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Fun & Serious 2019, algo más que un póquer de estrellas

El festival más importante de videojuegos en Europa cierra sus puertas demostrando la cara más profesional y cultural del sector del ocio electrónico.

No hizo falta que amaneciese con un sol radiante en la ciudad de Bilbao para que el Pabellón 2 del Bilbao Exhibition Centre (BEC) se llenase de miles, decenas de miles de personas este pasado fin de semana para un encuentro que hace cada vez más honor a su nombre: Fun & Serious.

La edición de 2019, la novena, ha mostrado ambos perfiles de un sector que ya factura anualmente más que la industria del cine; la lúdica, centrada en el entretenimiento, y la de traje y corbata, la que se centra en demostrar que, detrás de cada videojuego, hay personas de carne y hueso. El contraste entre lo que puede ser un sábado cualquiera en familia visitando una feria de videojuegos y lo que seguramente no vemos en ningún otro encuentro por el estilo en España, un lugar centrado a la divulgación, las charlas (llamadas VIT Talks) y la posibilidad de que la prensa haga periodismo de verdad, donde entrevistador y entrevistado se encuentran rodeados de sofás y no de limitaciones. Todo ello sin olvidar el carácter benéfico, pero vayamos por partes.

"Aquí hemos venido a jugar", proclamaba un grupo de chicos de unos catorce años, naturales de Barakaldo, con sudaderas de sus juegos favoritos y una libreta preparada para que sus héroes, sus influencers, firmasen y se hiciesen con ellos una foto. Cada edad pide unas cosas y todas ellas son igual de válidas. En la cola de entrada al pabellón estaba también una pareja de estudiantes universitarios de Valencia; acababan de venir de un viaje en autobús desde primera hora de la mañana. En su caso, estos aspirantes a desarrolladores de videojuegos no tenían interés alguno en lo anterior, sino en escuchar todas las charlas que estaban a punto de acontecer a lo largo del fin de semana, con nombres como la compositora Yoko Shimomura, con el Premio Pionera, el ex director de id Software, Tim Willits (Premio Bizkaia), Bruce Straley, ex game director en Naughty Dog (Premio Vanguardia) y el Vicepresidente de Propiedad Intelectual de Riot Games, Greg Street (Premio Honorífico). Contrastes, de esos que definen la nomenclatura del festival: diversión y seriedad.

Comencemos por lo primero, donde hubo de todo. Por un lado, la llamada FUN ZONE, con más de 400 puestos de juego divididas en distintas arenas para poder jugar partidas y torneos de Fortnite, FIFA 20, NBA 2K20 o Rocket League, sumado a un serie de arenas temáticas con todo tipo de títulos actuales; exposiciones de consolas, accesorios retro y un mercadillo de productos japoneses, entre más merchandising. También el llamado Ibainéfico, un evento liderado por el comentarista de deportes electrónicos Ibai Llanos. En su segundo año, más de 7 millones de visualizaciones totales entre los dos días de retransmisión y 102.295 euros recaudados al finalizar el stream; aportaciones económicas que irán dirigidas directamente a la organización Save the Children. En total, más de 10 influencers, los antes citados como "héroes" para los que ahora van a la escuela.

Más de 42.000 asistentes desplazados a la ciudad vasca en lo que la organización cataloga como un éxito: "Nos llena de orgullo seguir mejorando año a año las cifras de asistencia al festival, puesto que eso significa que vamos en la dirección correcta y que cumplimos con el objetivo de acercar el sector de los videojuegos al máximo número de personas posible", explicaba Alfonso Gómez, director del Festival. "Ahora tenemos un reto muy atractivo y exigente para el año que viene: celebrar la décima edición del festival. Para ello buscaremos seguir por la misma línea de trabajo, esfuerzo y dedicación que hemos tenido hasta ahora y que tan buenos resultados nos ha traído".

Lejos del griterío de los goles en FIFA 20 y las victorias de ElRubius o Willyrex, presentes todo el fin de semana, se encontraba el ágora del certamen con las VIT Talks, un lugar de transmisión de conocimiento, reflexiones. Un aura donde solo se respiraba respeto por el videojuego; porque los allí presentes, con Tim Willits, Yoko Shimomura, Bruce Straley y Greg Street a la cabeza, suman decenas de años participando activamente en que el medio sea considerado como cultura, y no solo como un entretenimiento. No menos importantes fueron las charlas de desarrolladores e invitados reputados en diferentes ámbitos, desde la programación a la propia prensa.

La industria mantiene aún ciertos quistes, filias y fobias que no podemos olvidar. ¿Es posible acabar con el crunch?

Tim Willits, Premio Bizkaia y miembro de id Software durante casi un cuarto de siglo, en declaraciones a este medio, aseguraba que "a pesar de todo, todavía estamos en un momento muy emocionante por el que merece la pena seguir en esta industria. Porque cada vez hay más pequeñas opciones con las que experimentar un videojuego, para mantenerse enganchado a un juego y, por supuesto, cada vez hay más modelos de negocio para hacer rentable tu título".

Porque el streaming ha llegado para quedarse con ejemplos como Google Stadia, Project xCloud o PlayStation Now. Pero también con los modelos de suscripción como Xbox Game Pass, algo parecido a lo que encontramos con Netflix en series y películas. Todo ello influye a la hora de entender no solo el consumo de videojuegos sino también la forma de hacerlos. "Todo el mundo está ahora conectado, es un momento emocionante para permanecer en la industria porque todo está cambiando y lo estamos viendo en primera persona. La tecnología no deja de mejorar".

