Adiós al ‘blockbuster’, bienvenida la colección permanente

Recién comenzado el año y con la mayor parte de los museos europeos cerrados o funcionando a medio gas por la pandemia, sus responsables ajustan unas propuestas que, advierten, podrían ser modificadas o anuladas, al igual que ha ocurrido con muchas de las citas de 2020. La crisis ha dejado sus lecciones y en esta nueva etapa la mirada se volverá a las colecciones permanentes, en lugar de buscar costosos blockbusters (los transportes y seguros resultan inasumibles), las exposiciones temporales serán menos y más largas en el tiempo y se realizarán en coproducción con varios museos. La tendencia a la contemplación online, gratis o de pago, se verá reforzada y competirá con la visita presencial, tan complicada en los últimos meses.

En España, los dos principales museos nacionales, el Prado y el Reina Sofía, trabajan en nuevas disposiciones de sus colecciones permanentes. En el caso del Prado, los responsables de cada departamento histórico buscan diferentes emplazamientos para sus pinturas, en línea con lo que fue Reencuentro, la muestra con la que reabrió la pinacoteca después del confinamiento.

En el Reina Sofía, muchas narraciones tendrán un nuevo recorrido y el discurso llegará, por fin, a los testimonios más recientes del arte contemporáneo: desde los años noventa hasta la actualidad. Estarán presentes artistas de dentro y fuera de España, como Dora García, Asier Mendizabal, Hito Steyerl o Rosa Barba, y el arte latinoamericano más reciente tendrá también presencia con obras de Jonathas de Andrade, Patricia Esquivias o Juan Javier Salazar. Además, como novedad, la arquitectura tendrá cabida de forma transversal en toda la colección.

En esta primera parte del año no faltarán efemérides que recordar, como el centenario del nacimiento del barón Thyssen, Hans Heinrich Thyssen-Bornemisza, el 13 de abril de 1921. Con Expresionismo alemán todavía en cartel en el museo Thyssen-Bornemisza, llegarán después varias exposiciones montadas a partir de cuadros que formaron parte de su colección original y que ahora son propiedad del museo; de su viuda, Carmen Cervera, o de sus hijos. Sus obras de pintura italiana de los siglos XIV al XVIII y la pintura americana serán dos hitos en la celebración. Para ver la gran exposición dedicada a Magritte, que el museo tuvo que posponer el pasado año habrá que esperar al 14 de septiembre.

La temporada arrancará el 27 de enero (hasta septiembre) en el Museo Picasso de Málaga con una retrospectiva de Miquel Barceló titulada Metamorfosis, que permanecerá abierta hasta septiembre. El famoso libro de Franz Kafka inspira un centenar de obras realizadas entre 2015 y 2020. La selección de la muestra abarca pinturas, obras sobre papel, cerámicas, cuadernos de notas y bronces.

Los nombres de Picasso o Goya se repiten cada año en los grandes museos y este 2021 no es una excepción. Son un seguro infalible para atraer la atención de los espectadores. A primeros de febrero (desde el 9 hasta el 2 de enero de 2022) los museos Picasso y Rodin de París se unen para una muestra conjunta, en la que los dos maestros medirán su obra dentro de sus propios museos parisienses.

Desde finales de marzo hasta finales de julio, la Fundación Bancaja exhibirá en Valencia Goya en la mirada de Picasso, un repaso con más de 200 obras del vínculo, la inspiración y las referencias del aragonés en la producción del malagueño.

Picasso protagonizará a partir del 1 de mayo la que se anuncia como la gran exposición del año en el Centro Botín, en Santander: Picasso Íbero. Con una decena de instituciones internacionales implicadas y un centenar largo de piezas, se invitará a reflexionar sobre las posibles influencias del arte íbero en su obra y la de sus contemporáneos.

La poderosa imaginación gráfica de Goya llegará al Metropolitan de Nueva York el 12 de febrero. Un centenar de obras, parte de ellas llegadas desde El Prado y la Biblioteca Nacional, abordarán grandes temas constantes en la obra del artista como el liberalismo político y su crítica a la superstición.

