Ellas escriben las series
Creadoras y guionistas de algunas de las ficciones españolas de más éxito reflexionan sobre su trabajo
"Hay dos problemas que van de la mano: si la figura del guionista ya es transparente, es muy difícil luchar por que se vea a la guionista mujer". Laura Caballero, creadora y directora de La que se avecina, resume así la situación de las escritoras de series, una doble invisibilidad contra la que luchan alzando la voz. Porque sin guionistas no hay televisión. Y sin mujeres en los guiones, no está presente la mirada de la mitad de la población.
Aunque no hay cifras oficiales sobre el número de mujeres que trabajan en los equipos de escritores de la ficción televisiva española, el 68% de los asociados al sindicato de guionistas ALMA son hombres frente al 32% de mujeres. La cifra no sorprende a las mujeres reunidas por EL PAÍS para charlar sobre la situación de su profesión. "Creo que es un reflejo del mundo. Las mujeres accedemos menos al mercado laboral. Aunque cada vez se nota menos y en las nuevas generaciones hay más chicas, esa proporción sí que la noto en mi día a día, pero no sabría decir por qué ocurre. Todos sabemos que los mejores escritores escriben las mejores historias y ya está, independientemente de que sean hombres o mujeres", dice Gema R. Neira, directora de desarrollo de Bambú Producciones y cocreadora de Velvet, Las chicas del cable y Fariña, entre muchas otras.
"En los últimos cinco años se ha notado mucha diferencia, pero cuando empecé, las historias estaban creadas por hombres, recurrían a su entorno y la mayoría eran hombres y la excepción era alguna guionista", tercia Anna R. Costa, cocreadora, guionista, directora y productora de Arde Madrid. "No conozco a ninguna hija de ninguna amiga que diga que quiere ser guionista, porque tampoco han tenido muchos referentes", continúa Caballero. "Todavía hoy cuando le dices a alguien que eres guionista les resulta muy llamativo", añade Sonia Sánchez, guionista desde hace once años de Cuéntame cómo pasó.
Las cinco escritoras convocadas por EL PAÍS acuden a la cita deseosas de dar visibilidad al colectivo. Para la mayoría, es la primera vez que se ponen cara. Se felicitan por sus recientes logros, como el Emmy Internacional que Esther Martínez Lobato recogió en noviembre por La casa de papel. Y hablan entre ellas sobre la complicación de reinventar una serie como Cuéntame año tras año o de pensar una segunda entrega para Arde Madrid tras la buena acogida de la primera. Laura Caballero se incorpora unos minutos después que el resto: llega directa del rodaje de la 12ª temporada de La que se avecina.
"Los grupos de guionistas son como microcosmos de lo que pasa en la vida. No es un trabajo en el que estás sentado en tu mesa, comes con los compañeros y te vas. Es un trabajo en el que entras, dices tu opinión, cuentas lo que te ha pasado... Y por eso quizá las mujeres lo tienen más complicado para entrar en ciertos microcosmos en los que hay unas dinámicas de relación más masculinas. El material con el que trabajamos es muy sensible, son nuestras emociones. Hacer que eso no sea una lucha de sexos es complicado porque ocurre en la sociedad en la que vivimos", reflexiona Martínez Lobato, guionista de series como Los hombres de Paco, La casa de papel y cocreadora de Vis a vis y El embarcadero.
Para Sonia Sánchez, lo ideal sería un mundo en el que "nadie hable de mujeres guionistas, que se haya normalizado la situación". "Ni de series de mujeres", apostilla Gema R. Neira. "Me duele cuando se habla de series de mujeres porque parece que es una etiqueta para subestimarlas. Hay series protagonizadas por mujeres, series protagonizadas por hombres y series para todo el mundo, para quien les guste y las vea", continúa Neira.
¿Escriben diferente los hombres y las mujeres? Sonia Sánchez no ve grandes diferencias "en el sentido de pensar tramas, ser creativo... Es ofrecer puntos de vista diferentes". Anna R. Costa sí considera que hombres y mujeres afrontan el guion con sensibilidades distintas. "Hay algo en el punto de vista, en dónde nos detenemos las mujeres, que no es que esté mejor o peor, es diferente". Laura Caballero remarca cómo, de los cuatro guionistas, dos hombres y dos mujeres, que escriben La que se avecina, muchas veces "tenemos un punto más masculino nosotras que ellos. Pero sí creo que la mujer es más observadora que el hombre, más detallista".
"Yo he estado rodeada de hombres que han escrito cosas maravillosas de mujeres, cosas que no se me habrían ocurrido", añade Esther Martínez Lobato. "Sí hay guionistas que dicen que no saben escribir a una mujer, pero creo que lo que les falta es completar su perfil", completa. "¿Si las mujeres escriibimos diferente? Cada persona escribe diferente", zanja Neira.
Series con identidad propia y emoción
En los últimos años, la mujer ha saltado al primer plano de la ficción internacional tanto delante como detrás de las cámaras. Creadoras como Amy Sherman-Palladino, Lena Dunham, Shonda Rhimes, Phoebe Waller-Bridge, Jenji Kohan o Marti Noxon han ayudado a revolucionar el mundo de las series con historias en las que las mujeres son las protagonistas. En España, Laura Caballero sueña con la posibilidad de hacer algo como Girls, creada y protagonizada por Dunham y centrada en las cuitas de cuatro veinteañeras neoyorquinas. "Como creadora y guionista, me encanta pensar en una serie en la que todos los personajes sean femeninos. Pero creo que las actrices tendrían que poner más de su parte para que esa serie se llevara a cabo en paz y armonía", dice Caballero desde su posición de realizadora.
Estas cinco guionistas son parte activa en el paso adelante que las producciones españolas han dado en los últimos tiempos. "Somos uno de los pocos países donde la televisión extranjera no ha podido monopolizar la televisión. Y eso nos ha dado una identidad muy fuerte. Ahora se buscan productos que tengan eso, una idea muy poderosa detrás", defiende Martínez Lobato, que añade la emoción que tiene el mundo latino como un punto extra.
Gema R. Neira también suma el factor técnico y visual en esta evolución del audiovisual nacional. "La producción se cuida de manera brutal, los directores han dado un gran paso adelante, y eso estéticamente acompaña a las historias particulares y hace que viajen un montón. La relación calidad precio es bestial", añade.
Las guionistas españolas miran al futuro con optimismo. "Lo interesante sería poder hacer una serie de mujeres sin historia de amor. No todo gira en torno a una historia de amor ni una historia de feminismo. Si la serie vertebra sobre las dos cosas, está hecho. Si no, ya está un poco más complicado. Ese es el hándicap que hay que romper", dice Neira. "Nos queda poder escribir cualquier historia y que dé igual que el protagonista sea hombre o mujer y que lo escriba un hombre o una mujer, que lo poderoso sea la historia en sí", añade. "Que cada uno deje ahí su manera, su estilo y sus traumas", remata Anna R. Costa. Y que los escritores de la televisión tengan el reconocimiento que merecen. Porque, sin ellos, la tele se apaga.
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