_
_
_
_
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Bailando

Varias plataformas han lanzado esta semana la réplica a 'Leaving Neverland', el polémico documental sobre Michael Jackson

Elsa Fernández-Santos
Una imagen del documental 'Michael Jackson: Chase The Truth'.
Una imagen del documental 'Michael Jackson: Chase The Truth'.
Más información
Maternidad grotesca
Zendaya
La última palabra

El mejor cierre que recuerdo de las fiestas de La Paloma de Madrid fue una noche como la de hoy hace unos cuantos años. Una calle entera de La Latina bailaba el Off The Wallde Michael Jackson. Nada más empezar la espiral de su célebre intro la multitud lanzó un grito de felicidad, alzó los brazos y rompió a danzar. Pocas canciones incitan tanto a dejarse llevar. Hace unos días se han cumplido 40 años del disco homónimo que cambió el curso del pop, pero la efeméride (al contrario de otras más pilladas por los pelos) generó escasos ríos de tinta. Ni la sequía informativa del verano logró levantar el veto sobre un músico cuyo revolucionario talento vive hoy eclipsado por el lado más fangoso de su vida privada.

Varias plataformas (Amazon Prime, iTunes…) han lanzado esta misma semana la réplica a Leaving Neverland, el polémico documental que recogía los terribles testimonios de Wade Robson y James Safechuck sobre su relación de niños con el Rey del Pop y cuya enorme repercusión ha dado la puntilla a la quebrada imagen del artista. Titulado Michael Jackson: Chase The Truth, el nuevo programa pretende abrir el cuadro que ofrecía Leaving Neverland y, a través de nuevos testimonios, presentar a Robson y Safechuck como dos pícaros sedientos de focos y dinero. No hay nada más abyecto que el abuso de menores, y por eso este caso jamás debería ser tratado como un espectáculo. El problema de Leaving Neverland no era lo que denunciaba sino cómo lo hacía, recreándose sin reparos en los detalles sexuales más morbosos. Ahora toca que nos cuenten lo contrario, que Jackson era un santo. Lo único seguro es que esta noche La Latina seguirá bailando.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Elsa Fernández-Santos
Crítica de cine en EL PAÍS y columnista en ICON y SModa. Durante 25 años fue periodista cultural, especializada en cine, en este periódico. Colaboradora del Archivo Lafuente, para el que ha comisariado exposiciones, y del programa de La2 'Historia de Nuestro Cine'. Escribió un libro-entrevista con Manolo Blahnik y el relato ilustrado ‘La bombilla’

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_