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La comarca que lleva la poesía en su ADN

Una antología poética publicada por la editorial La Serranía reúne la obra de 57 vecinos de una veintena de municipios de Málaga y Cádiz, en los alrededores de Ronda

Dia de Andalucia
Varias de las personas participantes en la antolgoía. De izquierda a derecha: Jonathan Moncada, Juan Miguel Melgar, Mima Gutierrez, Ana Calvo, Marta Cesar, Jose Dominguez, Isabel Martin y Diego Gavilan.Garcia-Santos (El Pais)

“Hoy te escribo como te hablo / para que mañana te hablen como te escribo”. Con esos dos versos arranca el poema Arbonaida (la bandera andaluza) del poeta Juan José Valdivia, de 52 años y nacido en Casares (Málaga). Allí también lo hizo el padre del andalucismo, Blas Infante, pero ambos comparten algo más que lugar de nacimiento: el amor por su tierra y su identidad. Infante decía que uno de sus mayores premios hubiera sido poder escribir en andaluz y, precisamente, es lo que ha conseguido Valdivia. Sus palabras han sido escritas en castellano, francés y andaluz en la Antología poética de la Serranía de Ronda, una obra que recoge el trabajo de 57 autores, 17 de ellos son mujeres, de esta comarca que, en sus límites naturales, acoge una veintena de municipios del oeste de Málaga y el este de Cádiz, que suman poco más de 80.000 habitantes. “Que seamos tantos indica la salud de la poesía de esta zona. Es muy ilusionante”, subraya Valdivia que lleva más de dos décadas estudiando la fonética andaluza.

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Más allá de ese guiño al andalucismo, el trabajo ha sido un esfuerzo titánico coordinado por el periodista Fran Serrato, natural de Arriate, cerca de Ronda. La obra ha conseguido mezclar generaciones, unir sentires diversos y, sobre todo, aunar la labor de poetas consagrados con otros que apenas están empezando. “Y eso es algo muy justificado porque la poesía es poesía y solo el tiempo dirá cuál es la verdadera”, dice Álvaro García, ganador de los premios Hiperión (1989) y Loewe (2011) y que ha residido seis años en la ciudad rondeña. El suyo es uno de esos nombres conocidos que se mezclan con los desconocidos a partir de lo común: un espacio, una forma de vivir y sentir, la proyección de lo íntimo. También un paisaje y una luz que atrapó a viajeros románticos, de Rilke a Welles. “La comarca ha sido siempre tierra de poetas, se lleva en el ADN. Hay una sensibilidad especial, como demuestra esta antología”, dice Serrato, que cree que la publicación ejerce también de censo del talento que ofrecen autores vivos de su tierra. “Y pido disculpas porque hay quien se ha quedado fuera, bien porque no conocíamos su trabajo, bien porque no supimos cómo contactarles”, señala.

La edición ha sido un rayo de luz en un proyecto más amplio que quedó atrás, como tantos otros, por la irrupción de la pandemia. Un festival de poesía que pretendía llevar grandes nombres de la disciplina a Arriate -de Luis García Montero a Ben Clark o Rocío Acebal- y que incluía otorgar un premio que conllevaba la edición de un poemario. La crisis sanitaria impidió la celebración, que solo quedó en lecturas a través de internet. Sin embargo, Serrato, junto a su equipo y el impulso de la editorial La Serranía, se atrevió a hacer realidad el poemario, que se puede adquirir por 15 euros. “Es un lujo contar con una obra como esta que, estamos seguros, va a marcar un antes y un después en el panorama cultural de la Serranía de Ronda”, subraya el editor, José Manuel Dorado, que cree que la poesía, en época de confinamientos, “es más necesaria que nunca”. La primera edición, de 800 ejemplares, está prácticamente agotada.

Varios de los autores sostienen la Antología poética de la Serranía de Ronda.
Varios de los autores sostienen la Antología poética de la Serranía de Ronda. Garcia-Santos (El Pais)

Licenciada en Filología Hispánica y Filología Inglesa, además doctorada en Traducción e Interpretación, María José Carrasco va camino de completar su tercer poemario. En 2014 obtuvo el premio de poesía Manuel Alcántara. Y ahora ha ofrecido media docena de poemas inéditos a la antología, un regalo que muestra su especial ilusión por participar en esta recopilación. “Están ocurriendo cosas, en esta comarca hay un germen que está dando muchos frutos”, señala Carrasco, de 55 años y profesora de un instituto rondeño. Una semilla que se mantiene desde los tiempos de Abbás Ibn-Firnás y Abul Beka a los de Vicente Espinel y Antonio Ríos Rosas. “Además, nos ha permitido descubrir que había gente que vivía muy cerca y no sabíamos ni siquiera que escribían”, añade José Domínguez, de 60 años y profesor recién jubilado, que en 2002 recibió el premio andaluz de la Crítica.

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Domínguez publicó en 2003 Las balanzas del fuego, un poemario que le llevó a realizar un ciclo de conferencias por Estados Unidos. “Pero incluso en Nueva York o cuando recorría los bosques densos que hay en ese país me acordaba de la Serranía, de los chaparros, las encinas. Es el profundo sentimiento que tenemos quienes vivimos aquí”, insiste quien es miembro del Centro Andaluz de las Letras, autor de los poemarios Los bosques polífonos (2000) y El tabaco del gallo (2005) y que trabaja actualmente en una novela.

La Antología poética de la Serranía de Ronda es un fogonazo en la oscuridad que ofrece el contexto actual, un destello del talento que existe en una comarca que pierde población con demasiada rapidez y que se ha sentido eternamente vilipendiada por las administraciones. Las comunicaciones por carretera son un desastre. “Es, también, una forma de reivindicar nuestra tierra, de decir que estamos vivos y animar a que otras generaciones a que trabajen la cultura”, apunta Fran Serrato. El coordinador de la publicación recuerda que fue en la Asamblea de Ronda, en 1918, en la que se adoptó el escudo de Andalucía y la bandera verdiblanca de la comunidad. Es a la que Juan José Valdivia canta en este libro en una lengua no oficial que desviste de cualquier uso político. Y que le sirve para transmitir, sobre el papel, la forma de hablar del pueblo andaluz. Oi t’eqqribo qomo t’ablo / paqe maniana t’ablen qomo t’eqqribo.

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