Paco Alcázar: “Si Ezra Pound escuchara mi disco, me estrangularía con sus propias manos”
El ilustrador gaditano lanza con Van Delay, uno de sus múltiples grupos, 13 canciones que llevan al campo del pop los recitados del poeta de Idaho
Hace apenas unas semanas que La vida y usted, el último libro de Paco Alcázar (Cádiz, 1970), llegó a las librerías. Aunque todavía tiene pendientes presentaciones y sesiones de firmas, el creador de Silvio José acaba de lanzar un nuevo trabajo, esta vez en el campo musical y con Van Delay, uno de sus múltiples grupos junto a España Futurista, España Vintage, Humbert Humbert, Granito y MacDonald Educational.
Se trata de Ezra Pound, disco compuesto por 13 cortes en los que el ilustrador “colabora” con el poeta estadounidense. Mientras que Ezra Pound (1885-1972) recita sus poemas, Alcázar interpreta piezas con toques electrónicos, pop y étnicos que recuerdan al spoken word de Ken Nordine, a la serie de discos de Johnny Cash producidos por Rick Rubin y a Moondog.
Sus poemas tienen citas clásicas, poesía trovadoresca, obras medievales o de las vanguardias. Pound también sampleaba
“Encontré un vídeo de Ezra Pound y me llamó tanto la atención que empecé a documentarme sobre él. Me hizo mucha gracia su historia, especialmente que fuera declarado loco para librarse de una ejecución por traición”, explica Alcázar, en cuyos trabajos siempre han tenido especial protagonismo las personalidades al límite de la locura.
“Me interesa el art brut, pero no creo que para desarrollarlo haya que estar loco, porque ¿dónde empieza la locura considerada socialmente? Mi obra, tanto musical como gráfica, podría ser la de un loco, sin embargo, soy considerado un artista extravagante. Siempre he pensado qué sucedería si me dedicase a dibujar las mismas páginas, pero no las recopilase en libros, no me los publicase una editorial y no llegase a las librerías. Creo que tendríamos ciertas dudas sobre si estoy bien de la cabeza o no”.
Antes de ser un disco, Ezra Pound iba a ser un cómic sobre personas que, a lo largo de la historia, fueron declaradas locas. No obstante, y tras seleccionar diferentes biografías, Alcázar no era capaz de darle forma. A cambio, las investigaciones sobre el tema proporcionaron un valioso material: poemas de Pound recitados por él mismo.
“He trabajado mucho con poetas que recitan su propia obra. Hace unos 15 años inicié una serie de discos titulados Robo-Tronic tras encontrar bastantes grabaciones de poetas americanos contemporáneos recitando. Eran muy dramáticos, muy buenos y, especialmente los afroamericanos, funcionaban muy bien con la música. Como no son actores y están defendiendo su propia obra, tienen una voz original e interesante”.
A diferencia de esos autores, los recitados de Pound resultaban excesivamente monótonos y áridos. A pesar de ello, Alcázar se propuso el reto de hacer un disco ameno que se adentrase en el pop o, como puntualiza, “todo lo pop que yo puedo hacer”.
“Los recitados de Pound eran para mí un instrumento más. He utilizado extractos de los poemas y, en ocasiones, la propia entonación está manipulada para hacerla más grave, más aguda o doblarla. A medida que avanzaba comprobé que Pound también era un sampleador. Sus poemas están hechos de citas de textos clásicos, de poesía trovadoresca, de obras medievales o de las vanguardias. Cada verso evoca un libro, una cultura distinta y, en ocasiones, mezcla diferentes idiomas. Es todo tan excesivo que desconozco si buscaba abrumar a los lectores o consideraba que las referencias que manejaba eran cultura general”.
Otra de las facetas de Paco Alcázar como ilustrador es hacer portadas para grupos que buscan su reconocible estilo. Curiosamente, los proyectos musicales del dibujante no acostumbran a tener ilustraciones propias en las cubiertas. Ezra Pound tampoco.
“Es una mezcla de pereza y de que tengo tanta producción, que me pasaría el día dibujándome portadas. Además, para hacer los discos acostumbro a inspirarme en una imagen. En este caso, me vino a la cabeza ese retrato caleidoscópico del poeta e hice la cubierta nada más empezar a componer. Cuando acabé el disco estaba tan contento con el resultado que decidí hacer otra dibujada por mí. Fue imposible porque todas las canciones habían partido de esa primera imagen que tiene algo de hipnótico y de película de serie B”.
Ezra Pound está disponible para su escucha gratuita y su descarga, previo pago de una cantidad determinada libremente por el usuario, en Bandcamp, plataforma que aún suscita debates sobre si esa herramienta digital permite considerar a un disco como tal, habida cuenta de que no hay soporte físico.
“Pensar que solo es obra aquella que está en formato físico no tiene sentido. Ahora mismo todos los grupos del mundo ponen sus cosas en Internet porque, te guste o no, la creación musical está en Internet. Los discos se escuchan en Spotify, en redes sociales y se cuelgan en Bandcamp. Algunos se convierten en vinilos, pero es un porcentaje muy pequeño, igual que es muy poca gente la que los compra. El formato físico es un recurso de la industria, o lo poco que queda de ella, para seguir existiendo porque el soporte no tiene que ver con la música, solo es fetichismo”.
Con soporte físico o sin él, Ezra Pound es uno de los discos de Van Delay de los que Paco Alcázar está más satisfecho. “Posiblemente Pound me estrangularía con sus propias manos si lo escuchara, pero a mí me gusta incluso más que otras cosas que he hecho”. Ahora solo falta convencer a unos oyentes que tal vez se sorprendan de que se dedique un disco a un poeta que abrazó el fascismo con fervor justo cuando la extrema derecha está envalentonada.
“Estamos en un periodo totalmente literal y, por la razón que sea, cada vez es más difícil poner en contexto las cosas. Como no es un trabajo para el gran público, ya hay una selección natural del oyente que entra en Bandcamp, y me extrañaría que alguno pensase que es una oda al fascismo. La figura de Pound puede ser controvertida pero también es trágica, cómica y delirante. Por otra parte, hay cosas muy contradictorias en su vida, como que, mientras a él lo detuvieron al finalizar la guerra mundial, muchos nazis fueron perdonados y contratados por las grandes potencias. Encarcelamos al poeta y nos quedamos con los científicos”.
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