“Me flipa el pop español de Marisol y Julio Iglesias”
La ganadora de ‘Operación Triunfo’ en 2017 publicará su primer disco en septiembre
Es el lanzamiento discográfico más esperado del pop español, pero poco se sabe de él. El primer disco de Amaia, la gran ganadora de Operación Triunfo en 2017, guarda tanto misterio que pareciese que en su interior se revelase algún secreto de Estado. Con su habitual naturalidad, ella ríe antes de reconocer que no puede decir ni el título. “No me dejan, pero en unos días lo pondré en redes sociales”, confiesa sentada en la segunda planta del Café Comercial de Madrid.
El disco saldrá publicado en septiembre y la expectación es grande. Desde que el año pasado se convirtió en la estrella del programa televisivo y participó junto a Alfred –su antigua pareja- en Eurovisión, muchos fans están deseando saber cómo será el primer álbum compuesto por esta joven cantante. “Creo que ha quedado una cosa súper coherente. Me sorprendo a mí misma con lo que he hecho”, explica. “Básicamente es un disco que habla de amor y es bastante romántico. En cuanto al sonido, creo que he conseguido unidad y estoy bastante orgullosa”.
A cuentagotas, se han adelantado canciones como Nadie podría hacerlo, El relámpago y Un nuevo lugar y también se han ido conociendo cosas, como que en mitad del proceso de creación el productor Raúl Refree, que antes trabajó con Rosalía, Silvìa Pérez Cruz y Luisa Sobral, se bajó del barco y fue sustituido por Santiago Barrionuevo, cantante y compositor del grupo de rock Él Mató a un Policía Motorizado. Un obstáculo que retrasó la salida del disco, que pasó de grabarse en Nueva York a hacerlo en Argentina y Chile. “Con Santi tomó otro camino y preferí irme con él. Me ha ayudado a estructurar las canciones y me parecía muy difícil”, dice Amaia, que evita comentar nada sobre cómo fue la salida de Refree.
A sus 20 años, Amaia ya sabe lo que es tomar decisiones importantes para su carrera. La primera fue parar los pies a todos los que le dijeron que debía sacar un disco tras el éxito de Operación Triunfo. Tal y como hacían todos los intérpretes de paso del programa televisivo en esa filosofía tan de radiofórmula de aprovechar el momento, sin pararse a pensar en una carrera de fondo y con criterio. “Había mucha prisa por sacar un disco pero yo quería hacerlo bien y cuidar cada detalle y quería hacerlo perfecto. Y entonces dije que necesitaba más tiempo. Si lo hubiese sacado tras OT, igual hubiese tenido mejores números, pero entonces no tendría cosas que ahora tengo como la libertad”, cuenta. “Era de sentido común”, concluye.
El sentido común, tan escaso en según qué círculos, parece sobrarle a ella y a su hermano Javier, su cicerone y persona de mayor confianza. Cuida de Amaia en cada detalle. “Mi hermano es la única persona que es 100% segura. Me ha ayudado un montón y es una pieza fundamental para poder conseguir esto. Es mi mayor apoyo”, dice ella. Sentado a su lado durante la entrevista, Javier reconoce que él también está “aprendiendo” sobre la marcha a saber cómo funciona la industria musical. Ambos se manejan frente a dos pesos pesados del negocio como Universal, multinacional discográfica y gestora de casi todos los lanzamientos que salen de Operación Triunfo, y el sello del Segell del Primavera, la compañía de management, promoción y producción de conciertos del festival Primavera Sound. “Estoy aprendiendo mucho cómo funcionan las cosas de la industria y de los negocios. Quiero controlarlo todo. Quiero enterarme de todo y me agobio un poco cuando no lo hago”, asegura la cantante.
Amaia tiene un talento puro que, más allá de cautivar a millenials y no tan millenials, ha unido a socios tan dispares. Algo difícil de ver. Según ha contado Gabi Ruiz, fundador del Primavera Sound, quedó prendado de ella y decidió apoyarla tras su salida de OT –fue programada por sorpresa en la edición de 2017 tras participar con resultados decepcionantes en Eurovisión-. Ella aceptó, siempre y cuando controlase sus propios pasos. “Al día siguiente de la gala de OT, ya teníamos promoción de Eurovisión. Fue una locura. No me daba tiempo a asimilar las cosas. No tenía libertad para decidir las cosas. No me sentía cómoda con lo que pasó”, confiesa. “Se me hacía muy rara la fama, pero soy una persona que suele relativizar las cosas”, añade.
Ahora, a pocas semanas de salir publicado su primer disco, gira por distintos festivales españoles con la compañía de una competente banda creada para ella por Miqui Puig, de El Segell. Alejada ya para siempre de esa “realidad paralela” que fue OT y de la que aprendió a “evolucionar como persona”, Amaia solo espera que guste “mucho” –aunque “es imposible gustar a todos”- ese álbum del que no se puede saber más que lo siguiente: “Me recuerda mucho al típico pop clásico español. Me flipa ese pop y gente como Marisol, Cecilia o Julio Iglesias. Mis padres escuchaban todo eso y me lleva a mi infancia. Creo que se nota su influencia en el disco”.
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