Netflix perfecciona sus ‘realities’
Tras años de experimentos, la plataforma empieza a cosechar notables éxitos de público con la telerrealidad
En Netflix hay un mantra: tener algo para cada tipo de espectador. No están dispuestos a dejar escapar a nadie. Su vastísima oferta de series de todo pelaje es un reflejo de ello. Era inevitable que se terminaran abriendo a un campo en el que hace unos años aseguraban no estar interesados. Y están gozando de un éxito inesperado: la telerrealidad.
Los realities, que hace pocos años parecían condenados a una muerte lenta, han encontrado una nueva vida en las plataformas. Ahí han tenido la opción de encontrar espectadores que normalmente no ven estos programas.
El 1 de enero, Netflix estrenó la versión estadounidense de The Circle, un Gran Hermano en el que los participantes solo pueden interactuar entre ellos mediante una aplicación. Ya tiene en marcha también una versión brasileña (se estrenará el 11 de marzo) y otra francesa. Aunque no haya datos de espectadores, a juzgar por la reacción, ha contado con buena acogida del público.
Ocurre igual con Love Is Blind, estrenado el 13 de febrero: 30 solteros mantienen, literalmente, citas a ciegas. Sin ver a la otra persona. Solo se ven las caras cuando se comprometen. Tras unas vacaciones en México, las que siguen juntas pasan a convivir, conocer sus respectivas familias y casarse. La plataforma lo anuncia como un “experimento social”, del mismo modo que se vendía Gran Hermano en sus primeras temporadas. En The New Yorker lo han calificado de “clásico instantáneo entre los realities de bodas rápidas”.
Otros formatos exploran diferentes ángulos de la no ficción. El de más éxito es Cheer, una serie documental que se estrenó el 8 de enero, centrada en un grupo de animadoras a las que el público ha convertido en estrellas de la noche a la mañana, al menos en las redes sociales. Rhythm + Flow, una competición de hip hop, tuvo una actuación con más de seis millones de reproducciones en YouTube.
“Parte de nuestro objetivo es ofrecerle algo a cada persona. Y la no ficción es probablemente el género más amplio que existe”, le dijo recientemente Brandon Riegg, jefe del departamento de no ficción de Netflix, a Vulture.
“Netflix busca diversificar, ampliar géneros y buscar otros públicos”, defiende Mercè Oliva, directora del grado en Comunicación Audiovisual en la Universidad Pompeu Fabra. “Es un movimiento curioso porque ahora intenta combinar su discurso basado en la calidad, los premios, las nominaciones a los Oscar, con otros formatos en ficción y no ficción más populares. Habrá que ver cómo queda su imagen con esta combinación”, añade.
En 2015, Ted Sarandos, director de contenidos de Netflix, explicaba en una presentación ante los inversores que la “naturaleza desechable de la realidad” hacía que fuera un género menos interesante que la ficción y los documentales, a los que se les intuye una vida más larga en el mundo del streaming. Sin embargo, en 2018 dos de sus programas mejor recibidos fueron dos realities: Queer Eye y Nailed It!
Como destaca Oliva, las incursiones de Netflix en la telerealidad son a través de formatos ya existentes: The Circle es una adaptación de un programa de la británica Channel 4. Queer Eye ya existió en el canal Bravo entre 2003 y 2007 con el nombre de Queer Eye for the Straight Guy. Rhythm + Flow sigue en el fondo la estructura de otros programas de búsqueda de talentos... “Están viendo hacia dónde pueden ir, todavía no hay nada totalmente nuevo en los realities de Netflix”, dice Oliva.
En las plataformas, los programas de telerrealidad encuentran unas posibilidades ligeramente diferentes a las de los canales tradicionales. Por un lado, un presupuesto mayor que aquel del que disponen cadenas más pequeñas. Además, la ausencia de cortes publicitarios y de restricciones en el número de episodios o duración facilita la narración de sus historias. A su vez, Netflix está experimentando en la forma de ponerlos a disposición de los usuarios: Rhythm + Flow, The Circle y Love Is Blind han lanzado sus capítulos a lo largo de tres semanas, lo que da más opciones para realizar campañas de marketing y para que lleguen nuevos espectadores gracias a los comentarios en las redes sociales. Otros programas como Cheer o Next in Fashion lanzaron todos sus episodios en el mismo día.
Mercè Oliva señala otra diferencia de estos formatos respecto a los realitiesque se suelen producir en los canales españoles: son siempre programas grabados, sin emisiones en directo, lo que los aproxima a la ficción. Otra singularidad de la telerrealidad de las plataformas es que su carácter global da más valor a la versión original del formato: antes se recurría siempre a adaptaciones en cada país y ahora no se está tan atado al componente local.
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