El Rey pide a instituciones y partidos que estén a la altura de la sociedad española ante la pandemia
Felipe VI aprovecha la entrega de los premios Princesa de Asturias para llamar a “un gran esfuerzo nacional de entendimiento y concordia”
El Rey ha aprovechado este viernes la entrega de los premios Princesa de Asturias en Oviedo para dar un toque de atención a instituciones y partidos, sumidos en una espiral de crispación y enfrentamiento, y pedirles que estén a la altura de la sociedad española en la lucha contra la actual crisis sanitaria, económica y social. Tras subrayar la gravedad de la pandemia y la preocupación por sus secuelas económicas, Felipe VI ha llamado a “un gran esfuerzo nacional, de entendimiento y concordia” y ha pedido concentrar toda la energía y el talento de la sociedad, y “toda la capacidad del Estado”, en la superación de esta crisis.
Su discurso ha adquirido un tono grave para subrayar que “la inmensa mayoría del pueblo español está dando pruebas inequívocas de resistencia y entereza” y ha advertido de que “su ejemplo no puede ser un esfuerzo inútil ni caer en el olvido”. Para evitarlo, ha proseguido, las instituciones deben “estar siempre, y ahora más que nunca, al servicio de los ciudadanos”, conducirse “con sentido del deber, con la mayor responsabilidad, con la máxima integridad y rectitud, para que el interés nacional prevalezca y los intereses generales de los españoles” sean su única guía. “Es así como las instituciones que la representan se reconocen, se justifican y se comprometen con el mejor porvenir de nuestra Nación”, ha concluido.
El discurso de los premios Princesa de Asturias es el más personal del Rey a lo largo del año, donde más libertad tiene y más se reconoce su pluma, según personas que han trabajado en Zarzuela. Esta vez, Felipe VI ha querido llamar la atención a las instituciones, para que no den la espalda a las preocupaciones de los ciudadanos en un momento especialmente dramático. Aunque no ha mencionado a ninguna, era fácil reconocer tras sus alusiones el enfrentamiento entre la Comunidad de Madrid y el Gobierno central o los broncos debates del Congreso. No obstante, el Rey ha querido incluir a la propia Corona en su llamamiento al hablar de las instituciones en primera persona y reiterar la exigencia de “integridad y rectitud” tras el escándalo causado por la investigación de las cuentas de Juan Carlos I en el extranjero.
Los efectos de la pandemia se han dejado sentir en la propia escenografía del acto. Por primera vez, la entrega de premios, que este año cumple su 40ª edición, ha tenido que abandonar el escenario del teatro Campoamor de Oviedo para confinarse en el salón Covadonga del hotel Reconquista. Siguiendo un estricto protocolo sanitario, la ceremonia se ha desarrollado sin público y con un aforo limitado a unas 40 personas, incluidas la Familia Real, la reina Sofía, un reducido grupo de autoridades (la vicepresidenta Carmen Calvo; la presidentas del Congreso y el Senado, Meritxell Batet y Pilar Llop; el presidente del Supremo, Carlos Lesmes, y el de Asturias, Adrián Barbón), el presidente de la Fundación Princesa de Asturias, Luis Fernández-Vega, y algunos de los premiados, que han acudido personalmente, mientras que otros han enviado un mensaje grabado: el piloto Carlos Sainz (Deportes); el matemático francés Emmanuel Candès (Investigación); Andrea Morrricone (en nombre de su padre, Ennio, fallecido el 6 de julio, un mes después de ser galardonado con el de Artes junto a John Williams); las directoras del Hay Festival, Cristina Fuentes y María Sheila Cremaschi (Comunicación y Humanidades, junto a la Feria Internacional del Libro de Guadalajara), y una quincena de representantes del colectivo sanitario, empeñado en primera línea de la lucha contra la covid-19, encabezados por el jefe de la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del hospital Gregorio Marañón de Madrid, José Eugenio Guerrero Sanz.
A estos últimos se ha dirigido el Rey para asegurar que su actitud va mucho más allá del cumplimiento de su obligación, porque “curan, investigan, ayudan, acompañan, consuelan, cuidan y se desviven, literalmente, por los enfermos. Y sabemos que trabajan en muchas ocasiones con medios insuficientes”, ha subrayado.
Antes de Felipe VI ha tomado la palabra la princesa de Asturias, que el año pasado se estrenó en los premios que llevan su nombre pronunciando su primer discurso en público. A punto de cumplir 15 años, el próximo día 31, la heredera de la Corona ha asegurado, con semblante serio que, “como muchos niños y jóvenes” de su edad, sigue “muy de cerca lo que sucede” en España y, si algo ha aprendido en estos meses de confinamiento, “es el sentido de responsabilidad” y “la importancia de la solidaridad gracias a personas que, como las premiadas, son un ejemplo de cómo enfrentarse a las dificultades”.
Tras su discurso, la princesa Leonor, con tacones, ha recibido la felicitación de su padre y los aplausos de su madre y su hermana Sofía. También los de su abuela, la reina emérita, a quien por vez primera se ha visto en público con la Familia Real desde la salida de Juan Carlos I de España, en agosto pasado.
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