Si la situación sanitaria lo permite, el 3 de marzo el Prado podrá, por fin, mostrar una de sus exposiciones más ambiciosas y esperadas: Pasiones mitológicas. Cancelada en otoño y coproducida con tres grandes museos europeos, reunirá por primera vez desde el siglo XVII las seis pinturas mitológicas basadas en la poesía clásica griega, conocidas como “poesías”, pintadas por Tiziano para Felipe II entre 1551 y 1562. El monarca dio al artista toda la libertad para elegir los temas y las composiciones. Tiziano recurrió a la mitología griega y romana para narrar unos cuentos en los que los dioses causan estragos. Los cuadros están poblados de figuras cargadas de sensualidad. Las figuras femeninas son rotundos desnudos que Tiziano pudo recrear a partir de modelos de prostitutas que trabajaban en las calles venecianas. El conjunto está considerado como uno de los más importantes del maestro renacentista, tanto por su calidad artística como por la audaz manera con que abordó las narraciones clásicas. El Prado completará su programación temporal con Marinus. Pintor de Reymerswale, Tornaviaje (arte español creado en Iberoamérica) y Annibale Carracci y otra en torno a la Gioconda que posee el Prado.

A comienzos de 2020, todo hacía creer que iba a ser un año en el que las mujeres artistas empezarían a copar un notable protagonismo en la escena museística. No pudo ser porque ninguna previsión se pudo cumplir. La temporada que ahora arranca es un nuevo intento de acabar con silencios y exclusiones. El 10 de febrero, la Fundación Mapfre Madrid abre sus puertas a la fotógrafa japonesa Tomoko Yoneda (Akashi, 56 años). Residente en Londres, es famosa por sus series destinadas a recuperar la historia a través de la memoria. Bosnia, Líbano, Irlanda del Norte o Bangladés son algunos de los escenarios que protagonizan su extensa obra.

Las mujeres artistas

En París, mientras Magritte ocupa el museo de l’Orangerie (12 de febrero), el Museo de Luxemburgo inaugurará Femmes peintres, des artistes comme les autres (Pintoras, artistas como otras). En la estela de la muestra Invitadas del Prado, en París se recorren los salones de arte desde 1780 hasta 1830 con pinturas de artistas que lograron reconocimiento (Elisabeth Vigée-Lebrun, Marguerite Gérard, Constance Mayer) junto a otras que no obtuvieron la menor atención.

El Reina Sofía inaugurará el 6 de abril la primera monográfica en España dedicada a la artista sueca Charlotte Johannesson. Con una obra que se mueve entre lo textil y lo digital, esta militante del colectivo contracultural sueco en los años sesenta-setenta realizó una exploración radical de nuevas formas de conciencia y de política, y reivindicó un nuevo concepto del arte popular.

Al Thyssen llega el 20 de abril la primera gran retrospectiva en España de la estadounidense Georgia O’Keeffe (hasta el 8 de agosto), una de las grandes artistas del pasado siglo. Se exhibirán las obras que la convirtieron en una pionera de la abstracción, sus pinturas florales y vistas neoyorquinas junto a los paisajes que realizó en Ghost Ranch y Abiquiú, en Nuevo México.

El Instituto Valenciano de Arte Moderno (IVAM) estrena el 16 de abril una amplia retrospectiva de la artista de origen palestino Mona Hatoum (Beirut, 68 años). Un centenar de piezas (esculturas, instalaciones, performances y videoinstalaciones) hablarán de sus temas más obsesivos: la vulnerabilidad frente a la violencia institucional, el papel de las mujeres en el mundo árabe, las fronteras y la relectura de la idea tradicional de hogar.

La pionera del feminismo Ida Applebroog (Nueva York, 91 años) cerrará en el Reina Sofía la primera parte del año con una retrospectiva en la que se detallarán cinco décadas de trabajo dedicado a reflexionar sobre la violencia, el poder, las políticas de género o la sexualidad femenina.