“Enclave de Agua necesitaba un proyecto para África”
Víctor Frutos es el director de este festival de Soria que colabora directamente con la ONG Amref Salud África, una relación que ejemplifica el espíritu solidario de algunas de estas citas
Los festivales son algo más que un negocio, o al menos eso demuestran algunas de las iniciativas que desarrollan estas citas musicales de moda. Detrás de presupuestos millonarios y de precios desorbitados, algunos de estos eventos han aprendido a utilizar su fuerza para ayudar a los que más lo necesitan a través de las ONG y de diferentes proyectos solidarios. Este es el caso de Enclave de Agua, el festival de Soria que cada año reúne a 40.000 personas, y que lleva cuatro años trabajando con Amref Salud África, Premio Princesa de Asturias de Cooperación Internacional 2018. Su colaboración ha logrado llevar un bien tan accesible en el primer mundo, como es el agua, al continente africano: “para nosotros esto solo es un pequeño gesto, este es un evento gratuito pero donamos las aportaciones que hacen los particulares y todo lo que recaudamos con la venta de merchandising”, comenta Víctor Frutos, director artístico de un festival organizado por el Ayuntamiento y que dirige junto con Alfredo Cañas.
Enclave de Agua celebra su decimosegunda edición a orillas del Duero del 25 al 27 de julio, y el responsable artístico de esta cita con la música afroamericana, Frutos, se moja para admitir que el festival necesitaba y quería un proyecto para África: “es un continente que nos ha dado más de lo le hemos devuelto. Los antiguos esclavos se encargaron de expandir por América la música que hoy vemos en nuestros escenarios. Todo empezó allí". Esta es una de las muchas razones por la que contactaron con Amref, para llevar agua al continente africano y a la gente que tiene que caminar durante horas para conseguirla: “hemos logrado poner un depósito en una escuela infantil, ahora, nuestro reto es poder construir un pozo y ampliar nuestra acción a más lugares, tenemos mucha ilusión por conseguir más fondos”.
El sueño: recaudar más y destinar todo a proyectos en los que se posibilite el acceso a agua potable, segura para la salud y que se haga de manera sostenible, destinándose esta para el consumo doméstico e higiénico. Este proyecto emplea a gente local —normalmente mujeres— para que vigilen las instalaciones, las mantengan limpias y funcionales y gestionen el dinero obtenido en la propia reinversión de las instalaciones. En palabras de Silvia Frías Nebra, Directora General de Amref Salud África, el agua es un derecho humano, es vida y es salud: "garantizando el acceso a agua limpia para todas las comunidades favorecemos la educación de las niñas y la disminución de la mortalidad infantil. Celebremos el derecho al agua con una combinación ganadora: la unión entre cultura y solidaridad".
Lo cierto es que este festival ubicado en plena naturaleza recibe a asistentes todo el mundo —hay una familia que viene desde Israel todos los años—, unos visitantes que son responsables de la entrada de cerca de 2 millones de euros en Soria, una realidad que para Frutos tiene un responsable principal: “esto no es música a granel, aquí todo es posible gracias a la colaboración del ayuntamiento, sobre por parte del concejal de cultura, que ha apostado mucho por nosotros. Y sabemos que esto no es lo habitual porque la cultura suele estar controlada por personas que saben poco de cultura”. En este sentido, Frutos ha pedido más sensibilidad a la clase política para las propuestas culturales sean más accesibles. En su argumentario sobre las bondades de Enclave de Agua, ha comparado así a los macrofestivales con las pequeñas pero arriesgadas apuestas musicales que hay por España: "hay gente que va al hipermercado y compra una botella de aceite de 50 litros, pero hay quien prefiere hacer la compra en la sección gourmet del ultramarinos de abajo".
#Enclaveros aquí tenéis el cartel de este año de FESTIVAL ENCLAVE DE AGUA. Este #verano las orillas del #Duero se...
Gepostet von FESTIVAL ENCLAVE DE AGUA am Dienstag, 14. Mai 2019
El compromiso de los festivales
Enclave de Agua es solo uno de los muchos proyectos musicales con fines solidarios o que simplemente buscan remover conciencias. Uno de los grandes, el Primavera Sound de Barcelona, lidera una importante causa medioambiental que está certificada por A Greener Festival. A lo largo del año lleva a cabo diversas acciones para minimizar el impacto que generan sus actividades, siendo la celebración del festival el punto culmen de toda la planificación. Por su repercusión en el resultado final, cabe destacar la recogida selectiva de residuos, el cálculo y compensación de las emisiones de CO2, el uso de materiales sostenibles o su alianza con Greenpeace. Otro festival que mira al Mediterráneo y ayuda a quienes pierden la vida en él es el Rototom Sunsplash, este festival de reggae apoya con 43.000 euros los proyectos de seis entidades sociales, dos de ellas de rescate humanitario. Con ellos respaldará los proyectos que desarrollan en diferentes puntos del planeta.
Otro importante festival del circuito español es el Sonorama Ribera de Aranda de Duero, que junto a Acción Contra el Hambre ha creado un proyecto donde el agua vuelve a ser el motor principal: "hoy, una de cada nueve personas no tiene acceso a agua potable y, una de cada tres personas no tiene acceso a un baño. Podemos cambiar esto, trabajemos juntos para hacer que el poder del agua sea para todos". Así reza el manifiesto de ambas entidades donde defienden la necesidad de mejorar el acceso al agua potable y el saneamiento que mejore la salud de las mujeres, los niños y las familias en el mundo. Para lograrlo, el Sonorama pide a su público que done la cantidad que considere. Y para hacerlo más práctico, la cita musical explica que se puede conseguir con determinadas cantidades: "con 10 euros distribuyes pastillas potabilizadoras para que un niño disfrute de agua potable durante seis meses".
Precisamente, Acción Contra el Hambre también colabora desde hace cinco años con Pirineos Sur, donde cuenta con un espacio solidario para luchar contra la desnutrición con la expresión artística como bandera. Más de 15.000 personas han pasado por este lugar en el que la organización ha impulsado la creación artística como un vehículo de información, reflexión y movilización.
Otra cita que apuesta por las buenas causas es el el Festival Sonidos Líquidos, que puso en marcha un proyecto muy bonito, la subasta de un sofá firmado por los artistas que han pasado por la pasada edición y que estaba diseñado por los jóvenes artistas del Proyecto de Arte Sano (PROARTs) de la Asociación de Personas con Discapacidad de Lanzarote (Adislan). Los fondos recaudados han sido íntegramente destinados al desarrollo de PROARTs, un programa que tiene como objetivo dar a estos jóvenes oportunidades para la experimentación artística, formación y participación cultura a nivel insular, nacional e internacional.
Pero la buena voluntad de los festivales también afecta a otras realidades como el acoso escolar y depende en buena medida de algo tan simple como un vaso. Es el caso del WARM-UP Estrella de Levante de Murcia, que además de mostrar su compromiso con la sociedad y el medioambiente con la reutilización de los vasos, donan parte de este dinero a diferentes causas, como la de la asociación contra el bullying, AMCEBAEM. Por su parte, en Madrid, el Tomavistas trabaja cada año con la idea de desarrollar un festival comprometido con su entorno tanto natural como social. Y gracias a la venta de sus vasos reutilizables pueden llevar a cabo acciones sociales como Reforesta, que contribuye a la restauración ambiental de lugares como la Vereda de las Asperillas en Villamanrique de Tajo. Todas estas acciones sirven para mejorar, aunque sea un poco, un mundo que cada vez cuenta con más festivales y más necesidades.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.