Fun & Serious 2019 tuvo también a una de las grandes compositoras de las últimas décadas, Yoko Shimomura, de la que se recuerdan temas de Kingdom Hearts, Xenoblade Chronicles o Final Fantasy XV. La artista japonesa tiene claro cómo afrontar esos encargos: "Lo primero que hago es mirar qué tipo de música quiere el cliente e intento interiorizar el mundo en que quiere inspirarse para adaptar esa música. También, en la mayoría de los casos trato de recabar la mayor cantidad de archivos, información y datos relacionados con lo que pide el cliente para, en definitiva, canalizar esos datos y ajustarme a lo que se me pide".

En el caso concreto de Kingdom Hearts confluyen dos de las grandes empresas en lo audiovisual: Disney por parte del cine, Square Enix en los videojuegos. Hacer una banda sonora única, que exprese y no solo cuente, es la tarea de Shimomura: "Quizá la diferencia más grande es, sobre todo, el hecho de tener que conocer muy bien el mundo de Disney, saber bien qué hay en él e integrar lo propio que tiene el de Kingdom Hearts. Esa combinación atípica es lo que diferencia la composición de música para esta franquicia respecto a otras", confesó. También hablamos de cine con Roger Clark, actor encargado de dar vida a Arthur Morgan, protagonista del videojuego Red Dead Redemption 2. "La diferencia aquí es enorme: la captura de movimientos, cómo se explora todo… La mayoría de puestas en escena en el mundo del videojuego suelen ser en un escenario cerrado, con micrófonos, un guion… aunque algunas de esas cosas se están incorporando al cine también, pero de maneras distintas". Más de quinientos días de trabajo en estudio y una responsabilidad doble, elemento idiosincrásico del videojuego, porque el protagonista de cada historia no solo se ve, también se controla: "Si haces un buen trabajo, la gente va a identificarse con tu personaje mucho más, y mejor; más rápido que en la televisión y en el cine, porque ellos, en cierto modo, son tú. Y eso no es así en el resto de medios", asume Clark.

Pero no todo es éxito, luz y color. GRIS, el mayor éxito nacional de los últimos tiempos, es la obra prima de Nomada Studio. El equipo barcelonés tuvo a bien charlar con nosotros sobre las dificultades que tiene llevar a cabo un proyecto capaz de vender más de 600.000 unidades en todo el mundo. "Si GRIS no hubiese vendido bien, Nomada hubiese cerrado. Los contratos eran por obra y servicio. Ahora volveremos a arrancar", dice sin titubeos. "Éxito" es una palabra muy relativa, porque su dimensión cambia mucho cuando hablamos de equipos de más de cuatrocientas personas a unos de tan solo cinco miembros que, en ciertos momentos del desarrollo, fueron catorce.

Lejos del griterío de los goles en FIFA 20 y las victorias de ElRubius o Willyrex, se encontraba el ágora del certamen con las VIT Talks, un lugar de transmisión de conocimiento, reflexiones

La industria mantiene aún ciertos quistes, filias y fobias que no podemos olvidar. El llamado crunch, esos periodos donde se alargan las jornadas de trabajo durante semanas porque el calendario no ofrece concesiones para sus fechas de entrega, se está visibilizando para que deje de existir, pero ¿cómo? ¿Es posible acabar con el crunch? Hubo tiempo para tocar estos temas en Fun & Serious 2019. "Sí, pero hace falta dinero", comenta Roger Mendoza, cocreador de GRIS. "Nosotros llegamos al final del proyecto sin dinero, nos quedamos sin presupuesto antes de terminar el desarrollo. Por ello, a la hora de plantear el presupuesto tiramos a la baja, para convencer más fácilmente a la editora. Eso terminó haciendo que entrásemos en crunch, nos quemamos bastante. Falló la planificación. Creo que no planificamos todo con la posibilidad de que hubiese retrasos".

Una vez más, los videojuegos son hechos por personas y, detrás de ellos, hay familias; seguramente muy parecidas a las que paseaban el pasado domingo por las inmediaciones del BEC. Las mismas que en la noche del pasado lunes, 9 de diciembre, presenciaban la recogida de los Premios Titanium donde se eligieron los mejores videojuegos del año para el festival.

A destacar, Star Wars Jedi: Fallen Order como Mejor Juego del Año, Aventuras y Diseño de Juego. También la personal nueva obra de Hideo Kojima, Death Stranding, con el Titanium al Mejor diseño Narrativo. El citado GRIS, de Nómada Studio, fue reconocido con la Mejor Dirección Artística. Otro español, Blasphemous, de The Game Kitchen, ha traducido sus miles de ventas en el Mejor Desarrollo Nacional y el Indie Game of the Year. Incluso el célebre Claudio Serrano, uno de los presentadores de la gala, subió al escenario para recoger el premio a la mejor interpretación en castellano por su trabajo como Deacon St. John, protagonista de Days Gone.

Con todo, Fun & Serious crece, no solo en cantidad de visitantes, sino en empaque, notoriedad como visitante y como participante, y se convierte en uno de los certámenes sobre videojuegos más envidiables del panorama europeo.

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