whitlum-Cooper encuentra en la historia varios pilares para su tesis.

Era aquella una época de enorme ocupación para Poussin. También trabajaba en los encargos de Felipe IV para su Palacio del Buen Retiro: obras como Paisaje con San Pablo Ermitaño o La caza de Meleagro, que cuelgan en el Museo del Prado. A Richelieu, sin embargo, no se le decía que no. Y menos en un contexto de guerra franco-española (entre 1635 y 1639), donde tal vez el cardenal vio el fichaje del artista como otro frente de batalla, según Whitlum-Cooper. Eso explicaría las prisas de Poussin, junto con otro elemento: apenas consta un dibujo preparatorio para El triunfo de Sileno, cuando el maestro habitualmente realizaba unos cuantos.

Suficiente, pues, para que la National Gallery decidiera su reatribución. Ahora, el museo suma 14 obras de Poussin, uno de los principales tesoros mundiales del creador. Treves evita aclarar si hay planes para pedir prestado El triunfo de Baco y reunir así las tres bacanales de Richelieu. Lo cierto, eso sí, es que entre el 9 de octubre de 2021 y el 2 de enero de 2022 El triunfo de Sileno participará en Poussin and the Dance, la primera exposición dedicada a la presencia de la danza en la obra del francés. El baile de esta autoría, en cambio, ha terminado.

'El triunfo de Sileno' (izquierda) junto a 'El triunfo de Pan' (derecha), otra obra de Poussin, en la National Gallery.
'El triunfo de Sileno' (izquierda) junto a 'El triunfo de Pan' (derecha), otra obra de Poussin, en la National Gallery.National Gallery
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Sobre la firma

Tommaso Koch
Redactor de Cultura. Se dedica a temas de cine, cómics, derechos de autor, política cultural, literatura y videojuegos, además de casos judiciales que tengan que ver con el sector artístico. Es licenciado en Ciencias Políticas por la Universidad Roma Tre y Máster de periodismo de El País. Nació en Roma, pero hace tiempo que se considera itañol.

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