El rey del ‘hip-hop’ inglés está desnudo
Skepta es un tipo agresivo que lo mismo vuelve a las raíces del 'grime' con 'Gangsta', que se une a J Hus para reventar los bajos en 'What Do You Mean?'
En un episodio de la serie de HBO Killing Eve, uno de los buenos es asesinado a puñaladas en la pista de baile de un club en Berlín. Cuando la protagonista narra los hechos a sus compañeros de investigación, deja bien claro que no quiere que nadie haga la broma de que ha sido un “asesinato en la pista de baile”, en referencia a Murder on the Dancefloor, el tema de Sophie Ellis-Bextor que una vez estuvo a la última y desde hace un puñado de años anima bodas, bautizos, comuniones y otras reuniones sociales.
SKEPTA
Ignorance Is Bliss.
Sello: Boy Better Know/Popstock!
Calificación: 8 sobre 10.
En Love Me Not, el octavo tema de este largo, Skepta, el rapero del londinense barrio de Tottenham que en 2016 batió a David Bowie para hacerse con el Mercury Music Prize, acaso el único galardón de la música actual que aún significa algo, utiliza unsampler de esta canción convertida en lugar común universal. Y el efecto, por un momento, parece una puñalada en el abdomen de su idiosincrasia. Viniendo de aquel tipo que en 2016 lanzó Konnichiwa, un disco bárbaro que propulsó el renacimiento del grime para, merecidamente, convertirlo en estrella global, el golpe duele.
Desde su ascenso al éxito, Skepta ha mezclado decisiones correctas, como ser parte de Praise the Lord, el imparable éxito de A$AP Rocky, con otras menos sensatas, como juntarse con Mick Jagger en un engendro que mezclaba el hip-hop y el rock para decir obviedades sobre el Brexit. Así, las certezas competían con las dudas antes del lanzamiento de este álbum. Parecía que todo el atrevimiento de Skepta podía desaparecer por la salida de emergencia de algún centro comercial. Él era el tipo que había entendido que hoy en el hip-hop se puede tener éxito sin venderse, rapeando incluso sobre tirar a la basura productos de marcas de lujo.
Pero lo que muestra este Ignorance is Bliss es a un tipo de 36 años que ha sido padre y que es tan capaz de liarse a puñetazos con su yo actual como con su yo pretérito. Arranca con Bullet From a Gun, un temazo que se desparrama sobre sí mismo y que marca el tono de un disco que, más allá del anteriormente mentado flirteo con la obviedad de samplear Murder on the Dancefloor, apenas flaquea. Skepta es un tipo agresivo que lo mismo vuelve a las raíces del grime con Gangsta, que se une al gran J Hus para reventar los bajos en What Do You Mean?, se acelera hasta ahogarse en la brutal Redrum, flirtea con el autotune junto a Nafe Smallz en la tan mansa como envolvente Greaze Mode y termina casi como empezó con Pure Water, un corte en el que demuestra que nadie juega al escondite con los estribillos como él. Producido por el propio Skepta, al largo solo se le puede echar en cara alguna que otra rima de mal gusto —en el sentido realmente malo del concepto— y cierta linealidad, tanto en aspectos de producción como en el fraseo del inglés, que o gusta a la primera o ya nunca gustará. A diferencia de casi todo en su vida, su forma de rapear, dios le bendiga, no ha variado un ápice.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.