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Cuba llora a la creadora de la escuela cubana de ballet

Fidel Castro apoyó a Alicia Alonso en su empeño, junto a su exmarido Fernando Alonso, de crear el Ballet Nacional de Cuba

El presidente de Cuba, Fidel Castro, condecora a la bailarina Alicia Alonso en la ceremonia que se celebró en el Palacio de la Revolución en La Habana, en 1998
El presidente de Cuba, Fidel Castro, condecora a la bailarina Alicia Alonso en la ceremonia que se celebró en el Palacio de la Revolución en La Habana, en 1998Epa

La noticia era esperada. Podía suceder en cualquier momento, pues, se sabía, el estado de salud de Alicia Alonso era delicado desde hacía tiempo. La gran bailarina cubana estaba a punto de cumplir 99 años y había pasado por el hospital en varias ocasiones, aunque siempre había logrado rebasar los malos momentos con la misma voluntad y fortaleza que le hicieron sobreponerse a sus problemas de visión y seguir bailando, o dirigir el Ballet Nacional de Cuba hasta casi el último momento. Aun así, al mediodía, la confirmación oficial de su fallecimiento conmocionó al mundo de la cultura cubana por todo lo que ella representaba.

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Alicia murió debido a una crisis cardiovascular en el hospital Cimeq de La Habana, el mismo en que falleció en 2016 su amigo y gran valedor Fidel Castro, que desde que bajó de la Sierra Maestra en 1959 la apoyó, junto a su exmarido Fernando Alonso, en su empeño de crear el Ballet Nacional de Cuba (BNC) y, más allá de la compañía, una verdadera escuela cubana de ballet en la isla, con rasgos propios y a la altura de las grandes escuelas del mundo, como la rusa o la francesa.

La cascada de reacciones a su muerte no se hizo esperar. Desde México, el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, tuiteó: "Alicia Alonso se ha ido y nos deja un enorme vacío, pero también un insuperable legado. Ella situó a Cuba en el altar de lo mejor de la danza mundial. Gracias Alicia por tu obra inmortal. Somos Cuba".

“La primera vez que la vi bailar en Pro-Arte Musical yo tenía diez años y me deslumbró”, aseguraba el Premio Nacional de Literatura Miguel Barnet, quien fue su amigo durante sesenta años. “Ella nunca asumió una actitud de pereza tropical, se enfrentó a la vida con un temperamento inigualable: me deslumbró siempre la expresión de Alicia, que a pesar de que ser una mujer ciega interpretó personajes extraordinarios”. Según Barnet, su condición de leyenda “no es solo por lo que hizo ella y logró, sino también por haber creado una escuela con un estilo propio”, reconocido y reconocible. “Una escuela más sensual, voluptuosa, curvilínea, nada rígida… Ningún bailarín cubano se basa solo en la técnica, sino también en la calidad interpretativa. Primero la técnica, sí, pero junto a ella el virtuosismo artístico”.

La condición de Alicia Alonso de “gran maitre del ballet cubano y de formadora de varias generaciones de bailarines” la destacaban el jueves los más veteranos y los más jóvenes. Aimara Vasallo, hoy subdirectora de la Academia de Danza de Carlos Acosta, tiene 42 años, de los cuales pasó 23 bailando en el Ballet Nacional de Cuba. “Mi sueño era ser bailarina y entrar al BNC. Para todo muchacho que deseaba bailar Alicia era el paradigma y el referente, y gracias a ella muchos pudimos cumplir nuestro sueño”. Cuenta, y es verdad, que en Cuba hay una “verdadera cultura de ballet” muy difícil de encontrar en otros lugares. “No se trata sólo que desde pequeño uno puede ver ballet en televisión; el ballet es elitista, caro, y aquí cualquiera, por humilde que sea, si tiene condiciones puede ir a una escuela de ballet y hacer una prueba, y estudiar y convertirse en bailarín, y eso en gran medida es gracias a Alicia”.

Para Vasallo los años que pasó en el BNC fueron muy especiales. “Tenerla a ella allí en los ensayos era algo motivador para todos nosotros, siempre le estaré agradecida por haber hecho posible que mi sueño se convirtiera en realidad”.

"Se fue mamá. La estrella más grande de todas. Alicia Alonso ¡inmortal!", escribió en su cuenta de Twitter el bailarín y coreógrafo Carlos Acosta desde China, donde se encontraba de gira con su compañía, Acosta Danza. "Por lo que nos dio, por haber sido raíz de nuestro movimiento danzario profesional, por ser cimiento principal de la escuela cubana de ballet, seguiremos trabajando para que Cuba siga creciendo. Es la mejor manera de honrarla", consideró en una publicación posterior difundida en el perfil de la compañía de baile.

Los vínculos de la Alonso con España eran grandes, y, casualmente, su muerte coincidió con la visita que realizaba a la isla el ministro de Asuntos Exteriores en funciones, Josep Borrell. “Me sorprende en Cuba el fallecimiento de la leyenda de la danza Alicia Alonso, una figura irrepetible y universal que representó como nadie el enorme talento artístico de los cubanos. Descanse en paz", dijo.

Sí, ha muerto Alicia Alonso, y miles de balletomanos cubanos y de todo el mundo lloran hoy la mitología de su leyenda.

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